Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

miércoles, 24 de agosto de 2011

Noticias del día sobre Patrimonio Industrial


Cádiz

El Ayuntamiento se plantea nuevos usos para el Zaporito

Aunque todavía no se ha descartado del todo la creación de un centro de interpretación vinculado a la industria salinera, tal y como se pretendía hasta el momento, el Ayuntamiento está barajando otros posibles usos para el molino de mareas del Zaporito.

De momento, son varias las ideas que tiene sobre la mesa y no descarta ninguna de elllas. Pero el alcalde, José Loaiza, sí tiene bastante claro que el futuro del Zaporito debe servir para generar actividad económica y crear empleo. Su gestión y mantenimiento, además, no debe repercutir en las arcas municipales. Por eso se habla de la posibilidad de ceder su gestión a una empresa privada que explote sus recursos.

En todo caso, el Ayuntamiento se replantea o intenta reconducir ahora el museo de la sal o centro de interpretación de la industria salinera, del que tanto se ha hablado y que el anterior Gobierno andalucista defendía como mejor uso para el Zaporito tras su recuperación.

¿Demasiados centros de interpretación?

Lo cierto es que en La Isla -una ciudad que no llega a los cien mil habitantes y cuyo desarrollo turístico figura entre sus principales asignaturas pendientes- hay proyectada una larga lista de centros de interpretación que no deja de resultar incomprensible y exagerada a ojos de muchos ciudadanos.

Se habla, como se ha apuntado, de un centro de interpretación de la industria salinera o museo de la sal en el Zaporito. Pero también de otro centro de interpretación -acerca de toda La Isla- en el Castillo de San Romualdo. Un uso similar hay proyectado para las instalaciones del Real Carenero, el Sitio Histórico del Puente Zazo. Y hace apenas un año abrió sus puertas junto al Teatro de las Cortes el centro de interpretación del parlamentarismo, que apenas registra visitas.

Y todo eso, sin contar con el museo naval que la Armada tiene previsto abrir en las instalaciones de Capitanía o con la ampliación que el Museo Histórico Municipal tiene pendiente de cara cara al futuro en las fincas colindantes que el Ayuntamiento adquirió con esta finalidad. La pregunta es evidente: ¿No son demasiados museos y centros de interpretación?

Ahora, cuando el Zaporito está en la recta final de su intervención, el Ayuntamiento se replantea el uso que hasta ahora se había barajado para este histórico inmueble. Las circunstancias económicas también han cambiado y, en cierto modo, obligan a la Administración local a cambiar su enfoque a la hora de gestionar el patrimonio. El Ayuntamiento, de hecho, pretende que no incida en las mermadas arcas municipales.

Al castillo de San Romualdo y al Sitio Histórico del Puente Zuazo, sin embargo, todavía le quedan muchas obras por delante. Hay tiempo para hablar de sus futuros usos como centros de interpretación. De momento, lo que preocupa es la terminación de los trabajos.

los planes previstos

Uno de los proyectos de mayor envergadura en este sentido es el que se está llevando a cabo en el castillo de San Romualdo. Para terminar la obra, la Fundación de Cultura busca un millón de euros. Luego, le tocará el turno a la dotación de contenido de las instalaciones.

Con todo, el Ayuntamiento, desde que descartó la adecuación en estas históricas instalaciones de un centro dedicado a la cultura andalusí, tiene claro lo que quiere allí: un centro de interpretación histórica general sobre San Fernando.

Según el proyecto que el anterior Gobierno local dio a conocer hace ya varios años, el Castillo contará con seis salas que constituirán un compendio del conocimiento, la historia y las costumbres de La Isla. De esta forma, un repaso histórico a la ciudad a través del Castillo -en la segunda sala- será seguido por una recreación del mausoleo de los Suazo con réplicas de las lápidas funerarias de esta familia. La cuarta sala permitirá, mediante paneles informativos, conocer el periodo que comprende el paso de la Isla de León a la ciudad de las Cortes. Las dos últimas serán dedicadas a la cultura mudéjar y a los recursos de la ciudad, tales como espacios naturales, rutas turísticas y diversos eventos culturales.

También, junto al Real Teatro de las Cortes, se puede visitar ya el centro de interpretación del parlamentarismo, abierto en noviembre de 2010 con el objetivo de convertirse, según palabras del ex alcalde, Manuel de Bernardo, en "un nuevo recurso cultural, turístico y educativo para que la ciudad se consolide como cuna del parlamentarismo y capital de la libertad".

