Autor: Julio Bodí Ramiro
Tesis dirigida por Beatriz
Santamarina Campos.
Universitat de València, departamento
de Sociología y Antropología Social.
RESUMEN
La
perspectiva que recoge este trabajo presenta la noción de ¿patrimonio cultural¿
y, por extensión, la noción de ¿patrimonio industrial¿, como un proceso de
negociación y toma de decisiones sobre la proyección, el uso y la gestión tanto
del pasado, como de las representaciones sociales y las imágenes que emanan del
mismo. Más allá del resultado final y concluso de la recuperación, salvaguarda
y puesta en valor de distintos objetos culturales, lo importante a reseñar es
que, este hecho está marcado por la negociación propia de un proceso social
caracterizado por la relación entre diferentes agentes patrimonializadores.
Siguiendo a Smith, ¿el patrimonio no es una `cosa¿, o un lugar, más bien es una
representación o un proceso cultural interesado en negociar, crear y recrear
recuerdos, valores y significados culturales¿ (2011: 39). Desde este punto de
vista, los procesos de patrimonialización industrial son espacios abiertos,
dialógicos, inconclusos y esencialmente problemáticos. En ellos, toda una
amalgama de diferentes intereses negocian sobre la definición misma de
patrimonio. De esta manera, siguiendo a García Canclini (1999), el patrimonio
es un campo de fuerzas desigual donde lo que se dirime es su propia definición.
En este espacio conflictivo, salen a relucir visiones acerca de lo que es o no
es patrimonio, acerca de lo que importa o de lo que permanece residual. Qué,
cómo y para qué patrimonializar, suponen las claves de un proceso de
negociación donde coexisten agentes con distinta capacidad de respuesta, o en
otras palabras, distinta capacidad de generar y movilizar recursos. Por lo
tanto, en un proceso en el que ¿las interpretaciones dependen en parte de los
intereses materiales e ideales de los actores sociales implicados¿ (Barthel,
1996: 356), el dejar de lado sus dinámicas y sus relaciones, supone
involucionar hacia su cosificación y desproblematización. Al mismo tiempo, los
procesos de patrimonialización industrial entran en el espacio de lo político
al ser una cuestión relativa al poder y a la toma de decisiones (Santamarina,
2012a). Los agentes patrimonializadores tratan de generar consenso a partir de
la legitimación discursiva propia de la ciencia como espacio de verdad, saber y
conocimiento y del respaldo global y hegemónico de los organismos y las
instituciones que velan por la protección del patrimonio. Instrumentalizando
estas cuestiones, los agentes patrimonializadores con capacidad para incidir en
la resolución del conflicto, marcan distancias frente a otras posibles
lecturas, justificando la primacía de unas dimensiones y usos frente a otros.
Así, una vez encumbrado un tipo de patrimonio y de actuaciones, el constructo
resultante se presenta sin fisuras, herméticamente cerrado sobre sí mismo,
rodeado de distinción y excelencia. Repleto de asimetrías, el patrimonio se
convierte en la imagen exclusiva de sus creadores, devolviendo una imagen
única. Por último, este tipo de operaciones se ¿naturalizan¿ desde el momento
en que el proceso que ha llevado hasta ese punto, es negado y obviado. En definitiva,
si el patrimonio no es un proceso sino únicamente un resultado final,
legitimado a través de las instituciones y los cuerpos de conocimiento que le
son propios, sus pronunciamientos no conocen desafíos. La imagen que se nos
presenta es la de un patrimonio inmovilista que cosifica los fenómenos sociales
y culturales (Choay, 2001; Handler, 2003; Amselle, 2006), presentándolos de
manera condescendiente, exentos de conflicto. Pero, ¿qué consecuencias tiene
este último mecanismo? Para la perspectiva que aquí se despliega, el
¿patrimonio¿ genera y legitima prácticas de sobredimensión y olvido; o si se
prefiere de inclusión y exclusión, que remiten a una manera unívoca de pensar
nuestro pasado y nuestras sociedades. Ahora bien, este poderoso mecanismo de producción
de conocimiento, realidad y pasado se pone a prueba en cada una de las
comunidades, poblaciones o espacios locales en los que existen procesos de
patrimonialización abiertos. Allí, los discursos globales y hegemónicos serán
asumidos o, como contrapartida, resignificados, reapropiados y transformados.
Es allí donde el patrimonio tendrá la oportunidad de enfrentarse a las demandas
de los grupos y comunidades a los que representa y poner a prueba sus
postulados hegemónicos. Dicho todo esto, este trabajo tiene como objetivo
entender la génesis, los axiomas, la programática concreta y el desarrollo del
proceso de patrimonialización industrial de Puerto de Sagunto. De este
objetivo, se derivan varias preguntas. ¿Qué papel juega el patrimonio?, ¿Qué
significados condensa?, ¿Cómo lo entienden los diferentes actores y agentes que
de una manera u otra están involucrados?, ¿Cómo se manifiestan, concretan o
resignifican las propuestas globales sobre el patrimonio industrial en un
contexto local? En definitiva de lo que se trata es de acercarse al desarrollo
concreto del proceso de patrimonialización industrial. Al mismo tiempo,
aproximarse a la postura de los diferentes actores y agentes. Este
posicionamiento está determinado tanto por sus distintas posturas como por sus
capacidades para movilizar recursos hacia la definición del llamado patrimonio
industrial.
Desde
el siguiente enlace se puede leer y descargar en pdf la tesis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario