Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

miércoles, 23 de enero de 2013

Patrimonio Industrial de Lousado (Orense). Exposición Artestr@za 1836


A continuación os hago un recorrido por las noticias aparecidas sobre el patrimonio industrial de Lousado y la realización de una exposición en una antigua fábrica.

Ya os puse una entrada sobre la muestra Artestr@za.

Debo agradecer toda la información facilitada a Manuel Alfonso Estévez (comisario de la exposición).

Cartel de la exposición




Fotos de exposición "Telas al viento" en Lousado.
Estas imágenes me las ha enviado Manuel Alfonso Estévez
















Noticias sobre la exposición realizada
04/05/2012
Cien artistas tras una promesa
Más de cien artistas del conjunto del Estado, de Portugal y Alemania ultiman una exposición que se podrá ver a mediados de este mes en la antigua fábrica de papel de Lousado. Se trata de un acto reivindicativo para reclamar que el Concello de Piñor, con el apoyo de la Xunta o de otras administraciones, convierta el edificio en un centro de atención a personas discapacitadas, especialmente de las que sufren síndrome de Down. José Hipólito Rodríguez Presas realizó la donación para esa finalidad, con la condición de que se ejecutase en un plazo de cinco años. La cuenta atrás ya ha comenzado

Manuel Alfonso Estévez, facilitó láminas de papel de estraza, procedentes de los secaderos de Lousado, a artistas de Castilla-León, País Vasco, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Rusia, Portugal, Alemania y Galicia, para que realizaran sus obras.

Respondieron a la llamada solidaria, artistas como Vidal Souto, Ángel Aja, Manuel Penín, Xaime Fuentes, Ignacio Granero, Xosé Poldras, Leandro Sánchez, Xosé Vilamoure, Isabel Somoza, Manolo Figueiras, Alejandro Corporale, Tareixa Taboada, Paco Lareo, Xavier de Sousa, Mayte Janeiro, Leticia Alvariñas, Emilia Pereira, José Manuel Vázquez Rivada, Carmen Peña, Alexandro, Xavier de Dios, Torres Pato, MPXXI, Verónica Alcázar, Isabel Seidell, César Taboada, Toño, M. Mantilla, Fran Herreros, Paula Sampelayo, Nicolás González Aller, María Gómez Pereda, Karina Vagradova, Dalila D´ Alte, Eurico Gonçalves, Fernando Arahuetes, Igor Torres, Rodrigo Alonso, María José Castaño, entre otros nombres propios de la plástica internacional.

Esta iniciativa se suma a otras que ha impulsado con anterioridad Manuel Alfonso Estévez, como "Telas al viento", en la propia fábrica, además de coordinar propuestas en la península como "Venir a degustarlo con Arte", "Tres miradas al románico olvidado", "Cuatro Escultores Gallegos en la Casa da Anta", "Intercambio-Luso Galaico en la Galería Caminhense", el acercamiento de las vanguardias al pueblo burgalés de Quincoces de Yuso con el lema "Arte en el Rural", así como el evento "Artespantallos en la Ruta de la Plata" a su paso por los concellos de Vilamarín, San Cristovo de Cea, Piñor, Rodeiro y Lalín.

La fábrica
En el contexto socioeconómico de las primeras décadas de 1800 surge en la comarca de Carballiño una iniciativa empresarial. En esa época, concretamente en 1836, Antonio Rivero de Aguilar, natural de A Coruña, junto con su esposa, Juliana Rodríguez de Celanova, fundan la fábrica de Papel de Lousado.

Imagen de la noticia
La trayectoria de las industrias papeleras, a partir de entonces y hasta mediados del siglo XX, dejó un legado y patrimonio cultural de enorme valor en la zona. Un pilar fundamental en las riberas del río Arenteiro, donde el sector del papel y cuero ejercerá "una gran influencia, eje tanto dinamizador como económico", resalta Estévez.

