Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

lunes, 30 de mayo de 2011

Noticias diarias sobre patrimonio industrial


Avilés

Ensidesa, poesía en la fábrica-ciudad

Un día nos dijeron que Ensidesa era Arcelor. Pero para la historia de Asturias es preciso matizar: Arcelor es Ensidesa, la empresa que colonizó a mediados del pasado siglo una zona de marismas a la derecha de la ría de Avilés y protagonizó el mayor terremoto demográfico en la historia industrial española: de 21.000 habitantes en 1950 a justamente el doble ocho años más tarde, y de ahí para arriba. Las instalaciones de Ensidesa en Avilés son una de las ocho joyas del patrimonio industrial asturiano elegidas recientemente entre las cien mejores de España por el Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio, organismo de la UNESCO.
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Ensidesa creció en Avilés al lado del mar y se ha hecho grande tierra adentro, fábrica compañera de autopista que esconde paradójicamente el secreto de sus dimensiones reales. Nada que ver con las que deja traslucir a pie de carretera, el monstruo sólo enseña su verdadero tamaño cuando el visitante se adentra en sus tripas y acaba engullido sin remedio en ellas.

Parque de Bomberos, torre de control. Cuatro pisos desde donde Avilés tan sólo se perfila. A la derecha, el mamotreto bicolor de la acería LD3, el penúltimo grito en técnica de acero. Al otro lado, la Ensidesa histórica, la planta de sinterización, las baterías de coque, los hornos altos, las chimeneas de fosa que apuntan al cielo con un aire de geometría clásica... Ensidesa Avilés ha variado con el tiempo y con el desarrollo de la técnica. Estamos en lo que fue la mayor fábrica de España, cuatro millones de metros cuadrados de talleres, hornos, viales, líneas ferroviarias, naves y poblados anexos. Llaranes, el más conocido; pero también La Estrella, La Luz, Garajes o La Marzaniella.
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Ensidesa fue levantada con vocación de ciudad y con ánimo diligente. El decreto de creación en 1950; el inicio de las obras, pocos meses más tarde; en apenas cuatro años se construye el complejo avilesino y la primera producción sale de los hornos en 1956. Y todo sobre un terreno que hubo que allanar y desecar.

La historia social de Ensidesa discurre paralela: inmigración, arraigo, modificación del paisaje urbano, de las costumbres y los rostros de la calle. Pero ésa es otra historia. Adentrarse en la fábrica de Avilés, perteneciente a la única siderurgia integral que queda en España, con una producción de más de cinco millones de toneladas de acero líquido al año, es aceptar el juego del laberinto. Para no perderse, al menos en teoría, sirve una amplia maqueta que es preciso actualizar, instalada en los bajos de las oficinas generales, uno de los primeros edificios construidos a principios de los cincuenta.

Hay poesía en algunas de las naves. Más por dentro que por fuera. Lo que vemos desde el exterior suelen ser construcciones sólidas de hormigón prefabricado que nos recuerdan los viejos tiempos de autarquía franquista. Pero por dentro las cosas cambian, la luz lo envuelve todo, el vidrio gana la batalla y los espacios se agigantan. Entrar en la nave abovedada del taller de calderería sugiere lo etéreo que puede llegar a parecer el hormigón. La nave de laminación es también un espectáculo en sí misma, un inmenso taller a tres niveles de altura que tiene porte de catedral con un sistema de acceso de luz que, según la hora del día, permite sensaciones sugerentes y diferentes.

Ambas instalaciones, calderería y laminación, llevan firma ilustre, la del riojano Carlos Fernández Casado. Un portento que conjugaba técnica y humanismo. Ingeniero de caminos, ingeniero de telecomunicaciones y licenciado en Filosofía y Letras, por citar tres apuntes de un currículum sin desperdicio. Casado (1905-1988) trabajó intensamente en Asturias, aunque su obra más simbólica está en la frontera, el puente sobre el embalse de Barrios de Luna, en la autopista del Huerna, ya pasado el túnel del Negrón.

La Ensidesa que vieron nacer los avilesinos hace casi sesenta años ha modificado sus perfiles a lo largo de las décadas, pero también sus usos y funciones. Quedan ocho de las diez baterías de coque, no hace mucho que desapareció -desgraciadamente- el edificio de la central térmica, una de las dos plantas de sinterización fue desmontada y trasladada a la factoría de Gijón en los noventa, y unos años antes se dio por concluida la vida de la antigua acería LD2.

En el corazón mismo de Ensidesa, una parte de la nave de los antiguos hornos y laminación en caliente es utilizada actualmente como almacén para la expedición de productos acabados. Se trata de una nave inmensa, que mide casi un kilómetro de longitud y ocupa una superficie aproximada de 170.000 metros cuadrados.

Fechas para recordar

Julio de 1950: Escritura de constitución de Ensidesa.

1956: Primera producción de coque.

1957: Es inaugurado el primer horno alto. el cuarto y último lo hará en 1969.

1958: Primera producción de arrabio.

1966: Arranca la acería LD.

1968: Se superan por vez primera los 10.000 millones de pesetas de ventas. En 1975 la empresa, fusionada con Uninsa, superaría los 27.000 trabajadores.
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Gijón
Los vecinos de Vega piden que se bloquee el derribo de edificios mineros de La Camocha.
La Asociación de Vecinos «San Emiliano» de Vega ha solicitado al Ayuntamiento que impida el inicio de demoliciones de edificios de Mina La Camocha, al no haber sido redactado aún el plan especial que debe determinar cómo y en qué grado se van a proteger los edificios catalogados y cómo se va a ordenar esa área industrial en su conjunto; un plan que deberá ser aprobado por la Consejería de Cultura del Principado. Los responsables de la liquidación de los activos de la antigua empresa minera cuentan con el visto bueno de palabra del área de Urbanismo del Ayuntamiento para acometer los derribos, algo que es insuficiente, a la vez que contraviene la normativa del propio Consistorio, según dirigentes vecinales.

