Hornos del Sabero.

Artículo de Leonor Merín

Hoy nuestra propia historia os la voy a contar desde otro punto de vista. Y es que creemos que ver nuestro pasado sólo es posible a través de catedrales, museos, monasterios… Pero nuestro propio pasado está en cualquier cosa que permanece, ya sea tangible o intangible. Hoy hablamos de la Ferrería de San Blas, en Sabero.

Nuestro subsuelo ha estado cargado de minerales desde siempre, y nuestros más antiguos ya buscaban aprovechar esa riqueza material que contenían nuestra tierra –recordad como los romanos planificaron una obra de ingeniería en las Médulas–. Pero saltándonos siglos de historia nos situamos en el siglo XIX. Al inicio de esta centuria la industria británica serán los encargados de hacer prospecciones mineras en León. ¿Y sabéis porqué los ingleses? Porque estaban iniciando la Revolución Industrial, y el material protagonista de esta revolución era el hierro, la actividad el ferrocarril, y el gran cambio en el trabajo fue la sustitución del artesano por la máquina.

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Por cuestiones geográficas se plantea la localización de la industria en este lugar, lo más cerca posible de la materia prima. En la mejor época de San Blas, contó con dos hornos de unos 60 pies de altura y 39 de base. También existían en sus instalaciones 12 calderas de vapor y sobre ellas 20 hornos de cok para optimizar todo el calor, aparte 40 hornos más.

La fábrica la proyectó un ingeniero francés, dato que conocemos por una referencia de Maffeu y Rua Figueroa, y que confirmamos al relacionar el desarrollo de la arquitectura francesa con las proposiciones de Viollet-le-Duc y la arquitectura Neogótica. ¿Dónde lo vemos? En el interior de la plaza cerrada, la estructura del edificio con grandes arcos apuntados que evocan al estilo gótico y crean un espacio espectacular.

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En la segunda mitad del siglo XIX se paralizó la actividad por diferentes motivos, lo que supuso el abandono de la actividad y del lugar. Los motivos fueron una mala conexión con las líneas ferroviarias, una construcción defectuosa, deficiencias en la fabricación… Pero actualmente constituye uno de los lugares más emblemáticos en materia de Patrimonio Industrial, dispone el primer horno alto al cok que se construyó en nuestro país.

 Actualmente alberga el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León. El lugar había estado en estado de abandono desde finales del XIX hasta 1991 donde se plantea su rehabilitación y reconversión en museo para reunir usos y costumbres en torno a su actividad industrial.

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