Por su parte, se ha afirmado en varias ocasiones que las instalaciones del Real Carenero albergarán un espacio expositivo vinculado a las fortificaciones defensivas de la época y a la Guerra de la Independencia. Con todo, de momento se carece de un proyecto de uso definitivo, a expensas de que los Ayuntamientos de San Fernando y de Puerto Real -localidad en cuyo término municipal se encuentra buena parte del Sitio Histórico- consensúen sus contenidos. Hasta ahora, no obstante, ambos han coincidido en dos criterios esenciales: vincular estas instalaciones a la recuperación de las fortificaciones históricas de la Bahía (especialmente de San Fernando y de Puerto Real) e implicar a otras administraciones de rango superior para que su mantenimiento no repercuta en las arcas municipales de ambos Ayuntamientos.

¿Son necesarios?

Se entiende como centro de interpretación aquel que, contando con un equipo adecuado, fomenta un aprendizaje creativo con el objetivo de revelar al público el significado del legado cultural o histórico de los bienes que se exponen en él.

La duda que ronda a gran parte de la población es la necesidad de abrir tantos centros de estas características en una ciudad de poco más de cien mil habitantes y escasa afluencia turística. En efecto, el Castillo -por ejemplo- cuenta con catorce dependencias que podrían acoger sin problemas los contenidos que se barajan para el Sitio Histórico del Puente Zuazo o el tan esperado museo de la sal. Incluso sobraría espacio. Las dependencias del Carenero, por su parte, también son lo bastante amplias como para acometer un ambicioso proyecto de uso en este sentido.

Realmente son necesarios tantos centros de interpretación distintos y apenas separados por unos metros de distancia en algunas ocasiones? La opción que hasta las pasadas elecciones barajaba el Ayuntamiento pasa por dotar a cada monumento de un plan turístico vinculado a sus respectivas funciones históricas: en el Sitio Histórico, un centro de interpretación de las fortificaciones; en el Zaporito, de la sal y la industria salinera; junto al Teatro, del parlamentarismo... Además de uno de contenido general en el castillo de San Romualdo, como anteriormente se ha apuntado.

De esta forma, se repartiría el legado cultural de la villa para dar lugar a una ruta más dinámica en vez de compendiarlo todo en un solo edificio. Lo cierto es que esta fórmula suele funcionar cuando existe una gestión turística integral de los recursos que brinda la ciudad. A eso es, precisamente, a lo que se aspiraba.

No obstante, de lo que no cabe duda es la necesaria recuperación y puesta en valor de tantos edificios históricos que han sufrido durante años el olvido por parte de quienes hace poco más de dos siglos vivían -y sobrevivían- en este lugar a expensas de sus funciones defensivas e industriales.
Diario de Cadiz

----------------------------------------

Eibar

El martes se abre de nuevo el Museo de la Industria

El Museo de la Industria Armera de Eibar vuelve a abrir sus puertas a los visitantes el próximo martes, día 23, tras permanecer cerrado desde el pasado 13 de agosto.

Este museo está dedicado a la conservación y difusión de la memoria histórica y el patrimonio industrial de Eibar, un pueblo que goza de una gran tradición armera.

El museo alberga, entre otras muchas piezas, una extensa colección de armas procedente de diversos fondos, como el antiguo Museo de la Escuela Armería, además de una gran variedad de productos fabricados en Eibar como bicicletas, motos o máquinas de coser.

Sólo de mañana

Durante este mes de agosto el museo sólo abre de martes a viernes con un horario de mañana ininterrumpido desde las 10.00 horas hasta las 13.30 horas.

A partir del mes de septiembre el horario del museo volverá a ser el habitual del año.
Diario Vasco

--------------------------------------------

Gijón

La contribución del puerto de Gijón al patrimonio

El puerto de Gijón es como un mar con dos orillas, dos orillas que no se confrontan sino que se extienden siguiendo el perfil de la costa con la mirada siempre puesta en el horizonte. La vieja dársena local, hoy animado puerto deportivo, tendida en el regazo de la ciudad-madre y El Musel, aliento y futuro de la economía local y regional, en la bahía de Torres, son dos caras de una misma moneda. Una moneda traída y llevada por fenicios de aquí y de allá, que el paso del tiempo ha ido marcando para dejar constancia de su longevidad y de su valor. Esas muescas son elementos materiales, huellas indelebles, que nos permiten reconstruir su historia, que no deja de ser una parte significativa de la propia historia de Gijón, pues desde el siglo XVI, ciudad y puerto son dos compañeros de viaje que comparten un mismo destino.

