Artículo
de Jorge Bravo para La Voz de Galicia
El patrimonio industrial más
característico de Vigo se llena de polvo irremediablemente. Sin empresas ni
particulares interesados formalmente en comprarlos, estos solares corren el
riesgo de convertise en nuevas panificadoras, grandes infraestructuras sin un
uso claro que darle para su conservación.
Gran parte de estas fábricas están
protegidas por el plan especial de edificios a conservar (PEEC) elaborado en el
año 1991. Y a pesar de esta catalogación, han sufrido saqueos, pintadas de
vándalos y ocupaciones. La situación afecta a los vecinos y a la economía local
de la zona, que observan cada día estos colosos vacíos.
El aspecto actual de Vigo no se
puede entender sin observar la industria que la pobló en el pasado. Decenas de
empresas dedicadas a manufacturas de diversa índole dejaron su huella en la
ciudad. La revolución no solo fue industrial sino además artística. Los mejores
arquitectos de los siglos XIX y XX trajeron a la ciudad los movimientos
europeos. Llevaron a Vigo a la vanguardia.
Son varios los ejemplos que nutren
la ciudad. En el año 1996 cesó su actividad la nave industrial de La Artística
situada en la rúa Coruña. Fuera el fundador de la empresa, Eugenio Fadrique,
quien la mandó construir 90 años atrás. «Cuando cerró la factoría se notó menos
presencia en las calles», cuenta un vecino de la zona, Ricardo Gómez. El
trabajo de otras factorías salvó parcialmente la economía local.
Sí que notaron la desaparición de su
principal foco de empleo los vecinos del barrio de Barreiro, en Lavadores. El
cierre en el 2003 de la factoría de porcelanas Santa Clara dejó si trabajo a
miles de personas. «Aquí venía gente desde Porriño», recuerda Luisa, vecina de
la zona, «pero al cerrar la desvalijaron y la ocuparon», termina. Su
importancia fue vital en la zona, «la empresa construyó un barrio entero para los
trabajadores, les pagaban el agua y la luz», recuerda. El ocaso de este coloso
lo recuerdan también en el bar Vanosa, abierto desde el 1961. «No solo eran los
trabajadores, también llegaban los camioneros», cuenta el camarero del local.
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria hizo fracasar un proyecto urbanístico
que preveía dotarlo de viviendas, una operación que habría revitalizado el
barrio.
El más reciente de los cierres es el
de la factoría Alfageme, en Tomás Alonso, diseñado por Manuel Gómez Román y
edificado en el 1928. Tras pasar por un período difuso con un concurso de
acreedores incluido, el cerrojo se produjo en el 2011. Una subasta cedió la
propiedad a la banca, pero no cuajó ningún proyecto para recuperar la zona.
Imagen de la noticia |
La fachada industrial de la ciudad
es Beiramar. Con el PXOM ahora anulado por el Supremo se preveía el traslado de
los frigoríficos a Matamá y la construccción de torres residenciales. Proyectos
como el de la promotara Bouza Alta para Cordelerías Mar o el del exfubolista
Karpin para construir lofts en Frigoríficos Vigo no se materializaron. Solo el
auditorio Mar de Vigo limpia la imagen de la zona. El Puerto mantiene abierto
un proceso para adjudicar la nave Frigoríficos do Berbés a una empresa que la
explote.
La protección de los inmuebles
emblemáticos de la ciudad está recogida en el Plan Especial de Edificios a
Conservar, que data del año 1991. Antonio Davila, presidente del Colegio
Oficial de Arquitectos de Galicia, defiende la revisión de criterios que se
comenzó a acometer en el Plan Especial de Protección del Ensanche y Ciudad
Central (PEPECC), que sufrió un parón en su tramitación. «Es posible que con la
redacción del PXOM se presente actualizado el catálogo», explica Davila. El
número de edificios protegidos incrementaría hasta casi 900. Pero no solo eso.
Algunos de los edificios podrían recibir una nueva calificación que obligue a
su conservación completa y no solo de su fachada. «Se pueden revisar los
criterios de protección especial del plan 1991», argumenta Davila, convencido
de que desde aquellos años la situación ha cambiado. Es por ejemplo el caso de
la factoría Alfageme o Santa Clara, que tuvieron actividad hasta el siglo XXI.
Fuente
de la noticia http://www.lavozdegalicia.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario