La
demolición de una nave anexa a los silos de San Blas dio inicio ayer al derribo
de las antiguas harineras de principios del siglo XX, que se adelantó
parcialmente para poder rescatar una serie de piezas de maquinaria y elementos
que los técnicos municipales quieren conservar como vestigio de la arquitectura
industrial alicantina. La conservación y puesta en valor de los depósitos fue
descartada el miércoles en una reunión de las administraciones que integran la
sociedad Avant -Ayuntamiento, Renfe, Adif y Consell- para no retrasar la
llegada del AVE a Alicante, prevista para 2012, ya que estos inmuebles están
ubicados justo en la zona de andenes por donde la Alta Velocidad accederá a la
estación.
Una máquina comezó el derribo con las naves anexas, imagen de la noticia |
Ante
el inminente derribo, la Concejalía de Cultura, con el visto bueno de la
alcaldesa, solicitó a Avant el rescate de todos los elementos del interior de
los silos que se puedan rehabilitar para su posterior exposición en parques o
rotondas de la ciudad. La restauradora de Patrimonio, Luisa Biosca, y el asesor
de Cultura Juan José Amores entraron ayer a las harineras junto con operarios
de Avant y hallaron entre quince y veinte piezas salvables y que se rescatarán.
Entre ellas la maquinaria central donde se molía el grano en las Harineras
Magro, cuyas dimensiones obligaron a derribar ayer mismo la nave anexa para
poder sacarla. "Dentro del silo hay 18 coladores por donde caía el grano,
y cada uno de ellos tiene maquinaria", explicó Amores. Los técnicos
también salvarán chimeneas, entre ellas una en forma de veleta de tres metros
de altura, conductos de ventilación, vallas metálicas y topes de vía,
"vestigios del pasado ferroviario e industrial que en sí no tienen valor
económico porque están muy oxidados pero sí sentimental". Los técnicos,
que no hallaron mobiliario, tuvieron que acceder bajo la supervisión de los
operarios de Avant debido al mal estado de la construcción, que amenaza
derrumbe, sobre todo de la azotea, a la que no pudieron subir. Amores destacó
la gran cantidad de grafitis que hay en las harineras, en donde, según denuncia
de los vecinos de la zona, suelen refugiarse indigentes.
Las piezas serán trasladadas a dependencias municipales para su catalogación,
restauración y posterior aprovechamiento como elementos ornamentales en la
ciudad. Cultura también ha pedido a Avant un informe sobre los silos para que
conste esta documentación en el Archivo Municipal. Además se conservará en su
emplazamiento un antiguo transformador que no se verá afectado por la
construcción de andenes para el AVE mientras que unas pilastras del siglo XIX
situadas en la antigua salida de carruajes de la estación se desmontarán sillar
a sillar para restaurarlas y después colocarlas en algún parque.
Diario Información
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