La
obras en el Mercado del Val salvan las bóvedas del Esgueva sin toparse con
restos históricos.
Artículo
de J. Sanz para El Norte de Castilla
«Ahora mismo nos encontramos en la
fase más ingrata con las labores de cimentación y saneamiento, pero las obras
están en plazo y esperamos que el mercado esté listo entre noviembre y
diciembre como estaba previsto», coinciden en señalar los dos arquitectos que
dirigen los trabajos de remodelación integral del Mercado del Val, José María
Llanos y Juan Carlos Urdiain. Ambos aclaran que los trabajos de excavación han
alcanzado ya su cota máxima, a cinco metros de profundidad, sin toparse con
vestigios arqueológicos de relevancia que impidan su avance y, en especial, sin
alcanzar el nivel freático situado justo por debajo de este punto.
Las obras de vaciado del interior de
la estructura decimonónica, eso sí, han tenido que salvar sobre la marcha un
«pequeño tramo de la bóveda» en la que se enclaustró a partir del año 1850 el
antiguo ramal norte del Esgueva, que discurría por la paralela calle Sandoval y
que en uno de sus codos tocaba ligeramente el lateral del mercado construido
entre 1878 y 1882 –fecha de su inauguración–. «Hemos librado esa zona sin tocar
la bóveda de ladrillo modificando ligeramente ese lateral, pero sin apenas
perder espacio, de manera que se garantiza su conservación sin alterar
prácticamente el proyecto y el avance de los trabajos», añaden.
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Pero la excavación del enorme
socavón de cinco metros de profundidad, que ocupa una superficie diáfana de
2.168 metros cuadrados –112 de largo por 19 de ancho–, ha deparado en las
últimas semanas algunas pequeñas sorpresas, en principio de «escaso valor
arqueológico», pero que se están catalogando y que pasarán a formar parte de
los fondos del Museo Arqueológico de Valladolid. «Se trata de unas vasijas de cerámica que presumiblemente son del siglo
XVIII y que se encontraban en un pozo que debió utilizarse como vertedero de
los puestos de ‘malcocinados’ (casquería)que se instalaban en superficie
junto al ramal norte del Esgueva antes de la construcción del mercado», resume
el arqueólogo Jesús Misiego, de la firma Strato, que supervisa los trabajos que
ejecuta la constructora Sacyr.
Las obras de construcción del
mercado original del Val (1878-1882), que sucedieron o quizás llegaron a
solaparse con el soterramiento de los ramales norte y sur del río –se
ejecutaron entre 1850 y 1910–, fueron precisamente las que causaron a mediados
del siglo XIX la utilización del entorno como una gigantesca escombrera para
rellenar el desnivel de la antigua ribera y levantar encima la actual
estructura.
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Noticia
de diciembre de 2014. Los operarios de Sacyr toman el Val para rehabilitarlo en
doce meses
Artículo
J. Asua
Por fin». Con estas palabras recibió
ayer Felipe González, representante de los industriales del Mercado del Val, el
inicio de las obras de rehabilitación de las instalaciones de abastos, el
proyecto más importante del mandato municipal, en el que se invertirán doce
millones de euros. A primera hora de la mañana, operarios de Sacyr,
adjudicataria del tajo, y de la empresa Blape, tomaban el edificio para
vallarlo en todo su perímetro y comenzar el desmontaje de los antiguos puestos.
Durante los próximos doce meses, este enclave estará ocupado por las
excavadoras. Ayer algunos comerciantes de la zona se quejaban de que los
trabajos se iniciaran precisamente en la campaña de Navidad. «Podrían haber
esperado a enero porque a partir del día 20 aquí no va a trabajar nadie y nos
dejan sin aparcamiento», lamentaban en la tienda L’Alberca.
González acogió con satisfacción el
arranque y aprovechó para realizar dos propuestas. La primera, que ya que hay
que excavar a 16 metros «para coger firme» y habilitar la planta del
supermercado, se deje el subsuelo preparado –vacío– por si en un futuro se
reconsidera la idea de construir un aparcamiento, una solicitud que los
responsables de obra ven «poco viable». Mientras, el portavoz de los
industriales propone que la calle Sandoval, que en principio se plantea como un
bulevar, quede como zona de estacionamiento para los clientes, pero de una
manera «bien ordenada». Los industriales tienen intención de mantener el
convenio con el aparcamiento de Isabel la Católica y ampliarlo al de la Plaza
Mayor cuando se concluya la reforma del mercado histórico «porque lo más
importante es poner las cosas fáciles a los clientes». Además, el portavoz
considera urgente sacar a concurso los veinte puestos vacantes para comenzar a
configurar el reparto.
La concejala de Cultura, Mercedes
Cantalapiedra, avanzó que pasadas las Navidades se comenzará con ese proceso
mediante concurso o subasta y rechazó de antemano permitir coches en la calle
Sandoval «porque precisamente el bulevar peatonal» va a dotar de mayor
atractivo a un mercado que se acristalará en sus laterales. La edil acotó que
se está estudiando la implantación de una ‘zona roja’ de aparcamiento en las
calles cercanas que limitará el estacionamiento a una hora para favorecer la
rotación. «Ha sido un parto difícil, pero la obra ya está en marcha», se
felicitó la concejala, quien subraya que la financiación estará asegurada.
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