La Asociación Hispania Nostra acaba
de incluir los molinos hidráulicos del alto Guadiana y las cuevas-bodega
de Tomelloso, situadas ambas en la provincia de Ciudad Real, en su Lista
Roja del Patrimonio por el estado de degradación
y abandono que presentan. Se trata de dos excelentes ejemplos de
patrimonio industrial que se encuentran en riesgo de desaparición si no se
actúa de modo inmediato y decidido en su recuperación.
Según informa la Asociación Española
para la Defensa del Patrimonio Cultural y Natural, Hispania Nostra, en las
cercanías de Ciudad Real capital se pueden contar
hasta veinticuatro molinos harineros, situados en las márgenes
del río Guadiana, en los que aún pueden apreciarse las distintas
técnicas constructivas que fueron utilizadas según la época en
la que fueron construidos, que va desde la época Omeya (molino
de Calatrava) hasta el siglo XIX (Molino del Pedregoso).
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La mayor parte de ellos vienen
citados en sentencias de Alfonso XI y otros aparecen descritos en las
Relaciones Topográficas de Felipe II y/o en el Catastro de Ensenada. De
origen árabe, como la mayor parte de los ingenios hidráulicos relacionados con
la irrigación, los molinos harineros de agua fueron utilizados durante
siglos, llegando, algunos de ellos, a moler el grano hasta la década de
los años 60 del siglo XX; otros dieron paso a las “fábricas de luz”;
finalmente, el abandono de sus instalaciones está llevando, irremisiblemente, a
la desaparición física de todos ellos y, por tanto, a la supresión de una
parte fundamental de la memoria colectiva y del paisaje ribereño del Campo
de Calatrava.
Salvo los molinos de Zuacorta
(recuperado por iniciativa privada), Molemocho (rehabilitado para centro
de interpretación sobre la molienda en el ámbito del Parque Nacional de Las
Tablas de Daimiel) y Puente Navarro (parcialmente restaurado por
iniciativa privada), los restantes molinos integrantes del sistema se
encuentran muy arruinados o desaparecidos. Abandonados a partir
de mediados del siglo XX, muchos de ellos fueron desmantelados
intencionadamente y algunos incluso demolidos.
La cuevas-bodega de Tomelloso es muy
probable que tengan origen romano y muy posible que fueran utilizadas por
los árabes como silos de grano durante su ocupación de la Península.
Después se han empleado como bodegas, como sistema tradicional de
almacenaje en la viticultura de la localidad. Son espacios subterráneos de
especial belleza que constituyen un patrimonio de siglos con
peculiaridades en las distintas poblaciones de Castilla-La Mancha. Aparecieron
en Tomelloso ante las grandes necesidades de elaboración y almacenamiento
de vino en el siglo XIX. Fueron elegidas por su capacidad y por la buena
conservación del vino.
Sus condiciones son óptimas,
como poca iluminación y temperatura adecuada. Las primeras que
están datadas son sobre 1800 y 1850.
Tomelloso tuvo en su
subsuelo cerca de 2.000 cuevas horadadas. De las 606 casas de
Tomelloso, unas 167 tienen cueva. Actualmente han quedado en desuso
debido a la moderna tecnología de la industria vinícola y la
existencia de las cooperativas. Además su número ha descendido
espectacularmente debido, entre otros motivos, a la construcción de
nuevos bloques de viviendas. Las casas que preservan su cueva no
superan las 200.
El resto, cuando la industria
vinícola prohibió el almacenaje del vino en las casas por cuestiones
de seguridad, las taparon otra vez de tierra. Se está llevando a cabo
una labor de documentación de las cuevas-bodegas más representativas.
Actualmente se han documentado aproximadamente unas treinta cuevas-bodega
en diferentes estados de conservación. Una de las dificultades
precisamente es el acceso a las mismas aunque ya hay catalogadas quince de
ellas.
Algunas están bien conservadas y
mantenidas. Otras abandonadas. Otras cegadas con tierra por seguridad y
otras destruidas por nuevas construcciones. El número de cuevas-bodega
ha descendido espectacularmente debido, entre otros motivos, a la
construcción de nuevos bloques de viviendas, o se han inutilizado por su
uso como depósito de escombros.
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La conservación de estos elementos
singulares en muchas de las poblaciones vitivinícolas debería establecerse
como obligación urbanística que puede convivir adecuadamente con los nuevos desarrollos.
La Asociación Hispania Nostra es una
asociación no lucrativa, declarada de utilidad pública, constituida en
1976 con la finalidad de defender, salvaguardar y poner en valor el
Patrimonio Cultural español, en el entorno de participación de la sociedad
civil. Se trata de la única asociación que vela por el Patrimonio a nivel
de todo el país.
Fuente
de la noticia http://www.miciudadreal.es
Ficha
de Molinos hidráulicos del Alto Guadiana en La Lista Roja del Patrimonio
http://listarojapatrimonio.org/
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