Artículo
de Álvaro Pinela para El Adelantado
Hay sueños que se pueden hacer
realidad, con memoria, sentimiento, ilusión, y empeño en recuperar un símbolo
comunitario, del que en otros tiempos y en otra época se aprovechó el
vecindario, y en nuestros días devolverlo a la sociedad para su ocio y
disfrute. Es lo que está consiguiendo el Ayuntamiento de Bernuy de Porreros, con el
proyecto de recuperación del ‘Molino de Bernuy de Porreros’.
Desde hace unos días ya se pueden contemplar la fase de recuperación de los lavaderos y el cubo o presa. La entrada del agua, procedente de la cacera del camino, ha sido adecentada con mampostería, con un canal de piedra, que vierte sobre el lavadero de arena y la cubeta. Todo el espacio entre ambos, ha sido hormigonado. Así como el perímetro ha sido dotado de una valla metálica, que también da acceso a la parte superior de la cubeta a modo de mirador, mientras que la presa, de considerable altura, y formada por grandes sillares de granito, ha sido protegida con una reja metálica, para evitar situaciones de peligro.
“La empresa Teo Medio Ambiente, ha sido la encargada de ejecutar las obras, con un presupuesto en torno a los 36.000 euros, financiados por Segovia Sur”, explica la teniente de alcalde, Gloria Hernando, quien recuerda, que en una fase inicial, el año pasado ya se realizó, “el adecentamiento del camino y el cauce del agua desde la zona urbana, junto al arroyo San Medel, hasta las proximidades del molino”. Unos primeros y minuciosos trabajos sobre el recorrido hidráulico de unos 300 metros de longitud, que se completaron con el drenaje de zahorra e impermeabilización del caz y acotamiento del camino con piedra caliza, ejecutados en una primera fase, con la contratación de trabajadores desempleados.
Tanto el molino como su entorno están incluidos en el Catálogo de Protección de las Normas Urbanísticas de la localidad, al ser un patrimonio que forma parte del paisaje, del desarrollo y de la memoria del pueblo, y que bajo las directrices del proyecto promovido por el Ayuntamiento y del programa Leadercal, “se concibe como un recurso a conservar, proteger y valorizar al servicio de la comunidad rural, para crear riqueza, nuevos empleos y nuevas actividades”, señalan las directrices comunitarias. La ficha provincial del catálogo de Patrimonio Arqueológico de Castilla y León, se trataba de un molino harinero, abandonado en el año 1940, si bien el lavadero de arena, que aprovechaba el mismo agua, que el molino, se utilizó hasta el año 1970.
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Por este motivo, el objetivo del municipio, en palabras de Hernando, es
destinar la zona “como un área de recreo para el verano, y disfrute de las
personas que lo deseen”. Concluida, la segunda fase del proyecto, el último
peldaño del sueño municipal, pasa por la recuperación de las ruinas del molino,
“ese sería nuestro objetivo, si saliera financiación. En el pensamiento lo
tenemos”, asegura Hernando.
Historia
y origen.
Pascual González Galindo, vecino de
Bernuy de Porreros, ha sido el autor de algunas de las investigaciones sobre el
conocido Molino de Bernuy. Según los datos obtenidos por Galindo, “la
referencia más antigua es una escritura pública del año 1547. En la misma, el
vecino de Segovia Antonio de Villafañe dio a censo perpetuo, para siempre, al
concejo y vecinos de Bernuy 48 obradas de tierra, unas huertas, diez aranzadas
de viñas, casas, solares y prados, “así como entrega veinte millares de
maravedies en dinero para poder labrar y edificar un molino de cubo en la
localidad”. Infraestructura, que se realiza, junto al arroyo de San Medel, en
el Soto de Abajo.
Galindo, en su trabajo, también detalla, que “hubo varios pleitos entre algún que otro molinero y los propietarios de las huertas”; propiciado, “por la llegada del verano y la escaserz de agua, que originó roces y fricciones, por no estar de acuerdo con las mediciones que hacía el molinero”. El molino era de una sola rueda y todavía se aprecia el cárcavo junto a su ruina. La familia De Frutos fue la última que se recuerda que vivió en el lugar.
Por otra parte, el catálogo de protección de las Normas Subsidiarias habla de dos edificaciones, el molino y la vivienda, de dos plantas. El molino es de planta rectangular de fábrica de barro y piedra, y conserva restos del caz, la balsa, el cubo y el carcavo. La balsa es de forma triangular y en el vértice se sitúa el cubo con una profundidad de cinco metros. Todo ello está construido con muros de gran grosor (dos metros), realizados con sillares de gran tamaño, al igual que el arco de medio punto que conforma el carcavo. El estudio, reseñaba, “que la balsa está rota en su zona de unión con el caz”. Unos datos que el futuro se ha encargado de trasformar.
Fuente
de la noticia http://www.eladelantado.com
Artículo
sobre el molino
El
molino del Soto de Abajo en Bernuy de Porreros
Autor:
Pascual González
Galindo para la revista de Folklore de Fundación Joaquín Díaz
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