La presencia policial disuade de entrar al silo de San Blas a los contrarios al derribo.
La presencia de la Policía Nacional disuadió ayer de entrar al silo de San Blas a quienes se habían concentrado ante él en protesta por su inminente derribo, que puede producirse hoy mismo. Al término del acto organizado para "despedir" al edificio, algunos de los asistentes mostraron su intención de acceder al interior, pero los vigilantes de la obra se lo impidieron y dieron aviso a la Policía. Al lugar acudieron varios agentes, que no llegaron a intervenir al optar los concentrados por no entrar al recinto para evitar cualquier tipo de incidente.
Varias decenas de personas -menos de un centenar- asistieron al "funeral" del silo de San Blas organizado por la asociación Alicante Vivo. A través de varios discursos, tanto el representante de este colectivo como de la Plataforma Comarcal de Movilidad (PCM), los vecinos de la zona, EU, UPyD y Compromís denunciaron la "destrucción del patrimonio" que supone este derribo y acusaron tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat y al Ministerio de Fomento de no haber hecho nada para protegerlo. Al mismo tiempo, exigieron a estas administraciones que reconsideren "in extremis" la demolición y el edificio sea conservado.
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Rubén Bodewig, de Alicante Vivo, calificó de "tropelía y asalto injustificado" el derribo del silo y aseguró que "sólo desplazando una vía en superficie 5 metros, se podría conservar un patrimonio de todos". A su juicio, Alicante padece un "mal endémico" porque "no valora lo que tiene", al tiempo que criticó el "secretismo" con el que se está llevando el proceso, puesto que "no dicen cuándo" se va a producir la demolición. Por ello, aunque animó a los asistentes a estar allí para "plantar cara delante de las excavadoras y decir que esto es nuestro", lamentó no saber si será hoy el derribo y a qué hora.
Críticas a la falta de información oficial.
La mayoría de los intervinientes criticaron el silencio de las administraciones públicas sobre este proyecto, como el edil electo de EU Miguel Ángel Pavón, que denunció que la Conselleria de Cultura no ha respondido a la petición de suspensión cautelar del derribo. También el presidente de la comunidad de propietarios del complejo de edificios conocido como "La Colmena", Francisco López, aseguró que "nadie ha venido a explicarnos nada" de lo que se piensa hacer en la zona. Por su parte, la diputada electa de Compromís Mireia Mollà comparó el caso con el barrio valenciano de El Cabanyal, porque "han dejado que se degrade el silo". También cuestionó que la llegada del AVE justifique el derribo, al igual que el próximo portavoz municipal de UPyD, Fernando Llopis, que manifestó que la comodidad "no compensa" la pérdida del patrimonio.
Diario Información
Empieza la demolición de los silos de San Blas
Los silos de la antigua harinera Magro ubicados en el tradicional barrio alicantino de San Blás tienen las horas contadas. Durante la jornada de este lunes se prevé la demolición de esta emblemática estructura para ceder su espacio a las vías que acercarán el AVE a la ciudad.
Como acto de protesta, más de un centenar de personas se dieron cita en el entorno de los silos para denunciar el derribo. Vecinos, formaciones políticas (EU, UPyD y Compromís) y asociaciones culturales apelaron "al sentido común" de la Conselleria de Cultura "para que sean ellos los que eviten que la ciudad pierda una de sus señas de identidad", según apuntaba uno de los vecinos indignados con la actuación de Adif.
"Con la demolición de los silos perdemos la oportunidad de contar en la ciudad con un nuevo centro cultural", afirmaba el presidente de la asociación Alicante Vivo, Alfredo Campello.
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Entre los actos de protesta se convocó al colectivo a protagonizar este lunes una sentada frente a las máquinas excavadoras que desde este domingo se encontraban en la zona, y que serán las primeras en tomar el espacio ahora ocupado por los gigantes de las harineras.
Sin embargo, tal y como comentaban fuentes del colectivo Alicante Vivo, esta acción ha sido "imposible", porque las excavadoras entraron en el recinto, totalmente precintado y vallado, durante esta madrugada. No obstante, frente a los silos se ha congragado de nuevo un centenar de personas para manifestar su indignación frente a lo que consideran un atentado al patrimonio arquitectónico de Alicante.
A mediodía, y después de haber derruido la antigua fábrica, las máquinas han empezado a demoler los silos. Finalmente, el conjunto arquitectónico de las harineras desaparecerá este lunes.
El Mundo
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