El Ayuntamiento de Cantalejo ha iniciado las gestiones para recuperar el molino harinero del río San Juan, situado junto al núcleo de Aldeonsancho, con el fin de recuperar su actividad con fines turísticos y educativos.
El proyecto se ha presentado al Proder Honorse-Tierra de Pinares con el propósito de que ayude a su financiación, que está cuantificada en 176.353 euros de coste total. En esta partida se incluyen demoliciones, limpieza de la presa, o la restauración de la maquinaria, que costaría 34.428 euros, según ha explicado la concejala Susana San Atanasio Pereira, teniente de alcalde, y responsable de Medio Ambiente y Juventud.
El proyecto ha sido redactado por los arquitectos Félix y Pedro Sacristán de Diego, y actualmente se encuentra en fase de exposición pública al tratarse de un uso excepcional en suelo rústico.
El molino San Juan se encuentra en el paraje de la Peña Zorreras, perteneciente a la entidad local menor de Valdesimonte. Se trata de un enclave rocoso en el que además se sitúa la captación de agua de abastecimiento para Cantalejo, y unos metros más abajo, el de Fuenterrebollo.
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El proyecto ya ha sido motivo de análisis en uno de los últimos plenos municipales, donde la oposición se ha interesado por la iniciativa. En él, el equipo de Gobierno respondió que su intención es que las ayudas puedan cubrir el total del presupuesto, aunque quedaría el 18 por ciento del IVA a cargo del Ayuntamiento
La concejala de Medio Ambiente y Juventud afirmó que se pretende que el molino sirva como centro de interpretación de la zona, que se encuentra muy próximo al Parque Natural de las Hoces del Duratón, y punto de partida de rutas y recorridos naturales, como los que llevan hasta el despoblado de San Miguel de Neguera, a la Fuente Casimiro, o al entorno de Aldeonsancho.
El edificio harinero ya recibió una primera restauración básica consistente en la reparación de la cubierta con el fin de evitar un mayor deterioro y detener el peligro de hundimiento que corría, según añadió la concejala.
El Molino San Juan tuvo actividad hasta los años 70. A él acudían los agricultores y ganaderos de la comarca. Era uno más de los más de 250 que existían en toda al provincia en el siglo XVIII y que utilizaban la fuerza hidráulica de los ríos.
De acuerdo con un estudio que realizó Mario Sanz Elorza, los molinos harineros de la provincia pueden servir para habilitar "rutas senderistas que permitan la visita a varios molinos próximos y además sirvan para la interpretación de los ecosistemas riparios y del aprovechamiento respetuoso del agua como recurso renovable". En este mismo informe, basado en los datos de la Oficina del Catastro, de los 254 inmuebles catalogados, 142 pertenecían a particulares; 48 a la Iglesia; 35 a los concejos o comunales; y 30, a la nobleza. De los 204 edificios que se mantienen hoy en distinto grado de conservación, 90 pueden considerarse ruinosos, 54 se han transformado en viviendas; 19 han cambiado su uso para otras actividades como turismo, agrícola, central hidroeléctrica, de ocio u hostelería; y los 41 restantes se encuentran en un estado de conservación aceptable. Pero sólo seis mantienen su función inicial, y se encuentran en Membibre de la Hoz, Fuentidueña, Los Huertos, Grado del Pico, Ayllón y Mozoncillo.
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