Barrio
de Casetas (Zaragoza)
El ayuntamiento será
el encargado de realizar el derribo de la antigua fábrica de Conde en el barrio
rural de Casetas. A pesar de que se trata de un edificio de propiedad privada,
el alto riesgo que conlleva el estado actual de la infraestructura obliga a
llevar a cabo la demolición de manera subsidiaria.
Se trata de un antiguo
edificio industrial que lleva años abandonado y del que los chatarreros han
hecho su mina de oro. Tanto, que han llegado a deteriorar partes fundamentales
de su estructura, lo que supone un gran peligro. Más aún cuando se sitúa cerca
de los campos de fútbol municipales y junto al humedal del Ojo del Cura, un
espacio verde que el barrio rural aspira a revitalizar.
Los servicios
municipales redactaron el pasado 21 de julio una providencia en la que
declaraban este inmueble como ruina inminente y exigieron a la propiedad que
actuara de inmediato y cumpliera con su responsabilidad para evitar problemas
en el futuro. Ante la falta de respuesta del dueño de esta antigua fábrica, el
consistorio se verá obligado a demoler la nave de un modo controlado para
terminar con el riesgo que supone para los ciudadanos su actual estado.
Fuentes municipales
indican que el proceso se está llevando a cabo con la mayor celeridad ante el
gran peligro que representa el estado del edificio. De hecho, el pasado martes
comenzaron los trámites legales para proceder al derribo lo antes posible y a
la zona se han trasladado ya materiales necesarios para esta actuación, así
como maquinaria. Por tanto, las mismas fuentes aseguran que la demolición está
en marcha y se hará efectiva en los próximos días.
Lo cierto es que el
estado del inmueble es ruinoso e incluso en su entorno se han acumulado
escombros y basura. La alcaldía del barrio rural había denunciado la situación
del edificio en repetidas ocasiones ante el consistorio por el riesgo para la
seguridad que supone para los vecinos y había exigido que se actuara de
inmediato para adelantarse a posibles accidentes.
El alcalde pedáneo,
Roberto Polo, señaló además que "muchos jóvenes acceden a la cubierta de
uralita", poniendo en peligro su integridad, de manera que el derribo será
el único modo de acabar con estas prácticas.
Por otro lado, el
alcalde pedáneo apunta que la antigua fábrica de Conde se había convertido en
el mural perfecto para los grafiteros del barrio, una práctica muy extendida en
la zona y que ha servido para decorar incluso los huertos sociales. Estos
artistas callejeros deberán buscar ahora una nueva zona de práctica ante el
riesgo que supone seguir utilizando los muros de este inmueble.
El Periodico de Aragón
Fotografías
de la fábrica de 2009 del blog http://iniciativa-kaos.blogspot.com
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