Patrocinar la restauración de la
histórica locomotora Baldwin I,fabricada
en 1920 en Filadelfia (EE. UU.) y utilizada entre Andorra y Escatrón en el
siglo XX, va a desgravar en la declaración de Hacienda del próximo año
en un 25% del dinero que se aporte a esta batalla para una persona física, o un
35% del impuesto de sociedades, en caso de personas jurídicas o empresas. La
máquina es un bien catalogado
dentro del patrimonio cultural aragonés desde 2004 y la Asociación
Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AZAFT) no tiene ánimo de lucro y defiende la utilidad pública. Los
amigos del ferrocarril han decidido que, como su pertinaz defensa del Museo
-con 45 vehículos guardados en Casetas y otros tantos en Canfranc- no avanza en
las instituciones y tienen que abrirse a la sociedad para que les ayude en la
puesta en marcha de la Baldwin y puedan disfrutarla. "Queremos restaurarla para que se pueda
utilizar en viajes desde Zaragoza a Cariñena, Calatayud, Grisén o Muel",
confía Carlos Abadías, vicepresidente de AZAFT.
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La restauración tendrá dos fases. Primero será una
reparación de la caldera, "una especie de ITV para la máquina",
apunta Abadías, que costará unos 18.000 euros. Y luego, tienen que adaptarla a
las vías delADIF (Administrador
de Infraestructuras Ferroviarias) y llevrla a un taller homologado por Fomento, que está en Lérida, para que
revise su maquinaria por un presupuesto aproximado de 40.000 euros.
Financiación colectiva
Financiación colectiva
Para recaudar fondos, los amigos del
ferrocarril (una asociación que tiene 300 socios) se convierten en los gestores de su propio ‘crowdfunding’
(micromecenazgo o financiación colectiva). "No acudimos a empresas que
gestionen el ‘crowdfounding’ porque nos cobran. Queremos que la sociedad
defienda su patrimonio industrial y financie la restauración, como ocurre en Europa. Vamos a ir a presentarlo a
empresas. Por ejemplo, en Lérida,
una locomotora la restauró San Miguel y nosotros vamos a acudir a nuestra
Ámbar", detalla el vicepresidente de AZAFT.
A su lado están el presidente de la asociación, Carlos Segura, y el ferroviario histórico Pedro Navarro, un jubilado en Renfe y experto en la restauración, que ha escrito la novela ‘De aprendiz a soldado’, ambientada en la Segunda Guerra Mundial y con un amplio trasfondo ferroviario. "He decidido donar el 80% de los beneficios obtenidos con el libro para la restauración de la locomotora", explica Pedro Navarro.
La Baldwin I es una locomotora de vapor que utiliza el carbón como combustible y una de las pocas que funciona así en España. Fuefabricada por la prestigiosa firma norteamericana Baldwin Locomotive Works y llegó para formar los trenes de mercancías de laAzucarera de Tudela. Luego se vendió a la Sociedad Ibérica de Construcciones y Obras Públicas para trabajar en la línea minera aragonesa, que unía Andorra con Escatrón. Pasó a ser propiedad aEndesa, donde estuvo hasta 1983.
"Es como la de las películas del Oeste. Una vez se llevó a la plaza del Pilar en las fiestas de 1987", recuerda Carlos Segura, presidente de los amigos del ferrocarril. Dos años antes, en 1985 fue trasladada a Zaragoza y después de una profunda restauración, recuperó su funcionalidad y realizó viajes con trenes históricos (uno con periodistas en 1991) e incluso participó en rodajes de películas.
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