Un paseo sosegado por el muelle local con las primeras luces del día o cuando la tarde languidece y las masas informes de paseantes se recluyen, puede convertirse en un apasionante encuentro con nuestro pasado industrial. La propia morfología del puerto nos sitúa en la década de 1890, ante el puerto carbonero más importante de Asturias. La dársena primitiva, repleta hoy de embarcaciones de recreo, era una exigua infraestructura de acogida defendida por el muelle viejo o de mar (cay) y por el muelle de tierra, llamado también muelle nuevo (por ser reconstruido en el siglo XVIII) o del carbón. La popular «rampa del pescado», que con tanta dignidad fotografió Constantino Suárez, lleva impresa en sus gastados sillares el origen marinero de la villa. Al costado del viejo cay, el «Muellín» o muelle Victoria, levantado en 1871 a expensas del industrial Florencio Valdés, y que conserva las arcadas de piedra que en 1879 sustituyeron a los pilotes de madera que le servían de sustento. La antigua aduana, lonja de pescado y fábrica de hielo, tras su cuidada rehabilitación en el tramo final de los ochenta, mantienen su dignidad arquitectónica y se han integrado sin estridencias en la nueva vida del puerto acogiendo usos acordes a las nuevas funciones. A un paso, el antepuerto, protegido de los temporales del nordeste por el dique de Santa Catalina, también conocido como Lequerica, en recuerdo del contratista vasco que ejecutó las obras en 1864, y que la voz popular se encargó de adaptar al entendimiento local como Lequerique o Liquerique. De la grúa fija de Trubia, la única con que se dotó esta dársena, no queda sino el recuerdo en las viejas fotografías de época.

Desde Lequerica, con la mirada puesta hacia Poniente, se contemplan lo que en la década de 1880 fue la gran ampliación del puerto local: los muelles de Fomento, integrados por las dársenas de Fomentín, Fomento y el dique curvo del oeste. El plan especial del puerto de Gijón aprobado de 1986 transformó los muelles locales en una moderna estación náutica y contribuyó a recuperar para la ciudad una parte degradada su fachada marítima más occidental. La importancia de las obras, sin embargo, no alteró sustancialmente la antigua fábrica de los muelles y tuvo el acierto de mantener e integrar algunos elementos destacados del mobiliario de este entorno portuario como los noráis de los talleres gijoneses de Cifuentes y Stolz, y varios herrumbrosos cañones que también hacen las veces de amarraderos. Estos singulares elementos del mobiliario urbano están protegidos por el Catálogo Urbanístico del municipio, la misma norma que salvaguarda otros destacados bienes muebles del puerto como las farolas de fundición adquiridas a la Fábrica de Armas de Oviedo en 1943 o los relojes ornamentales que lucen en el paseo del Muelle desde la década de 1920, uno de ellos adquirido a la casa gijonesa Goutayer y el otro a un fabricante palentino, por un monto total de 10.260 pesetas.

Imagen de la noticia

El puerto exterior, El Musel, con su centenaria existencia, también ha dejado importantes elementos patrimoniales que avalan su intensa actividad industrial, primero como puerto exportador de carbón y a partir de la década de 1960 como abastecedor de materias primas energéticas y para la industria siderúrgica y eléctrica. La base de viaducto para llevar las vías del Noroeste y Carreño hasta los cargaderos altos de la 2.ª y 3.ª alineaciones de ribera, la antigua central eléctrica del Sindicato Asturiano, espléndidamente rehabilitada por los arquitectos Fernando Nanclares y Nieves Ruiz para centro de recepción de visitantes, o las bocas de los túneles y puentes ferroviarios que permitían la comunicación del espacio portuario con los yacimientos mineros, son algunos ejemplos destacados y recogidos en el Catálogo Urbanístico. Una norma que incluye también algunas de las arquitecturas históricas más reconocidas del puerto como el faro de Torres, rehabilitado e integrado en el parque arqueológico natural de la Campa de Torres, y el igualmente remozado edificio de La Sirena, proyectado por Eduardo Castro en 1926. Si bien es de destacar la apuesta de la Autoridad Portuaria por recuperar lo mejor de su patrimonio, es lástima que la practicidad (y en algunos casos la falta de sensibilidad) nos haya privado de espléndidas arquitecturas portuarias así como de más elementos del patrimonio material histórico. Está claro que el puerto de Gijón es el patrimonio del futuro, pero éste no estará completo sin un adecuado aprecio de su pasado.
Lne

