Cádiz
El Ayuntamiento se
plantea nuevos usos para el Zaporito
Aunque
todavía no se ha descartado del todo la creación de un centro de interpretación
vinculado a la industria salinera, tal y como se pretendía hasta el momento, el
Ayuntamiento está barajando otros posibles usos para el molino de mareas del
Zaporito.
De
momento, son varias las ideas que tiene sobre la mesa y no descarta ninguna de
elllas. Pero el alcalde, José Loaiza, sí tiene bastante claro que el futuro del
Zaporito debe servir para generar actividad económica y crear empleo. Su
gestión y mantenimiento, además, no debe repercutir en las arcas municipales.
Por eso se habla de la posibilidad de ceder su gestión a una empresa privada
que explote sus recursos.
En
todo caso, el Ayuntamiento se replantea o intenta reconducir ahora el museo de
la sal o centro de interpretación de la industria salinera, del que tanto se ha
hablado y que el anterior Gobierno andalucista defendía como mejor uso para el
Zaporito tras su recuperación.
¿Demasiados
centros de interpretación?
Lo
cierto es que en La Isla -una ciudad que no llega a los cien mil habitantes y
cuyo desarrollo turístico figura entre sus principales asignaturas pendientes-
hay proyectada una larga lista de centros de interpretación que no deja de
resultar incomprensible y exagerada a ojos de muchos ciudadanos.
Se habla, como se ha apuntado, de un centro de interpretación de la industria salinera o museo de la sal en el Zaporito. Pero también de otro centro de interpretación -acerca de toda La Isla- en el Castillo de San Romualdo. Un uso similar hay proyectado para las instalaciones del Real Carenero, el Sitio Histórico del Puente Zazo. Y hace apenas un año abrió sus puertas junto al Teatro de las Cortes el centro de interpretación del parlamentarismo, que apenas registra visitas.
Se habla, como se ha apuntado, de un centro de interpretación de la industria salinera o museo de la sal en el Zaporito. Pero también de otro centro de interpretación -acerca de toda La Isla- en el Castillo de San Romualdo. Un uso similar hay proyectado para las instalaciones del Real Carenero, el Sitio Histórico del Puente Zazo. Y hace apenas un año abrió sus puertas junto al Teatro de las Cortes el centro de interpretación del parlamentarismo, que apenas registra visitas.
Y
todo eso, sin contar con el museo naval que la Armada tiene previsto abrir en
las instalaciones de Capitanía o con la ampliación que el Museo Histórico
Municipal tiene pendiente de cara cara al futuro en las fincas colindantes que
el Ayuntamiento adquirió con esta finalidad. La pregunta es evidente: ¿No son
demasiados museos y centros de interpretación?
Ahora,
cuando el Zaporito está en la recta final de su intervención, el Ayuntamiento
se replantea el uso que hasta ahora se había barajado para este histórico
inmueble. Las circunstancias económicas también han cambiado y, en cierto modo,
obligan a la Administración local a cambiar su enfoque a la hora de gestionar
el patrimonio. El Ayuntamiento, de hecho, pretende que no incida en las
mermadas arcas municipales.
Al
castillo de San Romualdo y al Sitio Histórico del Puente Zuazo, sin embargo,
todavía le quedan muchas obras por delante. Hay tiempo para hablar de sus
futuros usos como centros de interpretación. De momento, lo que preocupa es la
terminación de los trabajos.
los
planes previstos
Uno
de los proyectos de mayor envergadura en este sentido es el que se está
llevando a cabo en el castillo de San Romualdo. Para terminar la obra, la
Fundación de Cultura busca un millón de euros. Luego, le tocará el turno a la
dotación de contenido de las instalaciones.
Con
todo, el Ayuntamiento, desde que descartó la adecuación en estas históricas
instalaciones de un centro dedicado a la cultura andalusí, tiene claro lo que
quiere allí: un centro de interpretación histórica general sobre San Fernando.
Según
el proyecto que el anterior Gobierno local dio a conocer hace ya varios años,
el Castillo contará con seis salas que constituirán un compendio del
conocimiento, la historia y las costumbres de La Isla. De esta forma, un repaso
histórico a la ciudad a través del Castillo -en la segunda sala- será seguido
por una recreación del mausoleo de los Suazo con réplicas de las lápidas
funerarias de esta familia. La cuarta sala permitirá, mediante paneles
informativos, conocer el periodo que comprende el paso de la Isla de León a la
ciudad de las Cortes. Las dos últimas serán dedicadas a la cultura mudéjar y a
los recursos de la ciudad, tales como espacios naturales, rutas turísticas y
diversos eventos culturales.
También,
junto al Real Teatro de las Cortes, se puede visitar ya el centro de
interpretación del parlamentarismo, abierto en noviembre de 2010 con el
objetivo de convertirse, según palabras del ex alcalde, Manuel de Bernardo, en
"un nuevo recurso cultural, turístico y educativo para que la ciudad se
consolide como cuna del parlamentarismo y capital de la libertad".
Por
su parte, se ha afirmado en varias ocasiones que las instalaciones del Real
Carenero albergarán un espacio expositivo vinculado a las fortificaciones
defensivas de la época y a la Guerra de la Independencia. Con todo, de momento
se carece de un proyecto de uso definitivo, a expensas de que los Ayuntamientos
de San Fernando y de Puerto Real -localidad en cuyo término municipal se
encuentra buena parte del Sitio Histórico- consensúen sus contenidos. Hasta
ahora, no obstante, ambos han coincidido en dos criterios esenciales: vincular
estas instalaciones a la recuperación de las fortificaciones históricas de la
Bahía (especialmente de San Fernando y de Puerto Real) e implicar a otras
administraciones de rango superior para que su mantenimiento no repercuta en
las arcas municipales de ambos Ayuntamientos.
¿Son
necesarios?
Se
entiende como centro de interpretación aquel que, contando con un equipo
adecuado, fomenta un aprendizaje creativo con el objetivo de revelar al público
el significado del legado cultural o histórico de los bienes que se exponen en
él.
La
duda que ronda a gran parte de la población es la necesidad de abrir tantos
centros de estas características en una ciudad de poco más de cien mil
habitantes y escasa afluencia turística. En efecto, el Castillo -por ejemplo-
cuenta con catorce dependencias que podrían acoger sin problemas los contenidos
que se barajan para el Sitio Histórico del Puente Zuazo o el tan esperado museo
de la sal. Incluso sobraría espacio. Las dependencias del Carenero, por su
parte, también son lo bastante amplias como para acometer un ambicioso proyecto
de uso en este sentido.
Realmente
son necesarios tantos centros de interpretación distintos y apenas separados
por unos metros de distancia en algunas ocasiones? La opción que hasta las
pasadas elecciones barajaba el Ayuntamiento pasa por dotar a cada monumento de
un plan turístico vinculado a sus respectivas funciones históricas: en el Sitio
Histórico, un centro de interpretación de las fortificaciones; en el Zaporito,
de la sal y la industria salinera; junto al Teatro, del parlamentarismo...
Además de uno de contenido general en el castillo de San Romualdo, como
anteriormente se ha apuntado.
De
esta forma, se repartiría el legado cultural de la villa para dar lugar a una
ruta más dinámica en vez de compendiarlo todo en un solo edificio. Lo cierto es
que esta fórmula suele funcionar cuando existe una gestión turística integral
de los recursos que brinda la ciudad. A eso es, precisamente, a lo que se
aspiraba.
No
obstante, de lo que no cabe duda es la necesaria recuperación y puesta en valor
de tantos edificios históricos que han sufrido durante años el olvido por parte
de quienes hace poco más de dos siglos vivían -y sobrevivían- en este lugar a
expensas de sus funciones defensivas e industriales.
Diario de Cadiz
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Eibar
El martes se abre de
nuevo el Museo de la Industria
El
Museo de la Industria Armera de Eibar vuelve a abrir sus puertas a los
visitantes el próximo martes, día 23, tras permanecer cerrado desde el pasado
13 de agosto.
