Comunidad
Valenciana
La amenaza sobre los azudes
centenarios se extiende a cinco ríos.
La
Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, un ambicioso proyecto que busca
recuperar la morfología natural de las cuencas españolas, supondrá la
desaparición de numerosas piezas del patrimonio hidráulico de la Comunitat
situadas en cinco ríos valencianos. En algunos casos se trata de obras
centenarias, como el Azud de la Font del Sapo, en el Vinalopó, que está datado
en el siglo XVIII, y en otros, de vestigios de centrales eléctricas primitivas.
Esto ha provocado rechazo de ayuntamientos, plataformas ciudadanas y
asociaciones, que en los últimos días han llegado a remitir cartas a la
ministra Rosa Aguilar para evitar la demolición de las estructuras.
Azud Font del Sapo, imagen de la noticia |
Es
algo parecido a lo sucedido con el azud de la Marquesa, donde ya ha empezado el
derribo para su posterior reconstrucción, si bien la actuación no está dentro
de la Estrategia aunque persigue el mismo fin.
El
plan, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente, se divide en actuaciones
en tramos degradados que ejecutan las Confederación Hidrográficas. En el caso
valenciano, supondrá la demolición de presas en el Vinalopó (cinco), Serpis
(tres) y Mijares (cuatro). Además, se trabaja en el proyecto del Júcar (se
prevé eliminar 2) y en el del Turia (1). También se actuará en los ríos
Cabriel, Magro y Verde, aunque no habrán demoliciones.
Según
fuentes de la Confederación del Júcar (CHJ), en el caso de los dos principales
ríos de la Comunitat los proyectos todavía no se han terminado, si bien es
cierto que existe un esbozo donde se esgrimen las líneas maestras de la
actuación, empleado para darla a conocer durante las jornadas de participación
publica del proyecto.
La
Estrategia tiene ya varios años y responde a la necesidad de conseguir la mejor
calidad ecológica de los ríos en 2015, una exigencia de la Directiva Marco del
Agua. A grandes rasgos, se persigue devolver los tramos a su estado natural. Se
prevé eliminar flora invasora, ampliar los cauces sobre terrenos agrícolas
próximos, retirar residuos, rehabilitar riberas y garantizar la continuidad
transversal, esto es, evitar el efecto barrera de azudes y compuertas, al
considerar que suponen un salto infranqueable para los peces. Se proponen
derribos si están en desuso o adecuaciones para posibilitar el paso de la
fauna.
El
día 13, María Rosa Suárez-Inclán, presidenta del Comité Nacional del Consejo
Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), remitió una carta a la ministra
de Medio Ambiente trasladando su preocupación por los proyectos de la
Estrategia.
«El
Plan contribuirá sin duda al saneamiento de nuestros ríos, pero también está
provocando una alarmante e innecesaria destrucción de elementos positivos, no
contaminantes ni consumidores de caudal, sino beneficiosos desde un punto de
vista ecológico por la producción de oxígeno generada por su fuerza motriz y su
función de reserva estival para la preservación de especies fluviales», reza la
misiva en relación a los azudes y molinos asociados, «elementos estos que
constituyen, además, una riqueza patrimonial de gran importancia en sentido
histórico, cultural y paisajístico».
En
la actualidad, ICOMOS es una oenegé que asesora a la Unesco en materia de
patrimonio cultural, y este año dedicó el Día Internacional de los Monumentos y
los Sitios, precisamente, a los elementos históricos relacionados con el agua.
Algo
parecido sucedió a finales de 2010. En este caso, la carta fue remitida por el
presidente de la Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos,
Antxon Aguirre. «Las acciones que más nos inquietan son la eliminación de los
azudes, elementos indispensables en los molinos, batanes, ferrerías, serrerías
y otros ingenios que utilizan el agua retenida en los azudes». Además,
argumenta que «no consumen el agua con la cual trabajan ni la contaminan».
También
ha existido rechazo municipal. En el caso del Serpis, durante la fase de
participación pública se consiguió preservar dos de las cinco estructuras a
demoler (la del Infern y la de Morú), vinculadas con la producción eléctrica.
Sin embargo, el Ayuntamiento opta por mantener todas las presas.
2.000 firmas para preservar las
estructuras del Vinalopó
El
proyecto que afecta al Alto Vinalopó ha sido el que ha recibido una mayor
contestación social y municipal por el valor etnológico de las estructuras. De
hecho, tras conocerse la Estrategia se constituyó la Plataforma de Defensa dels
Assuts, que ha recogido más de 2.000 firmas de particulares y entidades para
evitar la eliminación de cinco represas: Els Brulls, Font de la Coveta, La
Borrera, Font del Sapo (molí de l'Ombria) y el del Camp de l'Or.
Se
trata de ejemplos del patrimonio industrial del siglo XIX, muy ligado al
desarrollo papelero de Banyeres, si bien el azud de la Font del Sapo y su
molino datan de finales del XVIII, según apuntan desde la entidad. Además,
argumentan que están integrados en el entorno y que no generan amenazas a la
fauna, sino que colaboran en garantizar la biodiversidad al servir de refugio a
la fauna piscícola en épocas de sequía.
También
ha existido rechazo a nivel municipal. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Banyeres
ha propuesto la declaración de Bien de Interés Cultural para los azudes y sus
ingenios hidráulicos asociados. De hecho, el municipio trabaja desde hace años
en un proyecto para crear una ruta cultural entre los molinos y los azudes de
la zona. De momento, se han realizado labores de mantenimiento en algunas de
las construcciones especialmente deterioradas.
La
propuesta municipal, en el caso de que sea tenida en cuenta, complicaría la
demolición de las estructuras centenarias. A juicio de la Asociación para la
Conservación y Estudio de los Molinos, los ingenios hidráulicos deberían de
gozar de una figura de protección general por su carácter histórico, cultural y
paisajístico.
Las Provincias
Además
de estas noticias voy a reproducir las siguientes denuncias que realizaron ACEM
e ICOMOS con relación a los efectos negativos de la Estrategia Nacional de
Restauración de Ríos (en particular el asunto del Azud de la Marquesa).
27/11/2010
Carta dirigida a la
Sra. Ministra de Medio Ambiente, en defensa de los azudes y sus correspondientes ingenios hidráulicos
de parte de la Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos (ACEM).
Señora Ministra:
La Asociación para la Conservación y
Estudio de los Molinos (ACEM) que presido, sigue con interés e inquietud las
acciones que a partir de la presentación del Plan Nacional para la Regeneración de Ríos
(PNRR) se vienen desarrollando por las autoridades de las diferentes Cuencas
Hidrográficas, una actividad que comenzó en los ríos salmoneros de la vertiente
cantábrica, pero se ha extendido al resto de cauces peninsulares con la
colaboración de asociaciones conservacionistas, sociedades deportivas y voluntarios.
Las acciones que más
nos inquietan y que han decidido a la Junta Directiva de ACEM a
hacerle llegar esta carta, son en concreto la eliminación de los azudes,
elementos indispensables en los molinos, batanes, ferrerías, serrerías y otros
ingenios que utilizan el agua retenida en los azudes y transportada por los
caces hasta los diferentes ingenios, en la mayoría de los casos durante más de
cien años y en algunos hasta de más de quinientos.
Los ingenios que
constituyen nuestra preocupación por el riesgo que afrontan, tienen una
cualidad que deseo poner en evidencia: no consumen el agua con la cual
trabajan, no la contaminan; por el contrario la oxigenan al generar fuerza
motriz. Son por tanto ecológicos y han servido para la mejora de las
condiciones de vida de la población de nuestro país hasta muy recientemente.
Los azudes y los
ingenios a los cuales alimentan se encuentran muy ligados a nuestra historia,
nuestra cultura y nuestro acervo etnológico. Incluso desde el aspecto
medioambiental poseen dos importantes cualidades. Por un lado es indiscutible
su valor paisajístico y estético, tanto
que muy a menudo los más paisajes más valorados por los usuarios son los
remansos de los azudes, sin contar su empleo como zonas de baño. Por otro lado,
es notoria su importancia como única reserva de agua estival en buena parte de
los pequeños ríos peninsulares, lo que permite sobrevivir a pequeños cardúmenes
de peces y anfibios, que en muchos casos no podrían sobrevivir sin ellos.