-------------------------------------------

León

San Blas recupera a sus proveedores

El Valle de Sabero conserva, como resultado de más de cien año de actividad minera, un importante patrimonio industrial vinculado al sector, que aúna sus valores con los de un entorno natural que también se ha sabido proteger. Fruto del devenir económico es la Ruta de las Minas, que muestra aquellos lugares de los que la ferrería de San Blas, hoy Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (MSM) obtuvo sus materias primas.

Es en la Ruta de las Minas, que ya cubren un buen número de visitantes en la zona desde que la marcó el Club de Montaña Los Rejos y la impulsó el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, donde se aúnan patrimonio minero y naturaleza. Ahora, gracias al esfuerzo de la Junta Vecinal de Sabero y la financiación del grupo de acción local Montaña de Riaño, este sendero turístico dispone de una infraestructura —desde un mirador hasta merenderos y puentes— que facilita el recorrido de este trayecto.

Tras una inversión de 145.000 euros, se prevé que la inauguración oficial de este nuevo camino se celebre el viernes 19, con una marcha organizada por el Ayuntamiento de Sabero, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León y el Club de Montaña Los Rejos.

Imagen de la noticia

A la señalización que llevó a cabo la asociación montañera, muy activa en la zona de Sabero-Cistierna —una encomiable tarea, con limpieza y señalización provisional del sendero— siguió el apoyo del MSM, que fue fundamental para dar a conocer esta nueva ruta, que parte, precisamente, de este centro. El museo editó un plano-guía en el que describe los principales hitos del recorrido e incluso facilita las coordenadas de cada punto, animando a cientos de senderistas a internarse por este circuito en los últimos tres años.

Finalmente, el grupo de acción local Montaña de Riaño, de la junta vecinal y de su presidente, Francisco García Álvarez, dieron el impulsó definitivo a la ruta minera de Sabero, con una financiación de 145.000 euros y solicitando la homologación del camino a la Junta de Castilla y León.

El sendero se convierte en un complemento perfecto para todas aquellas personas que visitan el museo, ya que pueden contemplar en un recorrido de una dificultad baja muchas de las instalaciones mineras de las que han tenido conocimiento en el centro, incluidas aquellas minas que surtían de carbón y hierro a la Ferrería de San Blas.

Junto a estas instalaciones industriales, el caminante descubrirá paisajes excepcionales, especialmente los contemplados desde el nuevo mirador que se ha creado en la zona más alta de la ruta y rincones con encanto, como el puente colgante de la pequeña localidad de Alejico.

La ruta de las minas tiene un trayecto aproximado de 7,5 kilómetros, por lo que se considera como una ruta de pequeño recorrido, un tiempo estimado de dos horas de caminata y su dificultad es de carácter medio-bajo, accesible para gran parte del público, con un desnivel que pasa de los 980 metros en Sabero a los 1.170 metros en la mina de cielo abierto en Alejico.

La salida se inicia en la Plaza del Museo de la Siderurgia y la Minería, sigue hasta la Mina Sucesiva, se gira hasta los restos de los Altos Hornos hasta llegar a la Ermita de San Blas, siguiendo el camino hasta la Fuente de la Muela, donde existe una zona de descanso. Así, dentro del mismo Sabero se ven ya vestigios de un pasado industrial que sirven para comprender el funcionamiento de la ferrería (hoy museo).

Las obras han consistido en la limpieza de vegetación de las sendas en todo su recorrido, adecuando un sendero desde el cruce de Sabero hasta la zona conocida como Playa Sabero. A partir de ahí se recupera la senda por el río hasta llegar a Alejico. Se han creado zonas de ocio y descanso con la recuperación de dos fuentes, una al inicio del puente colgante de Alejico y otra al margen de la CV-105. Se dotará de bancos en madera y piedra y mesas. Además, se ha construido un Mirador en un punto intermedio de la ruta desde el que se puede observar el valle, sus picos y núcleos de población próximos. También se han instalado paneles informativos para su homologación por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León. Se editarán folletos informativos y de promoción.
Diario de León

-------------------------------------------

Motril

La Fabriquilla albergará las dependencias de Protección Civil

El alcalde de Motril, Carlos Rojas, acompañado por José Luis Chica, concejal de Gestión del Territorio y Sostenibilidad, y el arquitecto municipal Enrique Segura, han visitado los trabajos de adecuación en las naves de la Fabriquilla, que se encuentran en su recta final. Se tratar de una de las azucareras más antiguas de la ciudad.

