Desde
la web del Ayuntamiento de Sopuerta podéis encontrar información de la ruta
Mina Catalina- Alén- Mina Catalina
Imagen del ayuntamiento |
Distancia: 15 Km.
Dificultad: Media.
Tiempo: 3:30 h
Sistema
de señalización:
Flechas Blancas.
Ruta
realizada por: Asociación
Cultural Alén
Más
información de la ruta http://www.sopuerta.biz/
Desde
la web de Wikiloc podéis descargaros las siguientes rutas.
Ruta Santurtzi, Hornos de calcinación
Mina Catalina Sopuerta.
Según la web se trata de una ruta de
dificultad moderada.
Más
información y descarga http://es.wikiloc.com/
ruta El Arenao- barrios y minas de
Sopuerta
Más
información y descarga http://es.wikiloc.com
Ruta
hasta los hornos de calcinación de la Mina Catalina.
Artículo
de Iñigo Muñoyerro para El Correo
Cómo
llegar: A-8
salida Muskiz. En San Juan, N-634 y BI-2701 a Mercadillo, Sopuerta.
Duración: 2 horas
Distancia: 5 km
El valle de Sopuerta fue durante el siglo XIX y la mitad del XX
uno de los más importantes cotos mineros de Bizkaia y del norte de la
península. Donde ahora vemos casas aisladas, prados y bosques de pinos y
eucaliptos había explotaciones de hierro: bocaminas, escombreras, ferrocarriles
y barrios mineros. A partir de mitad de siglo las minas dejaron de ser
rentables y cerraron. La última en los años 70. El valle recuperó la calma y
perdió habitantes.
A pesar de aquella frenética
actividad apenas quedan vestigios de la explotación minera. Entre lo poco que
ha sobrevivido a los expolios y demoliciones destacan los espectaculares hornos
de calcinación de la mina Catalina, a un paso del barrio de El Castaño de Mercadillo, Sopuerta.
Están en el barrio El Alisal. El
acceso es muy sencillo.
Se puede llegar desde el barrio del
Castaño (amplio aparcamiento) en coche o a pie por la carretera que sigue la
vía desmantelada del ferrocarril Castro Urdiales-Traslaviña (cerró en 1966). Llanea entre el arbolado
-queda algún castaño- durante un kilómetro y llega a la explanada de carga de
la mina.
Ni un solo letrero. El abandono es
absoluto. Charcos, barro rojizo y escombros de la antigua explotación
minera propiedad de Domingo Saráchaga. Allí, los dos hornos de calcinar carbonatos (siderita) sobresalen
como cúpulas de pagoda entre la maleza. Son fotogénicos. Tienen unos 20 metros
de altura y se conservan en un estado aceptable. Fueron construidos entre 1955 y 1960 y dejaron
de funcionar en los 70 por falta de rentabilidad de la mina. La alta chimenea
es de ladrillo refractario reforzado y se apoya sobre una base cilíndrica de
piedra caliza. Una escalera permite asomarse a las bocas de alimentación. Las
puertas metálicas fueron robadas hace unos años y el interior está roñado e
inservible.
Junto a la mina están las
caballerizas, la tolva de carga y la trituradora de mineral. La casa de los
guardas tiene las puertas reventadas y la de los técnicos de mantenimiento está
tapiada. Alguna vaca solitaria que ha bajado a beber y el ladrido de los perros
rompen la tranquilidad de un paraje bullicioso hace 50 años. Detrás de los
hornos y las casas hay una profunda charca vallada que ocupa lo que fue la
entrada de la mina.
La
ermita del Pilar
El paseo sigue. Más arriba –cinco
minutos a pie por carretera- está la ermita del Pilar. Edificio macizo
fechado en 1961. Cuentan los viejos mineros que Saráchaga perdió una demanda
del Sindicato Vertical. Fue condenado a pagar una indemnización o a gastar
el dinero equivalente en obra social. Optó por lo último. Construyó la ermita.
Junto al templo está la explanada
superior de la mina. Era la escombrera. Ahora es un amplio rellano salpicado de
zarzas y crecido de acacias de gran porte donde pastan caballos y burros.
Perviven el kiosko de música, el antiguo comedor minero ahora
sociedad recreativa y la que fue casa del facultativo de minas. Un buen
edificio de estilo francés habitado.
La excursión se puede prolongar
hasta lo que se conoce como 'La cascada'. Es un salto artificial de agua
en el cauce delarroyo Castaños. Se alcanza en cinco minutos por un camino
pisoteado por el ganado y los jabalíes entre un cerrado bosque de robles,
avellanos, alisos y pinos. El arroyo corre entre la vegetación como un torrente
de montaña. La cola de agua era la ducha en los tiempos duros de las
explotaciones mineras.
Por la izquierda una pista de
cemento sube hasta el poblado minero de Alén (5,7 km). En su tiempo
(año 1930) tuvo más de 1.000 habitantes que disfrutaban de ermita, escuela,
economato, frontón y casa cuartel de la Guardia Civil. De todo aquello solo
quedan el frontón y la ermita de San Luis. Es un camino entretenido y sombreado
pero pendiente y largo (dos horas). Palabras mayores. Más cerca (10 minutos),
pista arriba está la fuente del Saúco. Mana de manera intermitente todo el año.
Además de vacas monchinas,
caballos y cabras los montes de Sopuerta son hábitat de corzos, jabalíes,
ardillas y demás fauna. Son difíciles de ver.
Fuente
información http://www.elcorreo.com
Ruta
Mina Catalina desde El Arenao en Sopuerta.
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