No proponemos que se
detenga el PNRR y no es nuestra intención poner obstáculos al saneamiento de
los cauces, pero pedimos que se recuerde que nuestros ríos y los ingenios que
acogen, son un importante legado cultural y patrimonial, testimonio de la
relación histórica de nuestros pueblos con los ríos y otros muchos elementos
construidos, que permanecen aún en la memoria y es probable que pronto sean
candidatos a una declaración de Patrimonio de la Humanidad que se está
gestando.
En ocasiones se ha
presentando la demolición de pequeños azudes como un éxito a favor del río como
si esa pieza histórica fuera la causante de la degradación de sus aguas o sus
riberas. Entendemos que la restauración y saneamiento de nuestros ríos es
compatible con la conservación del patrimonio edificado a lo largo de los
tiempos. Es más: patrimonio natural y patrimonio edificado son dos caras de una
misma realidad que es el paisaje, entendido este en los términos planteados en
el Convenio Europeo del Paisaje.
Los azudes y sus
molinos forman parte del paisaje de ciudades como Zamora, Murcia, Alcalá de
Guadaira y muy especialmente Córdoba, cuya imagen no se entendería sin los
molinos y azudes que humanizan su cauce, una circunstancia que sabemos conoce a
la perfección y por ello sabrá entender nuestra preocupación.
En nuestra opinión, es
imprescindible que para llevar a cabo los proyectos de restauración de ríos sea
necesario solicitar también el parecer de historiadores, etnólogos,
arquitectos, ingenieros y profesionales de otras disciplinas, así como a las
Asociaciones como ACEM, Fundaciones como Juanelo Turriano, TICCIH,
Universidades y otras Instituciones y expertos del ámbito cultural para evaluar
el interés de los diferentes azudes que merezcan preservarse.
Por todo esto, y con
el fin de que conozca nuestra posición al respecto y lograr una restauración
respetuosa de nuestros ríos, le solicitamos mantener una entrevista para tratar
el asunto que le planteamos y buscar conjuntamente la mejor solución, rogándola
encarecidamente que curse una moratoria urgente al derribo de azudes.
San Sebastián, a 27 de
noviembre de 2010
13/06/2011
Carta dirigida a la
Sra. Ministra de Medio Ambiente de ICOMOS COMITÉ NACIONAL ESPAÑOL (COUNCIL ON
MONUMENTS AND SITES CONSEIL INTERNATIONAL DES MONUMENTS ET DES SITES)
Señora Ministra:
Como sin duda sabe,
este año ha sido dedicado al Patrimonio del Agua por el ICOMOS, organismo
científico asesor de la UNESCO, un bien reconocido y celebrado en todo el mundo
como tesoro cultural y natural de la humanidad.
Sin embargo, en
nuestro país son numerosas las quejas y denuncias procedentes de personas y
entidades que, con motivos bien fundamentados a nuestro parecer, nos exponen la
grave destrucción del patrimonio hidráulico español, de carácter histórico, que
las distintas Confederaciones Hidrográficas están llevando a cabo en nuestros
ríos como consecuencia del Plan Nacional para la Regeneración de Ríos
(PNRR).
Según las evidencias
que nos han sido acreditadas, tal destrucción está afectando de modo particularmente
negativo a los azudes y los ingenios hidráulicos que, a lo largo de la
historia, han venido representando la expresión de la sabiduría y la
experiencia humana en el aprovechamiento del agua sin merma de la riqueza
fluvial y la calidad ambiental.
El mencionado Plan
contribuirá sin duda al saneamiento de nuestros ríos, pero también está
provocando una alarmante e innecesaria destrucción de elementos positivos, no
contaminantes ni consumidores de caudal, sino beneficiosos desde un punto de
vista ecológico por la producción de oxígeno generada por su fuerza motriz y su
función de reserva estival para la preservación de especies fluviales.
Elementos éstos que constituyen, además, una riqueza patrimonial de gran
importancia en sentido histórico, cultural y paisajístico.