Este
museo está dedicado a la conservación y difusión de la memoria histórica y el
patrimonio industrial de Eibar, un pueblo que goza de una gran tradición
armera.
El
museo alberga, entre otras muchas piezas, una extensa colección de armas
procedente de diversos fondos, como el antiguo Museo de la Escuela Armería,
además de una gran variedad de productos fabricados en Eibar como bicicletas,
motos o máquinas de coser.
Sólo
de mañana
Durante
este mes de agosto el museo sólo abre de martes a viernes con un horario de
mañana ininterrumpido desde las 10.00 horas hasta las 13.30 horas.
A
partir del mes de septiembre el horario del museo volverá a ser el habitual del
año.
Diario Vasco
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Gijón
La contribución del
puerto de Gijón al patrimonio
El
puerto de Gijón es como un mar con dos orillas, dos orillas que no se
confrontan sino que se extienden siguiendo el perfil de la costa con la mirada
siempre puesta en el horizonte. La vieja dársena local, hoy animado puerto
deportivo, tendida en el regazo de la ciudad-madre y El Musel, aliento y futuro
de la economía local y regional, en la bahía de Torres, son dos caras de una
misma moneda. Una moneda traída y llevada por fenicios de aquí y de allá, que
el paso del tiempo ha ido marcando para dejar constancia de su longevidad y de
su valor. Esas muescas son elementos materiales, huellas indelebles, que nos
permiten reconstruir su historia, que no deja de ser una parte significativa de
la propia historia de Gijón, pues desde el siglo XVI, ciudad y puerto son dos
compañeros de viaje que comparten un mismo destino.
Un
paseo sosegado por el muelle local con las primeras luces del día o cuando la
tarde languidece y las masas informes de paseantes se recluyen, puede
convertirse en un apasionante encuentro con nuestro pasado industrial. La
propia morfología del puerto nos sitúa en la década de 1890, ante el puerto
carbonero más importante de Asturias. La dársena primitiva, repleta hoy de
embarcaciones de recreo, era una exigua infraestructura de acogida defendida
por el muelle viejo o de mar (cay) y por el muelle de tierra, llamado también
muelle nuevo (por ser reconstruido en el siglo XVIII) o del carbón. La popular
«rampa del pescado», que con tanta dignidad fotografió Constantino Suárez,
lleva impresa en sus gastados sillares el origen marinero de la villa. Al
costado del viejo cay, el «Muellín» o muelle Victoria, levantado en 1871 a
expensas del industrial Florencio Valdés, y que conserva las arcadas de piedra
que en 1879 sustituyeron a los pilotes de madera que le servían de sustento. La
antigua aduana, lonja de pescado y fábrica de hielo, tras su cuidada
rehabilitación en el tramo final de los ochenta, mantienen su dignidad
arquitectónica y se han integrado sin estridencias en la nueva vida del puerto
acogiendo usos acordes a las nuevas funciones. A un paso, el antepuerto,
protegido de los temporales del nordeste por el dique de Santa Catalina,
también conocido como Lequerica, en recuerdo del contratista vasco que ejecutó
las obras en 1864, y que la voz popular se encargó de adaptar al entendimiento
local como Lequerique o Liquerique. De la grúa fija de Trubia, la única con que
se dotó esta dársena, no queda sino el recuerdo en las viejas fotografías de
época.
Desde Lequerica, con la mirada puesta hacia Poniente, se contemplan lo que en la década de 1880 fue la gran ampliación del puerto local: los muelles de Fomento, integrados por las dársenas de Fomentín, Fomento y el dique curvo del oeste. El plan especial del puerto de Gijón aprobado de 1986 transformó los muelles locales en una moderna estación náutica y contribuyó a recuperar para la ciudad una parte degradada su fachada marítima más occidental. La importancia de las obras, sin embargo, no alteró sustancialmente la antigua fábrica de los muelles y tuvo el acierto de mantener e integrar algunos elementos destacados del mobiliario de este entorno portuario como los noráis de los talleres gijoneses de Cifuentes y Stolz, y varios herrumbrosos cañones que también hacen las veces de amarraderos. Estos singulares elementos del mobiliario urbano están protegidos por el Catálogo Urbanístico del municipio, la misma norma que salvaguarda otros destacados bienes muebles del puerto como las farolas de fundición adquiridas a la Fábrica de Armas de Oviedo en 1943 o los relojes ornamentales que lucen en el paseo del Muelle desde la década de 1920, uno de ellos adquirido a la casa gijonesa Goutayer y el otro a un fabricante palentino, por un monto total de 10.260 pesetas.
