Entre el 2006 y el 2011 fueron
rehabilitados los antiguos molinos del arroyo de Xabrega, en la parroquia
soberina de San Martiño de Anllo. No tuvieron la misma suerte los nueve molinos
del arroyo de Algueira, a pesar de que uno de ellos, el llamado Muíño de
Abaixo, sigue en uso actualmente. La mitad de estas construcciones aún se
conservan en mejor o peor estado, pero de los otros solo quedan en pie restos
de los muros. Los dos últimos, situados en la parte más baja del cauce,
desaparecieron por completo en algún momento, seguramente a causa de una riada.
Hoy en día solo se pueden visitar
cinco de estos molinos en un recorrido de unos ochocientos metros. El resto del
camino que lleva a estas construcciones está tapado por la maleza, en una zona
de fuerte pendiente. Para realizar el recorrido hay que situarse en la aldea de
Noguedo frente a la casa del mismo nombre. Después de andar unos 150 metros por
el camino -llamado Camiño da Costa de Algueira- se pasa por esta última aldea,
abandonada desde hace varias décadas. Los últimos habitantes fueron dos
familias de siete hijos cada una. Unos metros más adelante llegamos a un cruce
de caminos. Hay que coger el de la izquierda en dirección a los molinos. El de
la derecha lleva a la aldea de Paradela.
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Un puente en el arroyo
Al cabo de unos quinientos metros
cruzamos el arroyo de Algueira por un puente de lajas de piedra y descendemos
por su orilla derecha en dirección al primer molino, situado a una treintena de
metros. Es conocido como Muíño de Algueira da Casa do Noguedo y era el único
que tenía peneira o tamiz, ya que los demás eran de los llamados relos o sin
peneira. Luego viene el molino de Santiorxo, que dejó de moler hace unos 35
años. Y a continuación está un tercer molino, propiedad de Pepe de la Casa do
Noguedo y conocido por Muíño de Abaixo. Un poco más abajo está el molino de O
García y a poca distancia, el de la Casa da Fonte de Paradela. Río abajo, en
los siguientes doscientos metros, estaban los molinos de O Pedro do Monte,
Salustiano, O Xoque, O Ferreiro y Blanco. De estos dos últimos no quedan
restos.
El Camiño da Costa de Algueira es
uno de los dos que llevaban a este conjunto de molinos. Era de carro y permitía
llegar con este vehículo hasta el primer molino. No sucedía lo mismo en el
otro, llamado Camiño do Atallo, que acortaba el trayecto pero obligaba a llevar
a hombros los sacos de grano. Olga, una vecina de la Casa do Noguedo, recuerda
que en tiempos todos estos molinos funcionaban al mismo tiempo. Lo permitía el
caudal del arroyo y la importante producción de grano de la parroquia, que
estaba ampliamente sembrada de centeno y maíz. También señala Olga que -según
le oyó decir a una vecina de Santiorxo llamada Rosalía- algunos habitantes de
la parroquia se escondieron en los molinos para no ser movilizados en la Guerra
Civil.
El Muíño de Abaixo, según su
propietario, era el que mejor aprovechaba el caudal del arroyo gracias que su cubo
tenía más pendiente y por lo tanto el agua actuaba con más fuerza sobre el
rodicio. Presenta la particularidad de que deja de moler por sí mismo cuando se
termina el grano gracias un mecanismo rudimentario pero eficaz que solo falló
una vez. En esa ocasión las piedras de moler rozaron fuertemente una contra y
otra y hubo que picarlas de nuevo para que siguiesen sirviendo.
El dueño aún lo usa alguna vez que
otra para preparar forraje para los animales. La última fue hace menos de un
año. Por lo que le oyó contar a su abuelo, hace unos 150 años el molino también
molió azufre, a fin de obtener polvo para sulfatar los viñedos.
Hay que salir de Sober por la
carretera de Bolmente y Pinol. En el kilómetro 7,5 hay que tomar un desvío
hacia Noguedo, que está a trescientos metros del cruce. Al parecer la zona
sirvió de refugio a vecinos que querían eludir la Guerra de Civil
Fuente
de la noticia http://www.lavozdegalicia.es
Más
información sobre Patrimonio Gallego
1 comentario:
Hola. ¿Tienes más información sobre esta aldea de Noguedo? Tengo motivos para creer que mi bisabuela nació en este lugar en 1891.
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