Creemos sinceramente
que el saneamiento de nuestros ríos requiere también respetar y salvar dichos
elementos. Sin embargo, mientras escribimos estas líneas, recibimos,
consternados, la noticia de que se está procediendo a la destrucción del azud
de la Marquesa, en término de Cullera, demarcación correspondiente a la
Confederación Hidrográfica del Júcar. Lamentaríamos profundamente que esta
acción se culminase bajo su mandato ministerial y apelamos a su buen juicio
para que, con base a lo expresado por ésta y otras entidades amantes y
defensoras de nuestro patrimonio fluvial en sentido amplio, tenga a bien
someter a reconsideración tan grave atentado contra el mismo.
MANIFIESTO DE ACEM CON
MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LOS MONUMENTOS Y LOS SITIOS DEDICADO AL
PATRIMONIO CULTURAL DEL AGUA
El legado patrimonial
del agua es uno de los tesoros más valiosos de los españoles. La sabiduría
indígena, unida a la ingeniería romana, al vasto repertorio andalusí de
conocimientos hídricos y a los avances mecánicos de otros países europeos dio
lugar en nuestra tierra a una gran diversidad de formas de aprovechamiento
hidráulico perfectamente adaptadas a sus nichos ambientales, capaces de
integrar en un mismo sistema numerosos y muy diferentes usos del agua, desde el
consumo humano y animal al riego de las vegas o huertas, pasando por la
molinería (molinos harineros, batanes, papeleros, ferrerías), las manufacturas
artesanales o la salud pública (baños, lavaderos, alcantarillado). Un patrimonio
europeo que nos une con el mundo islámico y el Nuevo Mundo (cuya colonización
permitió) y que posee una incuestionable relevancia mundial.
Los sistemas
hidráulicos tradicionales, fundamentados en la conducción por gravedad y la
lógica de la continua reutilización de los caudales, replican el ciclo natural
del agua, extendiendo los ecosistemas de ribera más allá del ámbito fluvial
estricto. El agua que acciona las ruedas hidráulicas es aprovechada sin
menoscabo aguas abajo por otros usuarios, y la que se filtra en el terreno
desde los cajeros de tierra de las acequias y los campos regados no se pierde:
mantiene la biodiversidad, recarga el acuífero y es recogida o aflora en cotas
inferiores para ser utilizada de nuevo aguas abajo, en armonía con la naturaleza.
Ni siquiera el agua evapotranspirada es agua perdida, porque resulta crítica
para el mantenimiento del régimen de precipitaciones, por contribuir a la
formación y descarga de las nubes.
Los sistemas
hidráulicos tradicionales son también sustento de la identidad de las
comunidades a las que sirven y factor de cohesión social. Su adaptación al
medio, expresada en lo físico en el tipo de toma, el trazado de los canales, el
número y el patrón de implantación de los ingenios hidráulicos, el módulo de
las particiones, la extensión y diseño del parcelario regado y el propio
emplazamiento de los núcleos poblacionales, se expresa asimismo en el plano
inmaterial en unos
usos y costumbres, a menudo plasmados en ordenanzas, que rigen la acción
solidaria y mancomunada de los usuarios, estableciendo sus derechos y deberes y
garantizando que cada cual pueda satisfacer sus necesidades a cambio de su
contribución al mantenimiento de la red común y el respeto de las normas de la
comunidad.
Este rico y diverso
patrimonio, sin embargo, sufre los efectos de la desprotección jurídica cuando,
paradójicamente, comienzan a proliferar los inventarios y catálogos
científicos, y el valor universal excepcional de algunos de sus exponentes ha
sido expresamente reconocido por la UNESCO, caso del acueducto de Segovia, el
Palmeral de Elche y los jardines de la Alhambra de Granada y de Aranjuez, en el
orden material, o de los tribunales de regantes del mediterráneo peninsular,
representados por el Consejo de Hombres Buenos de la Huerta de Murcia y el
Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, en el orden inmaterial.
En efecto, la falta de
protección jurídica mediante declaraciones patrimoniales o la inclusión en los
catálogos urbanísticos facilita la destrucción de los testimonios más
venerables de nuestro patrimonio cultural del agua y con mayor potencial para
un uso ambiental, cultural y económico sostenible.
