Interesante
editorial del periódico La Crónica sobre el turismo industrial de León.
De cómo se adapta cada
uno a sus propias circunstancias se pueden concluir los motivos por los que
unos pueblos crecen y otros mueren definitivamente. En la provincia de León hay
demasiadas industrias cerradas, industrias que han hundido en profundas
depresiones económicas y sociales a comarcas enteras, pero en su conversión a
recurso turístico está la esperanza para muchos de los habitantes de estas
zonas, en especial de las cuencas mineras, y en proyectos de futuro que
permitan dinamizar la economía local y atraer cada vez más inversión del
exterior. Aunque probablemente en ningún caso el turismo pueda convertirse en
un motor económico tan importante como lo fue la industria, lo cierto es que se
convierte en una alternativa, quizá la única posible, al proceso de
desaparición de toda actividad económica. En ese trabajo, los pequeños
ayuntamientos deben contar con la ayuda de otras instituciones, especialmente
Junta de Castilla y León y Diputación Provincial, puesto que de otra manera les
será imposible contar con el presupuesto necesario para poner en marcha
proyectos de entidad que conviertan zonas deprimidas en recursos turísticos.
Buen ejemplo de todo esto es tanto el Museo de la Ciudad de la Energía que
acoge Ponferrada, y que desde hace algunos meses es parada obligatoria para
todos aquellos turistas que visitan la capital berciana. En un mes, registró un
total de 12.753 visitas, lo que demuestra las posibilidades que se abren
gracias al turismo y que de paso sirven para conocer mejor el pasado de la
zona, ya que si la industria se puede convertir en recurso turístico, también
pasa a ser cultura de las zonas que transformó con su actividad. El otro gran
ejemplo que nos encontramos en la provincia de León de patrimonio industrial
convertido en recurso turístico es el del Museo Minero de Sabero, que el año
pasado contó con un total de 25.300 visitas, visitas que de otra manera nunca
se hubieran detenido en el que es uno de los valles más fascinantes de la
provincia. Pero quedan muchos proyectos en el aire. Uno de ellos, sin ir más
lejos, es la segunda fase de ese Museo Minero de Sabero, la mina la Sucesiva
que permitirá al visitante conocer lo que es bajar a una explotación de
interior. Además, otros ocho proyectos relacionados con el patrimonio
industrial esperan inversiones por parte de la instituciones para dar un futuro
ilusionante a las comarcas a las que se les ha negado el pasado.
La Crónica
No hay comentarios:
Publicar un comentario