Artículo de José Luis Soto- Asociación
Cultural y Minera Santa Bárbara de Mieres.
Los tiempos que corren para la
minería Asturiana no son nada halagüeños y viendo la previsiones de cierre de
pozos de la empresa estatal Hunosa, desde la Asociación Cultural y Minera Santa
Bárbara de Mieres del Camín queremos trasladar nuestra inquietud sobre la situación
del patrimonio industrial de los pozos cerrados y de los que serán en el
futuro. Puede parecer absurdo que, cuando están en peligro miles de puestos de
trabajo, nos preocupemos por el patrimonio industrial. Nos preocupan los
puestos de trabajo y mucho, consideramos que la mejor forma de defender este
patrimonio es dándole el uso para el que fue creado, el trabajo.
Desgraciadamente muchos de nuestros pozos se irán cerrando en los próximos años
y es ahí donde debemos incidir en la importancia de nuestro patrimonio minero.
Podrán cerrar las minas, condenar a las comarcas mineras al paro y la pobreza,
y esto es de suma importancia, pero no lo es menos el que desaparezca nuestra
Cultura e Historia.
Se pueden diferenciar actualmente
dos tipos de situaciones con nuestro patrimonio minero. Por un lado están los
edificios, talleres, máquinas de extracción y castilletes de los pozos que ya
están cerrados y por otro los que cerraran en los próximos años. La protección
de los primeros, que incluye no solo los pozos cerrados de Hunosa, sino también
las instalaciones de minas privadas, es un desastre. Los edificios están
sometidos a la acción de vándalos y gamberros pero sobre todo al ataque de las
bandas organizadas que se dedican al robo de hierro y cobre. La culpa de ello
podríamos repartirla a partes iguales entre la Administración Regional, las
Administraciones locales y Hunosa, la mayor propietaria de estas instalaciones
en nuestras cuencas.
En el caso de Hunosa muchas de sus
instalaciones están protegidas a partir del Plan Territorial Especial de
Recuperación de los Terrenos de Hunosa en las Cuencas Mineras y el Catálogo
Urbanístico del Plan Territorial Especial de Recuperación de los Terrenos de
Hunosa en las Cuencas Mineras. Dicen que el papel lo aguanta todo y este debe
ser uno de los casos. De nada sirve la protección legal si no protegemos
físicamente estos bienes patrimoniales. Hunosa como propietaria de estos bienes
debe protegerlos, sabemos que una protección total es imposible pero se puede
hacer algo más que las visitas esporádicas que realiza el servicio de seguridad
privada para levantar acta de los destrozos y presentar la correspondiente
denuncia. Muchos de estos elementos están en zonas deshabitadas por lo que los
saqueadores actúan sin problemas y con total libertad. Saben que el único
riesgo que corren es el que sean descubiertos durante el robo, pero esto a
juzgar por los resultados, no es lo habitual. Una solución sería instalar
alarmas en los elementos más importantes, lo que por lo menos acortaría el
tiempo de respuesta de la Guardia Civil. Vemos a diario ejemplos de este
expolio en el Pozu Santa Bárbara, en el Pozu Figaredo, en la máquina de
extracción del Pozu Tres Amigos o el corte y posterior robo de parte de una de
las tornapuntas del castillete del Pozu Olloniego y así un largo etcétera.
La responsabilidad de la
Administración Regional se centra en la falta de un plan de protección del
patrimonio industrial, de todo el patrimonio industrial. Plan en el que debería
intervenir la administración central por sus competencias en seguridad
ciudadana y en justicia. No estaría de más que, ya que algunos de estos
elementos tienen protección como el B.I.C del Pozu Santa Bárbara, la fiscalía
se acordara, además de los delitos de robo y hurto, del delito contra el
patrimonio cultural ya que nunca se supo de expediente alguno al respecto. Se
trata de cumplir lo establecido en el artículo 28.4 de la Ley 1/2001 del
Patrimonio Cultural del Principado de Asturias que impone a nuestra
administración el deber de promover medidas de colaboración con los cuerpos y
fuerzas de seguridad que fortalezcan y mejoren la vigilancia y seguridad de los
bienes inventariados.
Imagen del artículo |
Sobre los ayuntamientos, estos
siempre dirán que no son sus competencias, que no tienen dinero o cualquier
otra disculpa. Pero a los alcaldes de estas cuencas se les llena la boca
hablando de «poner en valor el patrimonio industrial», deben presionar a las
administraciones para que actúen, de no ser así no les quedará nada que enseñar
de nuestro pasado y nos tendremos que limitar a recreaciones virtuales, faltas
de esencia, y terminaremos comprando, en otras partes del mundo, lo que hoy aún
tenemos para equipar un Bien de Interés Cultural como el Pozu Santa Bárbara,
por ejemplo.
Desde la Asociación Cultural y
Minera Santa Bárbara pedimos que las administraciones y empresas se pongan de
acuerdo en un verdadero plan de protección de este Patrimonio frente a los
actos vandálicos y robos. Pedimos un mínimo que es la protección física de
estos elementos patrimoniales, en el futuro ya se verá lo que se puede hacer
con ellos, ya que si desaparecen poco se podrá hacer. La sensación es que
interesa mirar hacia otro lado ya que si desaparece el bien, desaparece la
responsabilidad sobre él.
Otra de las situaciones con la que
nos encontramos es la de los pozos que cerrarán en Hunosa. Además de la
protección física, a la que nos hemos referido, se suma la gestión del
patrimonio documental y de los equipos mineros que hay en estos pozos. Nos
preocupa la posible saturación del Archivo Histórico del Pozu Fondón. Con los
cierres de pozos que se aproximan la cantidad de documentos, libros y planos
que deberán rescatar y catalogar es inmensa y el personal escaso. Tampoco
podemos olvidar los útiles y maquinaria minera. La Ley 1/2001 del Patrimonio
del principado de Asturias prohíbe la destrucción de la maquinaria industrial
anterior a 1940 sin autorización. Aunque algunos útiles y maquinaria son
posteriores a esta fecha, esto no debe impedir su conservación y acopio de por
lo menos un ejemplar de cada máquina (rozadoras, locomotoras, máquinas de
inyección, martillos neumáticos etc.) y que no terminen achatarrados, sería
paradójico que llegado el momento tuviésemos que ir a chatarrerías o al
extranjero a buscar algunas de estas máquinas para enseñar o exponer.
Desde esta Asociación no nos gusta
quedarnos solo en la crítica y proponemos alguna idea. Se debería hacer un plan
de recuperación y traslado para su posterior catalogación de toda la
documentación y bienes de los pozos que cierren, no se debe quedar únicamente
en el plan de cierre de las instalaciones y el concurso de la Consejería de
Cultura del Principado de Asturias es primordial. Recordar, sobre el patrimonio
documental, que el artículo 80 de la Ley 1/2001 del Patrimonio Cultural del
Principado de Asturias establece que forma parte del mismo, con la
consideración de bienes integrantes del patrimonio documental, los documentos
de cualquier época y tipología de las empresas públicas radicadas en Asturias.
Otra de las actuaciones importantes, en relación a los útiles y maquinaria de
la actividad minera, sería el acopio y traslado a algún centro o almacén para
catalogar y conservar estos elementos para el día de mañana.
Se trata de conservar y blindar
nuestro patrimonio. Si se cumplen los negros augurios que se ciernen sobre
nuestra minería, a los que aludimos al principio de este articulo, se pueden
dar en el futuro situaciones muy preocupantes para dicho patrimonio. Imaginemos
que cierra el Pozu Aller, automáticamente aparecen figuras empresariales como
«los liquidadores» o que algún grupo empresarial compra sus instalaciones, por
ejemplo. ¿Qué pasaría con las locomotoras que se conservan en sus jardines? Es
cierto que están protegidas, no se pueden achatarrar, no se pueden vender. Están
protegidas por ser patrimonio histórico o lo que se llama patrimonio cero,
¿alguien sabe esto?, ¿sabemos si la empresa Hunosa las tiene catalogadas como
tal?, ¿tienen estas locomotoras algún distintivo o información que indique esta
protección?. A pesar de no poder ser achatarradas y enajenadas, ¿Cuánto
tardarían los liquidadores o la empresa propietaria en vender estas locomotoras
a alguna colección privada de este país o del extranjero?, luego astutamente se
alegaría desconocimiento de tal protección y, seguramente, por desidia
llegaríamos a los hechos consumados. Se puede argumentar que la Consejería de
Cultura puede actuar, pero probablemente se entere de la venta de estas
locomotoras cuando ya estén a muchos kilómetros de las cuencas. Luego vendrán
los expedientes y denuncias que el tiempo sepultará, al final, adiós a nuestras
locomotoras, adiós a un Patrimonio singular y único.
Cuando estamos escribiendo este
articulo se está iniciando el derribo de la Mina la Camocha, desoyendo a
colectivos, asociaciones y sindicatos defensores de este patrimonio y a los
propios vecinos, así que adiós a otro patrimonio completo, único y singular.
Desde nuestra asociación demandamos
respuestas. Por activa y por pasiva hemos ofrecido nuestra colaboración a todas
las entidades, administraciones y empresas implicadas en este asunto para
buscar soluciones. No somos enemigos de nadie, ni nadie nos debe considerar sus
enemigos, solo queremos aportar a la salvaguarda y protección de nuestra
Cultura e Historia.
Cultura incluye en el Inventario del
Patrimonio otros seis pozos
La Consejería de Educación ha
incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias elementos de seis
pozos. Se trata de la bocamina y el castillete del pozo Cerezal (San Martín);
la chimenea y el castillete del pozo Pumarabule (Siero); las dos bocaminas, el
castillete de San Inocencio y la chimenea del pozo Figaredo (Mieres), las dos
bocaminas y el castillete del pozo San Nicolás (Mieres), el castillete del pozo
San Antonio (Aller) y los dos castilletes y salas de embarque, la sala de
máquinas y el transformador del pozo Polio (Mieres), que aparece en la imagen.
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