Desde Lequerica, con la mirada puesta hacia Poniente, se contemplan lo que en la década de 1880 fue la gran ampliación del puerto local: los muelles de Fomento, integrados por las dársenas de Fomentín, Fomento y el dique curvo del oeste. El plan especial del puerto de Gijón aprobado de 1986 transformó los muelles locales en una moderna estación náutica y contribuyó a recuperar para la ciudad una parte degradada su fachada marítima más occidental. La importancia de las obras, sin embargo, no alteró sustancialmente la antigua fábrica de los muelles y tuvo el acierto de mantener e integrar algunos elementos destacados del mobiliario de este entorno portuario como los noráis de los talleres gijoneses de Cifuentes y Stolz, y varios herrumbrosos cañones que también hacen las veces de amarraderos. Estos singulares elementos del mobiliario urbano están protegidos por el Catálogo Urbanístico del municipio, la misma norma que salvaguarda otros destacados bienes muebles del puerto como las farolas de fundición adquiridas a la Fábrica de Armas de Oviedo en 1943 o los relojes ornamentales que lucen en el paseo del Muelle desde la década de 1920, uno de ellos adquirido a la casa gijonesa Goutayer y el otro a un fabricante palentino, por un monto total de 10.260 pesetas.
Imagen de la noticia |
El
puerto exterior, El Musel, con su centenaria existencia, también ha dejado
importantes elementos patrimoniales que avalan su intensa actividad industrial,
primero como puerto exportador de carbón y a partir de la década de 1960 como
abastecedor de materias primas energéticas y para la industria siderúrgica y
eléctrica. La base de viaducto para llevar las vías del Noroeste y Carreño
hasta los cargaderos altos de la 2.ª y 3.ª alineaciones de ribera, la antigua
central eléctrica del Sindicato Asturiano, espléndidamente rehabilitada por los
arquitectos Fernando Nanclares y Nieves Ruiz para centro de recepción de
visitantes, o las bocas de los túneles y puentes ferroviarios que permitían la
comunicación del espacio portuario con los yacimientos mineros, son algunos
ejemplos destacados y recogidos en el Catálogo Urbanístico. Una norma que
incluye también algunas de las arquitecturas históricas más reconocidas del
puerto como el faro de Torres, rehabilitado e integrado en el parque
arqueológico natural de la Campa de Torres, y el igualmente remozado edificio
de La Sirena, proyectado por Eduardo Castro en 1926. Si bien es de destacar la
apuesta de la Autoridad Portuaria por recuperar lo mejor de su patrimonio, es
lástima que la practicidad (y en algunos casos la falta de sensibilidad) nos
haya privado de espléndidas arquitecturas portuarias así como de más elementos
del patrimonio material histórico. Está claro que el puerto de Gijón es el
patrimonio del futuro, pero éste no estará completo sin un adecuado aprecio de
su pasado.
Lne
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León
San Blas recupera a
sus proveedores
El
Valle de Sabero conserva, como resultado de más de cien año de actividad
minera, un importante patrimonio industrial vinculado al sector, que aúna sus
valores con los de un entorno natural que también se ha sabido proteger. Fruto
del devenir económico es la Ruta de las Minas, que muestra aquellos lugares de
los que la ferrería de San Blas, hoy Museo de la Siderurgia y la Minería de
Castilla y León (MSM) obtuvo sus materias primas.
Es
en la Ruta de las Minas, que ya cubren un buen número de visitantes en la zona
desde que la marcó el Club de Montaña Los Rejos y la impulsó el Museo de la
Siderurgia y la Minería de Castilla y León, donde se aúnan patrimonio minero y
naturaleza. Ahora, gracias al esfuerzo de la Junta Vecinal de Sabero y la
financiación del grupo de acción local Montaña de Riaño, este sendero turístico
dispone de una infraestructura —desde un mirador hasta merenderos y puentes—
que facilita el recorrido de este trayecto.
Tras
una inversión de 145.000 euros, se prevé que la inauguración oficial de este
nuevo camino se celebre el viernes 19, con una marcha organizada por el
Ayuntamiento de Sabero, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y
León y el Club de Montaña Los Rejos.
Imagen de la noticia |
A
la señalización que llevó a cabo la asociación montañera, muy activa en la zona
de Sabero-Cistierna —una encomiable tarea, con limpieza y señalización
provisional del sendero— siguió el apoyo del MSM, que fue fundamental para dar
a conocer esta nueva ruta, que parte, precisamente, de este centro. El museo
editó un plano-guía en el que describe los principales hitos del recorrido e
incluso facilita las coordenadas de cada punto, animando a cientos de
senderistas a internarse por este circuito en los últimos tres años.
Finalmente,
el grupo de acción local Montaña de Riaño, de la junta vecinal y de su
presidente, Francisco García Álvarez, dieron el impulsó definitivo a la ruta
minera de Sabero, con una financiación de 145.000 euros y solicitando la
homologación del camino a la Junta de Castilla y León.
El
sendero se convierte en un complemento perfecto para todas aquellas personas
que visitan el museo, ya que pueden contemplar en un recorrido de una
dificultad baja muchas de las instalaciones mineras de las que han tenido
conocimiento en el centro, incluidas aquellas minas que surtían de carbón y
hierro a la Ferrería de San Blas.
Junto
a estas instalaciones industriales, el caminante descubrirá paisajes
excepcionales, especialmente los contemplados desde el nuevo mirador que se ha
creado en la zona más alta de la ruta y rincones con encanto, como el puente
colgante de la pequeña localidad de Alejico.
La
ruta de las minas tiene un trayecto aproximado de 7,5 kilómetros, por lo que se
considera como una ruta de pequeño recorrido, un tiempo estimado de dos horas
de caminata y su dificultad es de carácter medio-bajo, accesible para gran
parte del público, con un desnivel que pasa de los 980 metros en Sabero a los
1.170 metros en la mina de cielo abierto en Alejico.
La
salida se inicia en la Plaza del Museo de la Siderurgia y la Minería, sigue
hasta la Mina Sucesiva, se gira hasta los restos de los Altos Hornos hasta
llegar a la Ermita de San Blas, siguiendo el camino hasta la Fuente de la
Muela, donde existe una zona de descanso. Así, dentro del mismo Sabero se ven
ya vestigios de un pasado industrial que sirven para comprender el
funcionamiento de la ferrería (hoy museo).
Las
obras han consistido en la limpieza de vegetación de las sendas en todo su
recorrido, adecuando un sendero desde el cruce de Sabero hasta la zona conocida
como Playa Sabero. A partir de ahí se recupera la senda por el río hasta llegar
a Alejico. Se han creado zonas de ocio y descanso con la recuperación de dos
fuentes, una al inicio del puente colgante de Alejico y otra al margen de la
CV-105. Se dotará de bancos en madera y piedra y mesas. Además, se ha
construido un Mirador en un punto intermedio de la ruta desde el que se puede
observar el valle, sus picos y núcleos de población próximos. También se han
instalado paneles informativos para su homologación por la Federación de
Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León. Se editarán
folletos informativos y de promoción.
Diario de León
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Motril
La Fabriquilla
albergará las dependencias de Protección Civil
El
alcalde de Motril, Carlos Rojas, acompañado por José Luis Chica, concejal de
Gestión del Territorio y Sostenibilidad, y el arquitecto municipal Enrique
Segura, han visitado los trabajos de adecuación en las naves de la Fabriquilla,
que se encuentran en su recta final. Se tratar de una de las azucareras más
antiguas de la ciudad.
