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Las máquinas ganan la batalla a la historia de la Fábrica de Lápices de Ferrol.
No ha sido necesario que viésemos caer la primera hoja del calendario del 2012 para que el acuerdo plenario del pasado 29 de diciembre que autorizaba el derribo de la Fábrica de Lápices de Ferrol se haga efectivo. Este miércoles, un grupo de trabajadores iniciaba la retirada de uno de sus elementos más emblemáticos, la chimenea situada en la zona central del recinto.
Horas antes, esos mismos operarios procedían a la limpieza del interior del amplio inmueble, abandonado desde mediados de los años ochenta y en un evidente estado de deterioro. La fábrica de 'Hispania' se trasladaba a este emplazamiento, de 3.500 metros cuadrados de superficie, en 1942, apenas ocho años después de la creación de la firma.
La promotora inmobiliaria Jerpu prevé levantar en la zona dos edificios, con un total de 50 viviendas, y crear un entorno verde de 650 metros cuadrados de superficie. El proceso de supresión de tan característico elemento de la traza urbanística, aunque haya comenzado con premura, podría verse dificultado por diversos condicionantes técnicos.
Críticas de la oposición
Los primeros movimientos en la Fábrica de Lápices han suscitado reacciones en la oposición. Izquierda Unida convocaba para la tarde de este miércoles una concentración ante las instalaciones "para evitar su derribo y en protesta por la presencia de maquinaria" para demolerla. A la convocatoria respondían unas 30 personas, bajo el lema 'No al derribo, no a la especulación'.
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La coalición de izquierdas sostiene que "sigue sin resolverse el recurso de alzada presentado por IU para detener el derribo", en el que la formación reclamaba "una suspensión cautelar de cualquier acción". Asimismo, denuncian "las prisas interesadas del gobierno del PP, obedientes como siempre a los intereses de la especulación inmobiliaria".
Por su parte, el BNG ha considerado como una "mala noticia" el inicio del derribo, lamentando que el Ayuntamiento "no esperase a la redacción del Plan Especial para Ferrol Vello" y dotarse de "una visión del papel que este conjunto arquitectónico juega en la configuración de barrio y en el conjunto de la ciudad".
En su opinión, "resulta preocupante el proceso constante de descatalogación y de minusvaloración del patrimonio arquitectónico y urbano de nuestra ciudad", estimando que "parece que se quiere borrar cualquier señal de memoria, de identidad, que olvidemos lo que fuimos en un pasado tan reciente".
Peticiones de los arquitectos
Uno de los primeros colectivos que alzó su voz en contra de la desaparición de la fábrica del barrio de Ferrol Vello fue el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, que aboga desde hace años por su transformación en un equipamiento sociocultural.
Entre los argumentos que esgrimían para reclamar la paralización de la iniciativa, figuraba la reciente declaración de la barriada como Bien de Interés Cultural, aseverando que, hasta la aprobación de un Plan Especial, no se podían acordar "cambios que afecten a la armonía del conjunto" o nuevas construcciones.
Los arquitectos pedían la conservación de la chimenea, primer elemento afectado por la demolición, y del antiguo bloque de oficinas, estimando que la pervivencia de ambas áreas no condicionaría "el aprovechamiento urbanístico de la parcela".
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A juicio del COAG, la Fábrica de Lápices constituía el ejemplo "más destacable de la arquitectura industrial racionalista" en Ferrol. Finalmente, su solicitud de inclusión de la superficie en el catálogo de bienes protegidos del Plan General de Ordenación Municipal no ha sido escuchada.
Promoción residencial
La promotora, según fuentes municipales, ya ha cumplido con todos los requisitos precisos para arrancar con la demolición, autorizada por "silencio administrativo". El consistorio daba luz verde al proyecto tras recibir el visto bueno del departamento autonómico de Patrimonio.
El gobierno municipal abordaba, un día antes de su aprobación en pleno, las sentencias judiciales y escritos remitidos por la Xunta de Galicia en el seno de la comisión de Urbanismo y Medio Ambiente, afirmando que esos documentos "instan al Ayuntamiento a autorizar el derribo".
En esa misma comisión se rechazaban las alegaciones a la modificación puntual del planeamiento urbanístico que rige sobre la parcela. Cambios legales que fueron comunicados, con posterioridad, al Gobierno gallego.
La administración local aseguraba en diciembre que se veía "en la obligación de cumplir con las sentencias judiciales" y que éstas "no abren la posibilidad de exigir" la conservación de parte de la fábrica.
IU pide a Patrimonio la paralización de la demolición de la fábrica de lápices.
Noticia 19/01/2012
El derribo de la Fábrica de Lápices comienza por su emblemática chimenea.
No hay vuelta atrás para la Fábrica de Lápices. Aunque la sentencia del TSXG dejaba el camino abierto al derribo de la edificación de Ferrol Vello y la licencia para esta actuación, por silencio administrativo, confirmaba que esta sería una realidad, no fue hasta principios de esta semana cuando quedó claro que no se conservaría nada de la fábrica. Las escasas dudas que pudiesen existir sobre si se mantendría al menos la chimenea, como reclamaba el Colegio de Arquitectos de Galicia por ser un elemento significativo, quedaron despejadas en la primera jornada de los trabajos de derribo, ya que precisamente este elemento fue el centro de la diana en una vistosa actuación.
Los trabajos previos a la demolición comenzaron a principios de semana, con la presencia de máquinas en el interior de la edificación donde se acumulaban escombros y también maleza y arbustos, que fueron retirados antes de iniciar el proceso de demolición.
Ayer comenzaron estas polémicas obras, que ejecuta la empresa Jerpu con la intención de levantar en la zona un edificio residencial, y también volvieron a aflorar algunas críticas –EU y BNG– a la actuación del gobierno local, al no haber impedido que se llegase a esta situación.
Pero no fueron solo políticas las voces que se levantaron con el inicio del derribo. Los vecinos de la zona también alertaron –se lo comunicaron al alcalde a través del facebook– de la aparición de grietas en algunas de las viviendas próximas y el concejal de Urbanismo, Guillermo Evia, fue avisado de la presencia de cascotes en la calle, por lo que ordenó una inspección, con el fin de que la actuación guarde las medidas de seguridad que implica cualquier obra de estas características.
Con respecto a posibles grietas en los edificios próximos, Evia señaló que sería una responsabilidad civil de la empresa y que supone que tendrá un protocolo al respecto, aunque no es competencia del Concello.
Conservación > Mientras en Ferrol Vello caían los primeros cascotes de la chimenea, en el Concello, el responsable local de EU, Suso Basterrechea, continuaba reclamando que se conservase este elemento. Así anunciaba la petición en el registro de la Xunta de una entrevista con José Manuel Rey Pichel, director xeral de Patrimonio Cultural, para abordar la situación de la Fábrica de Lápices y reclamar la suspensión cautelar del derribo hasta que se resuelva el recurso de alzada presentado por esta formación política con el objetivo de salvaguardar esta pieza del patrimonio local.
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Aunque ya es imposible que se evite el derribo, la solicitud seguirá adelante. El responsable local de EU señaló, además, que parecería lógico esperar a esta resolución antes de iniciar el derribo. “As prisas son malas conselleiras”, apuntó Basterrechea, que considera que el inicio de estas obras de forma tan apresurada busca “evitar protestas da cidadanía”.
Aunque eso fuese así, no se consiguió, ya que Esquerda Unida anunció ayer una serie de actuaciones para manifestar su oposición a esta eliminación de una edificación que forma parte de la historia de la ciudad.
Así, convocó ayer a las siete de la tarde una concentración en el entorno de la propia fábrica, a la que asistieron varias decenas de personas, que lanzaron consignas contra la especulación urbanística y a favor de la conservación de la fábrica ferrolana.
Esquerda Unida criticó la actitud del gobierno local, “que se escuda nunha sentenza cando podía ter presentado un recurso como fixemos nós”. EU hizo extensiva la crítica a otras actuaciones que plantea el gobierno local y que, dice Basterrechea, basa en informes técnicos pero se traduce en demoliciones y talas.
En la misma línea se manifestó el grupo municipal del BNG, que calificó de “mala noticia” el inicio de los trabajos de derribo, al tiempo que lamentó que el gobierno local no esperase a la elaboración del plan especial de Ferrol Vello, para poder tener una visión del papel que este conjunto arquitectónico juega en la configuración del barrio, declarado BIC, y en el conjunto de la ciudad.
Asimismo, el BNG considera “preocupante” el proceso de descatalogación y de minusvaloración del patrimonio arquitectónico y urbano de la ciudad, que se deja ver en decisiones como la de la Fábrica de Lápices o del Bambú Club.
En este sentido, el BNG habla de la pretensión de “borrar calquera sinal de memoria, de identidade, do que fomos nun pasado tan recente no que a Fábrica de Lápices era unha fábrica e o Bambú Club un lugar de encontro”. Esta formación apuesta por asumir el valor de estas edificaciones como positivo y exclusivo, además de generador de riqueza tanto económica como ambiental y pide al gobierno que actúe en esta línea.
Diario de Ferrol
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