Tras el cierre definitivo, es "obligatoria" la recuperación de la memoria y los vestigios de su pasado industrial y he ahí el trabajo de José Luis Sobrado y Francisco José Fumega, avalado por el Centro de Estudios Chamoso Lamas, recogiendo el esplendor papelero en la provincia de Ourense en un libro presentado en "O Palleiro", que fue morada de los impulsores, tanto del templo fabril como del santuario de San Antonio en Lousado. En días más recientes, la historia de estas industrias y sus avatares en la comarca centraron el ciclo de "Jóvenes Investigadores" en el Liceo carballinés.

En octubre de 2007, entre los muros de la antigua fábrica de Piñor, surgió el evento contemporáneo "Telas al viento", con la participación de creadores procedentes de varios países, con el objetivo de integrar a los lugareños y foráneos en el enclave, dar a conocer su historia y el movimiento obrero, fundamentalmente de las mujeres de Trigás, Bagarelas, Barrán, Arenteiro, Piñor, Albarona, Senderiz, Torcela y Lousado.

Fue cuando José Hipólito Rodríguez Presas, actual propietario, comunicó a los asistentes, vecinos, autoridades locales, provinciales, artistas y Aspanas, el deseo de donar parte de los inmuebles. Naves, molino, Central eléctrica y dos hectáreas de terreno en las inmediaciones de Torguedo para reinventarlo como espacio residencial y de trabajo para discapacitados, acuerdo plasmado en un documento.

La muestra se podrá ver en varias salas de la Península
Cinco años de plazo con prórroga si fuera necesaria, para el inicio de la nueva vida en las naves vacías, fue el establecido por José Hipólito Rodríguez Presas, pero está transcurriendo el tiempo y nada se hizo, advierte Manuel Alfonso Estévez.

El impulsor de la idea creativa ha vuelto a llamar a los artistas, plenamente consciente de la necesidad de promover y difundir los valores naturales, arquitectónicos y culturales en el mismo pueblo que inspirara a las inolvidables pintoras Carmen y Matilde Legísima, la cuna del escultor Xurxo Oro Claro o el enclave que motivó a Camilo José Cela para escribir Mazurca para dos muertos, novela por la que le concedieron el Premio Nacional de Literatura, que ya se puede leer en quince lenguas. Manuel Alfonso Estévez contempla esto como "una oportunidad para la integración de los recursos y servicios turísticos de interés de una zona potencial en muchos sentidos, para crear un producto atractivo en una comarca considerada uno de los enclaves referentes de la arquitectura de las industrias papeleras y cultura gallegas".

Postmoderna
Artestr@za 1836, pensada para salas, otrora con funciones industriales, ferrerías, conserveras, mataderos, cerámicas, naves, astilleros, centrales eléctricas, embarcaderos, cárceles, manicomios, estaciones, conjuntos industriales que han sido rehabilitados y renacieron como lugares museísticos, "síntoma de condición postmoderna".

Pintores, escultores, arquitectos, profesores de la Escuela de Arte y Superior de Diseño, fotógrafos creativos, artistas Down, ejercitando un trabajo en equipo, cuyo resultado es la colaboración entre las diferentes corrientes y actitudes, dando lugar a "un discurso expositivo de verdadera integración, puesto que jóvenes con discapacidad intelectual han formado parte del proceso para apuntalar el desarrollo y bienestar personal y social del colectivo".

05/07/2012
La antigua fábrica de Lousado acoge el trabajo artístico de discapacitados
La antigua fábrica de papel ubicada en la localidad de Lousado, a orillas del río Arenteiro y en el municipio de Piñor, acoge 'Artestr@za 1836', una exposición de arte contemporáneo que nace con el objetivo de despertar la vocación artística en personas con discapacidad, y comprobar los estímulos que provoca en ellos pintar. Además, este proyecto pretende reivindicar un centro de atención y talleres en los espacios e inmuebles de la vieja factoría, que han sido donados para tal fin por su propietario, José Hipólito Rodríguez Presas, que fue alcalde de Cea.

La iniciativa y coordinación del proyecto creativo corre a cargo de Manuel Estévez y reúne además un centenar de artistas de reconocido prestigio de toda la península y la intervención escultórica de Acisclo Manzano en la capilla de San Antonio, que forma parte del escenario de la Galicia preindustrial. Los primeros en dar respuesta a la propuesta fueron los jóvenes procedentes del colegio concertado de Educación Especial 'Estela', de la Asociación Síndrome de Down de Burgos, de entre 14 y 21 años, así como la colaboración de la profesora, Inés Santamaría, que plasmó sobre papel de estraza el trabajo, 'Pequeños caminos'. Según Manuel Estévez, 'la experiencia no ha podido ser más gratificante, ya que de este trabajo colectivo ha salido un diálogo entre la pintura y escultura, que se inaugurará en días venideros en la capilla y en la vivienda del antiguo encargado'.

17/09/2012
El Papel que protagonizó Lousado
A juzgar por el entorno, cualquiera diría que la mole fabril que dormita en Lousado dio con el municipio piñorense un día que el progreso se extravió por la N-525. Sin embargo, su partida de nacimiento certifica que la fábrica de papel profanó la floresta ourensana en 1840, mucho antes de que toneladas de asfalto tendieran un lazo entre Santiago y Benavente. En una de las aldeas que aún salpican una alfombra de verde espeso, cuesta adivinar que 8.000 metros de muro de granito abrazan el fósil de la industria papelera más próspera y longeva de la provincia.

Cuando el Estado moderno inventó la burocracia, el papel se convirtió en negocio y el río Arenteiro lo sembró por la comarca de O Carballiño. Las últimas luces del siglo XVIII decretaron el ocaso de la palabra como aval y recetaron papel contra el olvido. La obligación de rendir cuentas ante Dios y Administración animó la demanda en círculos eclesiásticos y despachos notariales. También la prensa, que amaneció con el siglo XIX en el noroeste del mapa español, reclamaba un soporte para explicar el mundo. Acostumbrada a saciar con la azada el apetito de la urbe, la Galicia rural supo cultivar en la cadena de montaje el terreno que transita la tinta. Cientos de aldeanos, que aprendieron a transformar trapos en papel antes que letras en historias, nutrieron una importante industria que se apagaría antes de cruzar la centuria.

Imagen de la noticia
Galicia llegó a contar 27 núcleos papeleros cuando el mercado colonial abarrotaba las arcas, pero la industria se arrugó a medida que el Imperio se despedazaba y la mayoría no llegó a vérselas con el siglo XX. El caudal regular del Arenteiro arrullaba las tres fábricas que hubo en Ourense, pero fue la de Lousado la que mejor aprovechó el baño. En el curso alto del río, un empresario santiagués construyó un espectacular dique que daría vida a las máquinas más punteras de la provincia. Antonio Rivero de Aguilar encerró entre los muros de Lousado un microcosmos en el que medio centenar de mujeres y una decena de hombres se dejaban la salud entre paredes húmedas y trabajos precarios. Muchos morían de calenturas antes de cumplir los 30. Varios criados atendían a sus patrones y 25 vacas pastaban el terreno inmenso que circundaba al gigante de piedra. Vivienda, huerto y graneros coloreaban la estampa industrial.

La campana de una capilla aledaña medía los tiempos de la jornada seis días por semana. Los domingos anunciaba misa de 12. En los años veinte, Fernando de Cárdenas adquirió la fábrica y endulzó con chocolate caliente el tañido dominical. Ingeniero de profesión y rojo de entendimiento, compartía mesa y beneficios anuales con sus trabajadores. Participar en la sublevación de Jaca le valió un desengaño y el exilio. Después de vender la fábrica, la capilla se convirtió en almacén, la campana se mudó de espadaña y la fábrica lo echó de menos. A mediados de siglo, las máquinas se quedaron sin resuello.

Cuando la historia se detiene entre caminos de tierra, el abandono suele comerse el granito a bocados. También lo intentó en Lousado. Sin embargo, el azar le paró los pies en los años sesenta.