El desmedido afán de
crecimiento urbanístico, acompañado del incesante desarrollo de
infraestructuras, redundan en el arrasamiento y la fragmentación de las huertas
históricas. Al no tutelarse la singular relevancia de la cultura tradicional
del agua respecto de los nuevos usos del agua, las políticas hídricas de
modernización generalizan la cementación de los cajeros de las acequias
históricas y su sustitución por redes de tubos en las vegas, con la
consiguiente pérdida ambiental y paisajística, y el endeudamiento y la pérdida
de autonomía de las comunidades de regantes tradicionales, que abandonan sus
sistemas tradicionales, de eficacia probada por la Historia, en favor de una
aventura tecnológica que las debilita. Incluso loables políticas públicas de
restauración ambiental se traducen, por mor de una simplificada gestión
político-administrativa, en proyectos que identifican equivocadamente a las
arquitecturas tradicionales del agua como enemigas, promoviendo su destrucción.
Así, en la actualidad
encontramos que la implementación por las Confederaciones Hidrográficas de la
Estrategia Nacional de Restauración de Ríos ideada por el Ministerio de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino es causa de la demolición y alteración de
numerosas presas e infraestructuras hidráulicas varias veces centenarias, en
flagrante vulneración del ordenamiento jurídico, merced a una tramitación administrativa
deficiente.
En efecto, los
proyectos superan el trámite de evaluación de impacto ambiental porque no
parten del análisis exhaustivo de la biodiversidad asociada a unas
infraestructuras con las que los ecosistemas locales han coexistido durante
siglos; porque reducen el valor patrimonial cultural de dichas infraestructuras
a lo meramente arqueológico (ignorando sus valores histórico, etnológico,
científico, técnico, paisajístico y, en ocasiones, artístico), que justifican
simples “medidas correctoras” de seguimiento arqueológico (la autopsia del
reo); y
porque, al no
reconocer la pluralidad de valores patrimoniales residentes en las
arquitecturas intervenidas, desconocen alternativas técnicas viables y
exigibles en atención a su monumentalidad e interés ambiental, como las de
conservación y restauración. En ocasiones, se llega incluso a licitar y
adjudicar proyectos que no han sido sometidos a trámite de evaluación de
impacto ambiental; proyectos que programan la completa destrucción de piezas tan
singulares como el Azud de la Marquesa, en la localidad valenciana de Cullera.
En toda España, se
cuentan por centenares los elementos del patrimonio cultural del agua
amenazados por los proyectos que desarrollan la Estrategia; y el número se
dispara cuando se consideran las restantes amenazas que gravitan sobre nuestro
legado patrimonial del agua.
La Asociación para la
Conservación y Estudio de los Molinos hace un llamamiento público en defensa
del patrimonio cultural del agua, al cual la comunidad internacional
oportunamente dedica este día, y recuerda a todas las administraciones públicas
el mandato del artículo 46 de la Constitución, que dice que "Los poderes
públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del
patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los
bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su
titularidad".
Entendemos que una
manera lógica, necesaria y exigible de hacer efectivo este mandato sería que
los poderes públicos que invierten fondos públicos en el estudio, inventario y
catalogación del patrimonio cultural del agua desde la óptica científica, como
son las propias Confederaciones Hidrográficas, cooperen con las
administraciones municipales y las administraciones autonómicas competentes en
materia de patrimonio cultural y natural con el objeto de garantizar, a la
mayor brevedad posible, su protección jurídica efectiva; y se abstengan de promover
proyectos que resulten en su aniquilación o menoscabo; lo que, en el caso de
los proyectos de la Estrategia, debería traducirse en el acuerdo inmediato de
una moratoria, como esta asociación solicitó por escrito a la Ministra de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino el 27 de noviembre de 2010.
Desde
aquí quiero dar las gracias a Luis Pablo Martínez que ha sido muy amable en ponerme
al día y darme toda la información que aquí os reproduzco.
Webs de
interéshttp://www.molinosacem.com
http://assuts.banyeres.com
Dia Internacional de los Monumentos y los Sitios dedicado al Patrimonio Cultural del Agua.
Dia Internacional de los Monumentos y los Sitios dedicado al Patrimonio Cultural del Agua.
http://www.portademariola.com
Conclusiones en pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario