El patrimonio etnográfico de Zeanuri volverá a ser descubierto de la mano de las asociaciones Ipizki Taldea y Joko Alai. Y es que ambos colectivos vecinales han programado para mañana la séptima edición de la conocida como Marcha de los Molinos, una excursión que cada año va ganando adeptos dispuestos a pasar una mañana descubriendo bellos rincones y oficios ancestrales. No en vano, esta salida promete dar a conocer no solo los molinos con los que antiguamente se ganaba la vida el vecindario local sino que recorrerá bonitas barriadas rurales y se internará en dos de los pocos molinos que aún siguen con su tarea de producir harina.
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En total son dieciocho los molinos que se hallan diseminados a lo largo y ancho de los límites de la localidad arratiarra, aunque el itinerario previsto transcurrirá junto a once de ellos, todos hidráulicos, es decir, que necesitaban de la fuerza del río para poder funcionar.
El punto de partida de los paseantes será la plaza de Zeanuri, frente al Ayuntamiento. A las 9.00 horas, la comitiva comenzará a caminar junto a los molinos de Alcibar y Errotabarri. Posteriormente, bordearán el embalse de Undurraga para, nada más dejarlo atrás, caminar junto al arroyo de Beretxikorta y encontrarse en un tramo que concentra tres molinos en solo 500 metros: Barrengoerrota -dejó de funcionar en el año 1974, siendo Rosalía Caballero la última molinera-, Erdikoerrota y Goikoerrota. Desde aquí ascenderán hacia el caserío Agarre para, seguidamente, descender hacia la barriada de Undurraga y dirigirse al molino de Ibargutxi. Esta edificación se encuentra totalmente rehabilitada por la familia Larrazabal y los interesados podrán acceder a su interior para verlo en funcionamiento. Este molino hizo las veces de ferrería en el siglo XIX, trabajando con tres piedras, aunque actualmente tiene dos. La que falta se usaba para moler cebada y pienso.
Desde Ibargutxi, los asistentes caminarán hacia el molino de Lanbreabe y, desde aquí, volverán hacia el embalse de Undurraga para bordearlo, en esta ocasión, por la margen opuesta. Frente a la presa del embalse, estará ubicado el punto de avituallamiento, que correrá a cargo de Gastronomía Cantábrica. Tras reponer fuerzas, los caminantes se adentrarán primero en la barriada de Otzerinmendi y después en la de Uribe, donde pasarán junto a los molinos de Intxaurbe, Axpe y Zulaibar.
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Ya en el último kilómetro del recorrido, se encontrarán con el molino de Olabarri, también recuperado y acondicionado para recibir visitas. Esta instalación sigue moliendo grano para conseguir harina de maíz que vende a los clientes de siempre, más por motivos sentimentales que económicos. La ruta concluirá con los últimos 300 metros que restan para alcanzar la meta, situada en la plaza de Zeanuri. Además de este itinerario completo que consta de 18 kilómetros, se ha diseñado un recorrido de doce pensado para niños o personas no preparadas físicamente. Este paseo recorre toda la primera parte del viaje hasta el punto de avituallamiento, desde donde enfila hacia el centro del pueblo.
Deia
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