El día que Hipólito Rodríguez Presas compró la fábrica, ni siquiera sabía lo que se escondía intramuros. Trabajaba en un banco y tenía unos ahorros, eso era todo. Su tío, que había querido comprar el complejo para dos hijos suyos, llegó furioso a la sucursal porque estos rechazaron el presente. “Yo lo compro contigo”, resolvió. Pero a su socio le faltó entusiasmo e Hipólito se hizo con todo el complejo.

Retiró zarzas, restauró el molino y se dejó maravillar por la minicentral eléctrica que moraba en el recinto desde 1921. Recuperó todo lo que no pudieron llevarse el tiempo, los espolios y un chatarrero de Lalín. Transformó varias estancias en granja avícola y se hizo viejo al pie de un magnolio cuyo tronco no cabe en un abrazo. Resuelto como el río pertinaz que coquetea con el esqueleto de la fábrica, no deja de discurrir nuevos proyectos para devolverle el aliento.

Hace unos años, le ofrecieron un millón y medio de euros por su tesoro piñorense. No lo vendió porque tenía un sueño. Quería convertir la fábrica en un centro de discapacitados y donó la mayor parte de los edificios al Ayuntamiento de Piñor, que en un plazo de cinco años podría disponer de las instalaciones para llevar a cabo el cometido.

Cuando mira a través de la ventana, recorre con el índice la geografía de su proyecto. “Ahí podrían vivir 50 o 100 chicos con sus profesores, y mas allá podrían montar unos invernaderos. La minicentral podría abastecerlos de electricidad”, fantasea. Cedió los terrenos en 2008, pero nada se ha movido desde entonces. No hay fondos ni se les espera. Pese a todo, la fábrica no se rinde y, de vez en cuando, se engalana con exposiciones que le alegran el semblante. En 2007, Telas al Viento coronó sus muros con vastos lienzos que vistieron el entorno de arte conceptual. Este verano, varios jóvenes de la Asociación Síndrome de Down Estela, de Burgos, dejaron su impronta en una muestra que puso a un centenar de artistas frente a otros tantos papeles de estraza. Sin reglas ni cortapisas, el único límite lo ponía una superficie amarronada de 30x40 cenímetros. Ahora, el papel de envolver que cocinó Lousado hace más de medio siglo deja su casa para visitar varias ciudades españolas mientras Hipólito, que diluye las tardes en la quietud de su feudo, sigue hilvanando sueños con los codos en el alféizar.

12/10/2012
A Rúa expone las obras de más de cien pintores y personas discapacitadas.
Uno de los espacios del Cine Avenida, hoy motor cultural del Concello de A Rua, acoge desde el pasado día 5 y hasta finales de este mes un proyecto colectivo de pintura, bajo el nombre de Artestr@za, que reúne trabajos de artistas contemporáneos y personas con discapacidad.

La exposición arrancó en la Antigua Fábrica de Papel de Lousado (Piñor), en la Comarca de Carballiño a mediados del verano, inaugurada por el Conselleiro de Educación y Cultura, Jesús Vázquez Abad, para el disfrute de las obras y de las instalaciones de la industria fabril, un espacio donado por el actual propietario José Hipólito Rodríguez Presas, con el fin de que se transforme en un Centro de Atención, Talleres y Lugar de trabajo para personas con síndrome de Down.

La muestra reúne a más de cien artistas procedentes de diversas Comunidades y países, además de jóvenes y menos jóvenes de varios centros con diferentes niveles de discapacidad.

Unos y otros han utilizado el mismo soporte para realizar sus trabajos pictóricos. Papel de estraza de 30x40 centímetros, el mismo que ha salido de la propia fábrica a orillas del río Arenteiro hace más de sesenta años. Un papel que permaneció escondido hasta ahora y plasmar un mensaje itinerante que viaje por las Comunidades de donde proceden los distintos participantes es uno de los objetivos del proyecto, según su Comisario, Manuel Estévez

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