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viernes, 25 de noviembre de 2016

Proyecto de derribo de la antigua central térmica de Escucha (Teruel)

La Térmica de Escucha será derribada al no tener usos alternativos.
La Central Térmica de Escucha, que dejó de funcionar hace cuatro años, será demolida en un futuro más o menos próximo. La infraestructura, que pasó del pertenecer a E.On a manos de Viesgo, está todavíad entro del plan de cierre que finalizará con el desmantelamiento de la Térmica. Entre 2014 y 2015, se produjo ya el desmantelamiento parcial de elementos peligrosos como amianto o la retirada del excedente de carbón que todavía permanecía junto a la Central.

La compañía prepara ahora un borrador para el desmantelamiento total de la edificación al no haber encontrado alternativas a su uso. Este documento determinará las características de la demolición del edificio, así como el coste de esta medida, que se antoja bastante elevado dadas las dimensiones de las instalaciones. El Inaga ha establecido un plazo que concluye en mayo de 2017 para la presentación del proyecto de demolición, ya que el expediente de cierre de la planta se inició en el mismo mes en 2012. En verano la compañía aseguró que todavía no se había agotado el plazo, por lo que no contaba aún con la obligación de demoler la planta, que suspuso uno de los grandes sustentos de la Comarca de las Cuencas Mineras hasta que cerró sus puertas hace más de cuatro años. 

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En 2013, el Gobierno de Aragón trató de buscar alternativas para la Central y se mantuvieron conversaciones con el Circe y Térvalis, al considerar que podría reutilizarse para la fabricación o tratamiento de fertilizantes. Unas investigaciones que finalmente, al parecer, han determinado que no podrá ser reaprovechada en este sentido. Asimismo, la DGA no pudo llevar a cabo un proyecto de ciclo combinado para la zona, como se propuso en su día en la central de Escatrón. La caída de la demanda de la electricidad no permitió en su momento aplicar esta solución. 

La Térmica de Escucha, que tiene más de 40 años de antigüedad, cerró sus puertas el 31 de diciembre de 2012 y llegó a emplear en su momento álgido a más de 200 trabajadores. Su cierre fue un varapalo para la economía local y también para el Consistorio, que ingresaba 120.000 euros anuales gracias al uso de esta infraestructura. 
Fuente de la noticia http://www.lacomarca.net/

Viesgo ultima el proyecto para el derribo definitivo de la central térmica de Esucha.
La empresa Viesgo está ultimando el proyecto para derribar la central térmica de Escucha. El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) estableció un plazo de cuatro años que concluye en mayo de 2017 para buscar una actividad alternativa para las instalaciones o proceder a su desmontaje y demolición final.

Desde Viesgo antes E.ON, que es la propietaria de la central, señalaron que están "dentro de un proceso de cierre" y concretaron que están elaborando "un borrador para la demolición" que es el procedimiento habitual tras el cese de una actividad industrial de este tipo. Fuentes de la compañía indicaron que hubo una primera fase en la que buscaron usos alternativos para el edificio, pero los contactos establecidos con varias empresas entre ellas alguna de Teruel no prosperaron.

Ahora están preparando el proyecto de demolición que deberá aprobar el Gobierno Autonómico y, una vez hechas las modificaciones pertinentes si es necesario, se procederá a su demolición.

No todo el mundo está de acuerdo en que esta infraestructura, que forma parte de la imagen panorámica de Escucha desde el año 1970, se derribe. Así, hay una petición en la plataforma change.org para que no se derribe y el argumento que esgrimen es que se trata de "un icono" para la localidad. Plantean que su destrucción es "el camino fácil" y proponen buscar "fórmulas para darle una nueva vida, aunque sea difícil, que a la vez reviva a Escucha". El pasado viernes habían recogido casi 400 firmas.

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El alcalde de Escucha, Javier Carbó, precisó que los terrenos y las instalaciones son propiedad privada y especificó que al Ayuntamiento no tiene nada que decir, aunque añadió que lo que le gustaría es que "si se desmantela, se haga en condiciones y si se deja, también". Por otra parte, concretó que se trata de unas instalaciones en las que hay "materiales contaminantes" por lo que matizó que será los organismos competentes los que tengan que supervisar el futuro de esas construcciones.

La central, está situada en las inmediaciones del casco urbano de la localidad y en el momento de su construcción en 1970 era una de las más grandes de España. Estuvo en funcionamiento hasta que el 31 de diciembre del año 2012 cesó de forma definitiva su actividad y los trabajadores fueron trasladados o prejubilados.

En los primeros años tras el ceso hubo varios contactos con empresas, varias catalanas y una de Teruel, para el aprovechamiento de las instalaciones para una actividad vinculada con la generación de energía, pero fueron "infructuosos" como reconocieron fuentes de Viesgo. En el momento en que cesó la actividad la central estaba gestionada por E.ON Generación SL, que luego cambió su denominación empresarial por Viesgo.

El plazo que tiene la compañía para presentar el proyecto de desmantelamiento total de la central concluye el 3 de mayo de 2017. Este informe debe contener, según figura en el informe que el Inaga elaboró tras el cese de actividad en la planta, una previsión de las actuaciones a realizar para el desmantelamiento de equipos e infraestructuras en función del uso posterior del terreno, una descripción de los tipos y cantidades de residuos a generar en el desmantelamiento y el proceso de gestión tanto en las instalaciones como fuera de ellas. En ese documento deben de incluirse a su vez un cronograma de las distintas actuaciones así como el presupuesto previsto para todas las operaciones.

42 años funcionando
La central térmica se puso fue construida por Unión Térmica SA e inaugurada en 1970. y a partir de 1973 comenzó a quemar el carbón de Pozo Pilar, desde el que se construyó una cinta transportadora que todavía puede verse al circular por la travesía de la N-420 a su paso por Escucha.

La central eléctrica cesó su actividad el 31 de diciembre de 2012 y 18 de los 50 trabajadores que había en ese momento fueron trasladados a otros centros de trabajo de España. El resto se jubilaron o se acogieron a un plan de salidas voluntarias.
Fuente de la noticia http://www.diariodeteruel.es

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