Carlos
Rojas ha señalado que ahora “se está trabajando para terminar de rematar la
colocación de cubiertas en las dos naves aledañas a la principal y con ello se
dará por terminado este proyecto que recupera un importante patrimonio para la
ciudad tras la puesta en marcha de nuestro Plan Estratégico de Infraestructuras
culturales para proteger y rehabilitar nuestro edificios históricos”.
El
proyecto cuenta con una inversión de 270. 000 euros “y servirá para alojar las
dependencias de Protección Civil además de una zona multifuncional, que también
tendrán cabida ya que la nave cuenta con grandes dimensiones”.
Imagen de la noticia |
El
alcalde motrileño ha recordado que además este barrio ha vivido una
espectacular transformación en el último año gracias a otros trabajos que se
han efectuado en la zona “como el asfaltado de los aparcamientos de toda la
manzana, entre las calles Doctor Tercedor y Diógenes, reparación de las
jardineras, adecuación de los bordillos y la colocación de columpios en la
plaza que linda con la Rambla de Los Álamos”.
Carlos
Rojas ha concluido que “esta actuación, junto con todas las contenidas en el
Plan Estratégico de Infraestructuras Culturales, como la Casa Garach, la Ermita
de San Nicolás, el entorno de la Iglesia de la Encarnación, la Casa Ruiz o la
Fábrica del Pilar, avalan el compromiso de este Gobierno con la cultura y la
recuperación de nuestro patrimonio”.
Más información
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Vizcaya
Zorrozaurre se abre al
teatro
Todavía
falta para que Zorrozaurre abra el telón a un futuro de edificios de diseño y
empresas punteras. Mientras tanto, el barrio no se resigna a agonizar y ha
salido a escena para protagonizar una obra que tiene la regeneración de
pabellones industriales con actividades culturales como argumento. ¿Los
actores? Jóvenes creativos del colectivo Zawp (Zorrozaurre Art Working
Progress) que han contribuido a poner en marcha el P6, un nuevo centro de artes
escénicas que abre sus puertas para reforzar la variada oferta teatral de
Bilbao.
La
iniciativa parte de la Asociación Pabellón 6, un colectivo integrado por
personas cercanas al mundo de las artes escénicas en Bilbao. Se sitúa en un
antiguo almacén industrial de Zorrozaurre, rehabilitado en el marco del
programa de regeneración urbana que han llevado a cabo los jóvenes creativos de
Zawp gracias a la financiación del Gobierno vasco.
Rostros
conocidos
Hace
unos meses, cajas, escaleras, ladrillos y demás enseres estaban desperdigadas
por el espacio, en perfecta armonía con la atmósfera de abandono que se
respiraba en el ambiente. Pintura negra, unas banquetas, unos ejes de madera
restaurados y reconvertidos en mesas y unas enormes cortinas naranjas otorgan
al lugar un aspecto cálido, acogedor. Más parecido a un café teatro parisino
que a una antigua fábrica de mobiliario de oficina.
La
inauguración del P6, que abre sus puertas en el número 47 de Ribera de Deusto,
estuvo amadrinada por la actriz Mariví Bilbao y contó con la presencia de
numerosos rostros conocidos de la cultura bilbaína, como Ramón Barea y la
actriz Gurutze Beitia. También acudió a la cita el actor Adolfo Fernández, que
protagoniza la primera obra que acogerá el pequeño escenario del teatro. El
montaje 'Cantando bajo las balas' es el plato fuerte de una programación
especial de Aste Nagusia que también ofrecerá actuaciones musicales.
Según
sus responsables, el centro escénico acogerá propuesas de vanguardia e
intentará abrir el teatro a la ciudad. Estará gestionado «de forma
independiente» por los propios creadores en el marco del programa Zawp hasta
que ofrezca su última función, que coincidirá precisamente con la llegada de
otras piquetas. Sólo entonces bajará telón.
El Correo
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