Carlos Rojas ha señalado que ahora “se está trabajando para terminar de rematar la colocación de cubiertas en las dos naves aledañas a la principal y con ello se dará por terminado este proyecto que recupera un importante patrimonio para la ciudad tras la puesta en marcha de nuestro Plan Estratégico de Infraestructuras culturales para proteger y rehabilitar nuestro edificios históricos”.

El proyecto cuenta con una inversión de 270. 000 euros “y servirá para alojar las dependencias de Protección Civil además de una zona multifuncional, que también tendrán cabida ya que la nave cuenta con grandes dimensiones”.
Imagen de la noticia


El alcalde motrileño ha recordado que además este barrio ha vivido una espectacular transformación en el último año gracias a otros trabajos que se han efectuado en la zona “como el asfaltado de los aparcamientos de toda la manzana, entre las calles Doctor Tercedor y Diógenes, reparación de las jardineras, adecuación de los bordillos y la colocación de columpios en la plaza que linda con la Rambla de Los Álamos”.

Carlos Rojas ha concluido que “esta actuación, junto con todas las contenidas en el Plan Estratégico de Infraestructuras Culturales, como la Casa Garach, la Ermita de San Nicolás, el entorno de la Iglesia de la Encarnación, la Casa Ruiz o la Fábrica del Pilar, avalan el compromiso de este Gobierno con la cultura y la recuperación de nuestro patrimonio”.
Más información

-------------------------------------------

Vizcaya

Zorrozaurre se abre al teatro

Todavía falta para que Zorrozaurre abra el telón a un futuro de edificios de diseño y empresas punteras. Mientras tanto, el barrio no se resigna a agonizar y ha salido a escena para protagonizar una obra que tiene la regeneración de pabellones industriales con actividades culturales como argumento. ¿Los actores? Jóvenes creativos del colectivo Zawp (Zorrozaurre Art Working Progress) que han contribuido a poner en marcha el P6, un nuevo centro de artes escénicas que abre sus puertas para reforzar la variada oferta teatral de Bilbao.

La iniciativa parte de la Asociación Pabellón 6, un colectivo integrado por personas cercanas al mundo de las artes escénicas en Bilbao. Se sitúa en un antiguo almacén industrial de Zorrozaurre, rehabilitado en el marco del programa de regeneración urbana que han llevado a cabo los jóvenes creativos de Zawp gracias a la financiación del Gobierno vasco.

Rostros conocidos

Hace unos meses, cajas, escaleras, ladrillos y demás enseres estaban desperdigadas por el espacio, en perfecta armonía con la atmósfera de abandono que se respiraba en el ambiente. Pintura negra, unas banquetas, unos ejes de madera restaurados y reconvertidos en mesas y unas enormes cortinas naranjas otorgan al lugar un aspecto cálido, acogedor. Más parecido a un café teatro parisino que a una antigua fábrica de mobiliario de oficina.

La inauguración del P6, que abre sus puertas en el número 47 de Ribera de Deusto, estuvo amadrinada por la actriz Mariví Bilbao y contó con la presencia de numerosos rostros conocidos de la cultura bilbaína, como Ramón Barea y la actriz Gurutze Beitia. También acudió a la cita el actor Adolfo Fernández, que protagoniza la primera obra que acogerá el pequeño escenario del teatro. El montaje 'Cantando bajo las balas' es el plato fuerte de una programación especial de Aste Nagusia que también ofrecerá actuaciones musicales.

Según sus responsables, el centro escénico acogerá propuesas de vanguardia e intentará abrir el teatro a la ciudad. Estará gestionado «de forma independiente» por los propios creadores en el marco del programa Zawp hasta que ofrezca su última función, que coincidirá precisamente con la llegada de otras piquetas. Sólo entonces bajará telón.
El Correo

No hay comentarios: