Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

jueves, 3 de enero de 2013

El molino escondido en la ciudad, Ciudad de San Juan (Argentina). Artículo.


Autor Gustavo Martínez Puga
Hubo un tiempo, en las primeras décadas del 1900, en que a ese sector de la Ciudad se le llamaba popularmente el “Valle Escondido”. Allí estaba el Molino Sarmiento y la bodega Copello. Ésta última no sobrevivió al avance de la urbanización y parte de ella hoy en día está en medio de la plaza del barrio Kratz. Sin embargo, el molino si resistió y aún hoy en día parte de sus ruinas atestiguan aquellos años de esplendor industrial muy cerquita de la plaza 25 de Mayo.

Tapado por grandes carteles publicitarios en la calle de más tránsito, la avenida Alem, esas ruinas se resisten de pie por calle Arenales, la cual desemboca en la avenida. Incluso, gracias a un litigio judicial que hay por los trámites sucesorios de los dueños, esas ruinas no fueron voladas para que la Arenales termine de abrirse paso con todas las herramientas de la urbanización, tales como el pavimento, las acequias y las veredas.

Por eso hoy en día hay unos 100 metros de calle que no fueron asfaltados y están enripiados. Es más, allí hay una especie de curva para esquivar esas ruinas que en las últimas dos décadas sirvieron de refugio de linyeras y de murales de grafitis.

Los piletones que se almacenaban los productos hoy son depósitos de basura que no dan tregua a los obreros municipales que limpian el lugar e inmediatamente su trabajo se ve destruido por los transeúntes impiadosos que usan el lugar como depósito de escombros y residuos.

Imagen de la noticia
Además de esos piletones, en el lugar también quedó en pie una de las pocas obras hidráulicas anterior al terremoto del ´44 que arrasó con la Ciudad. Allí están los restos de una compuerta y parte de la estructura de acero que se usaba para hacer la molienda de los granos con la fuerza del paso del agua.

También sobrevive parte del gran canal que la daba vida al molino, el cual empezó a agonizar cuando por ese canal dejaron de mandar agua. Con el tiempo, el molino se transformó en un depósito, fue perdiendo empuje y terminó siendo un galpón abandonado.

Vinieron días de saqueo y robo de las estructuras. Hace algunos años atrás un incendio terminó por destruir lo poco que quedaba en pie. Todo esto sumó voces críticas de los vecinos del lugar que le terminaron tomando bronca a las históricas ruinas.

Ahora no ven la hora de que aparezcan las máquinas viales que terminen de urbanizar la calle Arenales. Y desconfían de la idea de que el lugar tenga una puesta en valor que dimensione la importancia de esas ruinas en la historia de la Ciudad.

No hay comentarios: