Un
complejo hidráulico con futuro.
Artículo de La Verdad
El molino de Buenavista, conocido
también como molino del Escarambrujo, un complejo hidráulico que lleva
abandonado desde la muerte de su último propietario, Francisco Martínez
Guijarro, está en vías de recuperación. Al deterioro general de los inmuebles
tras años cerrados, se unieron los daños producidos por los terremotos de 2011,
que afectaron de lleno a las instalaciones. El proyecto en preparación pretende
la rehabilitación global y su posible utilización como un elemento importante
del patrimonio hidráulico preindustrial.
El molino del Escarambrujo,
denominación que corresponde al del paraje en que se ubica y que hace
referencia al fruto del rosal silvestre también llamado escaramujo, es un
ejemplo a conservar del protagonismo del agua como motor para actividades que
no tenían relación directa con la agricultura. La utilización del agua que,
procedente del embalse de Puentes, llegaba hasta la huerta como motor
hidráulico, tiene en este complejo un ejemplo total.
El Molino del Escarambrujo se
encuentra en la diputación de Parrilla, en el paraje ya mencionado, margen
derecha del río Guadalentín, por la que discurría el heredamiento de Alcalá, la
canalización más antigua de las que distribuían el riego a Lorca, cuya Real
Acequia fue construida finales del siglo XVIII para traer las aguas de los
pantanos recién construidos.
En esa época, según estudios
históricos y documentales realizados por la arquitecta María Trinidad
Albaladejo Soler, la primera edificación del complejo hidráulico se atribuye al
lorquino Antonio Robles Vives, Consejero de Hacienda y Superintendente de la
Real Empresa de Pantanos, cuñado del Conde de Floridablanca, ministro de Carlos
III. La fecha que aportan los documentos es que el primer molino harinero
estaba construido en 1786.
La acequia de Alcalá con nombre de
origen árabe, actualmente en desuso, porque fue sustituida por conducciones
subterráneas, era la que nutría de agua al molino del Escarambrujo, en el que
desde la primera mitad del sigo XIX funcionaron simultáneamente tres sistemas
hidráulicos. Se trata de una acequia que salvaba los desniveles del terreno con
acueductos, el más llamativo por su extensión el conocido por los Diecisiete
Arcos, y llevaba las aguas hasta la ciudad para su posterior distribución en
una zona de huerta.
El primero de los molinos harineros
que se edificó en el Escarambrujo se denominó del Cubo. Se trataba de un
edificio de tres plantas sobre rasante y un sótano. El proceso de la molienda
se realizaba en la planta baja, donde las muelas solera y voladera giraban y
molían el grano que había sido vertido desde el granero, situado en la última
planta, hasta la tolva y luego hasta las muelas.
Parte de esta edificación se
encuentra en la actualidad en estado ruinoso. La planta baja, por la calidad y
dimensiones de los sillares que componen el muro y los arcos principales, ha
resistido bastante bien el terremoto, pero la planta primera presenta un desplome
de su fachada principal que es cada vez mayor y empieza a ser peligroso. La
escalera de subida a la segunda planta, que estaba adosada, se ha caído.
Ese primer edificio se amplió en
torno a 1800 para albergar otro molino harinero, en este caso de los denominados
de aceña y un almacén. La diferencia con el anterior estriba en que el elemento
que hace girar todo el sistema hidráulico es una aceña o rueda vertical, aunque
el sistema de molienda es el mismo que en los molinos de cubo. Las ampliaciones
llevadas a cabo fueron de dos plantas.
La principal diferencia en relación
al edificio anterior estaba en que era perpendicular al mismo posiblemente para
aprovechar parte de su estructura. En la actualidad, los forjados de planta
baja y cubierta están en muy malas condiciones, las techumbres removidas y con
muchas tejas rotas que dejan entrar el agua cuando llueve.
Imagen de la noticia |
El batán, última ampliación
Todavía el complejo del Escarambrujo
incrementó sus instalaciones en el primer tercio del siglo XIX, concretamente
entre los años 1805 y 1835, con un nuevo edificio para albergar un batán.
Originariamente era una construcción de dos niveles con dos piezas separadas
entre sí por patios descubiertos, por donde se hacía caer el agua que movía las
ruedas de madera para accionar todo el sistema de batanado.
El edificio del batán tiene ahora
tres niveles y dos plantas principales que estaban en uso pero adaptadas para
la vivienda del propietario, con lo que el inmueble sufrió importantes
modificaciones. El tercer nivel es un patio abierto donde se encuentran las dos
entradas de agua a lo que fue el batán, desde la Acequia de Alcalá. Todos esos
niveles están unidos por una gran escalinata de piedra.
Al adaptarse estos espacios para
vivienda en 1969 se construyeron grandes bóvedas de ladrillo como apoyo de
nuevas cubiertas que cierran, casi en su totalidad, los patios posteriores.
Este edificio del batán también está en estado ruinoso y, tras el terremoto,
las medidas de emergencia que se tomaron fueron las de apuntalar la mayoría de
los arcos. La estructura se encuentra en relativo buen estado, teniendo en
cuenta que muchos de los muros son de sillares de piedra.
Robles Vives, en su testamento, dejó
en herencia «el molino llamado comúnmente de Buenavista» a su nieta María
Mendieta y Robles. En el año 1924 el molino harinero se transformó en fábrica
de harinas, por lo que la fuerza motriz dejó de ser el agua para pasar a la
electricidad. También la maquinaria se modernizó, abandonando la madera para
utilizar elementos metálicos.
Muy posteriormente, el complejo
perteneció a las familias de González Conde y de Regino Aragón, que lo
explotaron como fábrica de harinas hasta la guerra civil. Fue en 1969 cuando la
propiedad pasó a Francisco Martínez Guijarro y cesó en su actividad industrial,
aunque realizó una cierta recuperación de las instalaciones, aparte de
modificar el edificio del batán para convertirlo en vivienda.
Fuente
de la noticia http://www.laverdad.es
El
Casino, el Escarambrujo y Santo Domingo recibirán ayudas para su rehabilitación
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de la noticia http://www.laverdad.es/
Lorca.
El conjunto harinero del Escarambrujo.
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