Como imagen del día os presento varias fotografías de las noticias del desmantelamiento de la antigua fábrica Clesa de Alicante, una de ellas se puede ver como posan diversas personas que se dedican a extraer materiales de las antiguas instalaciones.
Imágenes de la noticia |
A continuación os transcribo la noticia aparecida el 7 de enero de 2012.
Decenas de personas desmantelan la antigua fábrica de Clesa
Reducida a escombros. Así ha quedado la antigua fábrica de Clesa, ubicada en la avenida de Novelda, a la altura de Ciudad Jardín. Desde hace dos meses decenas de personas pasan mañana, tarde y noche extrayendo el hierro que queda en los cimientos de esta fábrica abandonada para después venderlo y sacar algo de dinero.
Una labor para la que no escatiman recursos por peligroso que sea, como lo atestigua la muerte de un joven el pasado verano tras recibir una descarga eléctrica en una de las naves abandonadas de la fábrica. Mediante bombonas de gas y oxígeno, varios hombres alimentan sopletes con los que van cortando las vigas que sustentan lo poco que queda en pie de esta antigua empresa y un generador permite poner en marcha una "motopico" para perforar la piedra. "No nos da miedo, sabemos lo que hacemos", señalaba esta semana un joven que está en el paro tras haber trabajado durante muchos años como encofrador. "En la construcción ya no hay trabajo, por lo que ésta es la única manera de ganarme la vida, curiosamente desmantelando lo que antes me dedicaba a levantar, aunque esto es como los puzzles, es más fácil desarmarlos que hacerlos".
Por cada kilo de hierro extraído las chatarrerías pagan entre 19 y 20 céntimos, un negocio que les compensa pese a la cantidad de horas que, afirman, pasan trabajando. "Por esa viga que ves ahí me van a dar 250 euros, merece la pena", asegura otro ex trabajador de la construcción que ahora se gana la vida buscando hierro. El recinto en el que se levantaba la que en su día fue una próspera empresa, que cerró hace seis años, se ha convertido ahora en un solar lleno de escombros, donde lo poco que queda en pie se reparte escrupulosamente entre quienes no tienen otra manera de ganarse la vida y acceden con facilidad al recinto, que carece de protección. "Esta zona nos pertenece a varias familias gitanas y en la otra parte trabajan unas 30 personas, payos, gitanos, rumanos, árabes... todos nos llevamos bien y no hay problemas". Sin embargo no siempre ha sido así. "Al principio había bastante tensión", explica un hombre mientras rompe a martillazos un muro. "Eramos demasiada gente y por las noches nos teníamos que quedar a dormir en colchones porque si no venían otros con furgonetas y se llevaban nuestro hierro".
El único trozo de fábrica que queda exento del reparto es la caseta donde murió electrocutado el joven y donde un ramo de flores y una vela reposan bajo un mensaje grabado en la pared que reza "tu mujer e hijo te quieren". A unos metros, se levanta un bloque de tres pisos cuya parte superior aún no ha podido ser desmantelada, todo un tesoro en forma de hierro que durará poco tiempo. "Lo hemos intentado tirar enganchando una de las vigas con cadenas a dos camiones", explica el responsable de una de las cuadrillas. "Fue imposible moverla, así que hemos conseguido una grúa y mañana o pasado vamos a traerla para derrumbarlo, porque de ahí hay mucho que sacar". Mientras habla, varios menores corretean por el solar, junto a montañas de escombros y papeles en los que hay anotadas cuentas y balances de la antigua empresa y que ahora sirven para hacer fogatas. "Esta es una forma honrada de ganarnos la vida", explica un joven que desde hace dos meses pasa seis horas diarias en el solar buscando hierro. Un sistema en el que, para él, todos ganan. "Nosotros conseguimos unos euros y al Ayuntamiento le hacemos un favor, porque derruir todo esto le saldría carísimo".
1 comentario:
Muy Interesante..
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