Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

martes, 26 de mayo de 2015

Los Silos de Burjassot (Valencia)

El conjunto de los Silos de Burjassot fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1982. Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad Politécnica con georradares descubrió algo insólito. En el subsuelo había más depósitos que tapones externos en el patio. El número pasaba de 41 a 47.

Foto de la plaza de los Silos, Diana Sánchez 2013

Silos de Burjassot, Diana Sánchez 2013
Los Silos de Burjassot: el granero subterráneo de la ciudad de Valencia.
Autor del artículo Daniel Muñoz para Las Provincias

Desde la Revolución Neolítica, el cereal ha ocupado un lugar central en la dieta de los pueblos asentados en el Mediterráneo. Su subsistencia dependía de la climatología y de las cosechas de grano, por lo que estas sociedades vivían siempre mirando al cielo y periódicamente el hambre hacía acto de presencia. Conscientes de esta realidad, el acopio y conservación del grano se convertía en la única opción para reducir esta dependencia, siendo habitual encontrar estructuras de almacenamiento frumentario, que han recibido diferentes denominaciones (horrea, graneros, silos.).

El Reino de Valencia no fue una excepción. La insuficiente cosecha de trigo hizo que esta región dependiese durante todo el Antiguo Régimen de las importaciones de grano para alimentar a una población creciente. La producción autóctona sólo cubría un tercio de la demanda total, por lo que Valencia necesitaba recurrir con asiduidad a la importación de grano, tanto por mar (Sicilia, Cerdeña, Norte de África) como por tierra (de Castilla principalmente).

Esta situación de dependencia, heredada del periodo medieval, se agudizó durante el siglo XVI, obligando a los Jurados de Valencia a plantearse la necesidad de tomar cartas en el asunto. El incremento demográfico, un suelo y clima poco aptos para el cultivo del cereal y la insuficiencia y deterioro del cereal en los sistemas de almacenamiento tradicional, determinaron que se iniciase la construcción de los denominados silos de Burjassot, cuya función era almacenar y conservar trigo suficiente con el que abastecer a la ciudad de Valencia, como se hacía en otras ciudades españolas, y en otros lugares del Reino de Valencia (Onda, Alcalà de Xivert, Nules, entre otros).

En 1573 se ponía la primera piedra para espantar el fantasma del hambre o, al menos, reducir su devastador impacto sobre la población urbana de Valencia. Fue durante este año cuando el Consell General decidió adquirir los terrenos e iniciar la construcción de los silos de Burjassot, definidos por Esclapes como una «obra de las más útiles, fábrica de la más excelente y digna de emitarse donde tuvieren proporción». Los trabajos, llevados a cabo en diferentes fases constructivas, se prolongaron durante 233 años, hasta 1806, dando lugar a un conjunto arquitectónico y patrimonial sin parangón en España, como han demostrado los trabajos de Roberto Blanes o Luis Expósito.

En septiembre de 1573 se había concluido la primera fase, con la construcción de tres silos, cuyo artífice fue Sancho del Camino. Tras comprobar el perfecto estado de conservación del grano en mayo de 1574, el Consell le encargó al mismo Sancho la construcción de otros tres, con una capacidad global de 2.000 cahíces. En 1575 se ordenó la construcción de 11 silos más junto a los anteriores, encargados esta vez a Joan Alfafara. En 1578 se construyeron otros cinco, ocho más en 1580 y otros 4 en 1585. De los silos posteriores no se tiene noticia de su fecha exacta de construcción, aunque las obras de ampliación continuaron hasta comienzos del siglo XIX.

La peculiaridad de los silos de Burjassot estriba en su carácter subterráneo y su elevado número y concentración, a fin de satisfacer la demanda de una de las ciudades más populosas del Mediterráneo. La loma que los alberga reúne unas condiciones óptimas para este tipo de instalación, debido al carácter seco (evitando así problemas de humedad) y la facilidad de horadar la roca caliza de que está compuesta. El conjunto está distribuido en una gran explanada, casi cuadrada, con una elevación de unos 55 metros sobre el nivel del mar, enlosada y cercada. Una serie de aberturas, de aproximadamente 60 centímetros de diámetro, daban acceso a los silos, permitiendo almacenar o extraer el grano en función del momento. Junto a estas estructuras subterráneas, el conjunto se completó con diferentes estructuras auxiliares, como almacenes en superficie y un aljibe; además de otras con finalidad religiosa, como la ermita de San Roque y una cruz gótica, sobre un pedestal y columna estriada, que preside la explanada.

Todavía hoy existe la duda sobre el número exacto de silos y la capacidad total de los mismos, ya que algunos autores se refieren a 43 silos, mientras que otros hablan de 41. En la actualidad, los depósitos que pueden contabilizarse en la explanada son 41, coincidiendo con la inscripción conmemorativa por el final de obra establecida en el año 1806. En ella se nos indica que la ciudad de Valencia «en el año 1573 empezó la obra de estos 41 silos capaces de 22.270 cahíces de trigo. La concluyó de sus fondos en el año 1806, reinando Carlos IV». Roberto Blanes apunta la posibilidad de que esta diferencia se deba a que dos silos pudieron sufrir deterioros que obligaron a su clausura y abandono. Este mismo autor ha calculado la capacidad de almacenamiento de todos los silos (cuyo tamaño varía entre 150 y 1278 cahíces), demostrando que superaba los 45.000 hectolitros de grano, a razón de 201 litros por cahíz.

Resulta difícil imaginar las vidas que salvó esta infraestructura pública durante toda la época moderna, librando del hambre a la población de Valencia en incontables ocasiones. Más recientemente, durante la Guerra Civil, también salvó vidas, aunque de un modo bien distinto, sirviendo como cárcel y refugio antiaéreo. Tras ser declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1982, en la actualidad los silos de Burjassot son visitables y representan un singular conjunto arquitectónico en pleno corazón de esta localidad de L'Horta Nord.

Vista entradas silos, Diana Sánchez 2013

Burjassot abre el granero de Valencia
Los depósitos subterráneos que almacenaban trigo, al descubierto por primera vez.

Más información de los silos de Burjassot

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