La administración concursal de Mina La Camocha ya ha abierto la subasta para contratar los trabajos de demolición de edificios de la antigua explotación minera, algo que forma parte del plan de labores de cese y abandono de la mina. Los administradores han informado al juez que supervisa la liquidación de la empresa de que han mantenido «conversaciones y reuniones, incluso in situ, con los responsables de la citada Corporación municipal», en las que se abordó la «necesidad» de demoler los edificios no catalogados por el Ayuntamiento ni susceptibles de aprovechamiento futuro. Los administradores se referían, entre otros encuentros, a una visita a la mina que efectuó hace varios meses el concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo.
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La administración concursal entiende que tendría, de ese modo, el visto bueno de palabra del gobierno local saliente para proceder al derribo de edificios del poblado minero, salvaguardando el castillete del pozo número 3, la sala de máquinas de ese pozo, el edificio de máquinas y su maquinaria, la chimenea, el edificio de oficinas, la casa de aseos y la subestación eléctrica, que son los edificios que figuran como protegidos en el catálogo urbanístico de Gijón, aprobado de manera definitiva en julio de 2010.

Sin embargo, los vecinos consideran que no es suficiente, dado que en la aprobación del propio catálogo urbanístico se establece que en el caso de Mina La Camocha es obligatoria la redacción de un plan especial que determinará el grado de protección de los edificios señalados y que además definirá cómo se va a ordenar el suelo industrial que ocupa la antigua explotación minera, 336.644,60 metros cuadrados.

La asociación de vecinos destaca que dado «que no está aprobado, ni tan siquiera redactado, el plan especial que determinará los edificios y elementos que deben conservarse», el Ayuntamiento está obligado «dentro del deber de vigilancia urbanística» a impedir las demoliciones.

La salvaguarda del patrimonio industrial de Mina La Camocha no es la única preocupación de los vecinos respecto a las edificaciones de la empresa en liquidación. En otro escrito dirigido al Ayuntamiento, la asociación «San Emiliano» de Vega informa a los responsables municipales del «riesgo, incluso para la seguridad de las personas, que entraña el grave estado de deterioro en que se encuentra el depósito de agua de Mina La Camocha», situación que ya comunicaron a Urbanismo el mes pasado varios vecinos próximos al mencionado depósito, que temen que llegue a romperse y que el agua que almacena pueda originar daños. La asociación vecinal pide al Consistorio que tome medidas.
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Gijón

La limpieza de Mina La Camocha, bloqueada por falta de fondos

El fracaso en el intento de venta de los restos de carbón almacenados en la balsa de finos de Mina La Camocha y bajo las escombreras ha dejado a los administradores concursales de la empresa sin fondos suficientes para eliminar las dos escombreras que acumulan los estériles que se originaron durante décadas de actividad extractiva.

La obra portuaria consumió 686.052 toneladas de escorias de La Camocha. En los terrenos mineros aún permanecen 1,99 millones de toneladas de estos estériles, entre las escombreras Norte y Sur. Si los administradores concursales no logran vender el material para el relleno de obras públicas, como el polígono industrial de Bobes (Siero) o la Zalia, el material se tendría que trasladarse a un vertedero, para limpiar la zona. El coste de esa operación ronda los seis millones de euros. Una cantidad que habría quedado cubierta si hubiera cuajado la venta del carbón de la balsa de finos y el que hay bajo las escombreras a la empresa Posada Organización, que ofreció algo más de 7 millones de euros por esos activos en la subasta pública que se efectuó en el Juzgado de lo mercantil número 1 de Oviedo el 14 de enero.
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La venta no cuajó al incumplir Posada Organización los requisitos previstos en el plan de liquidación de los activos de Mina La Camocha que aprobó el juez. La empresa no depositó los 351.000 euros de aval bancario que se exigían ni concretó el precio real que iba a pagar por esos finos de carbón, dado que días después de la subasta condicionó la oferta a las negociaciones que estaba manteniendo Posada Organización con empresas eléctricas para suministrarle esos finos de carbón (se calcula que más de 813.000 toneladas de restos de mineral de mala calidad) como combustible para centrales térmicas. Los administradores concursales han solicitado al juez que decida si autoriza o no las condiciones que ha puesto Posada Organización para adquirir el mineral, pendiente también de ensayos para determinar la calidad final y la cantidad de carbón que existe en la balsa y bajo las escombreras.

La otra vía que tienen los administradores concursales para intentar captar fondos para acometer las labores de cese de la explotación minera es el Estado. El problema es el distinto punto de vista al respecto de la administración central respecto a los responsables judiciales, que está motivando sucesivos pleitos entre la administración concursal y la abogacía del Estado sobre las reclamaciones de pago de gastos a la mina.

Así las cosas, los administradores concursales reconocen en el último informe remitido al juez que «los recursos disponibles en estos momentos son muy escasos, lo que nos obliga a retrasar dichas labores hasta que se disponga de los suficientes medios o fondos dinerarios o financieros».

La recuperación ambiental del suelo de Mina La Camocha es una de las reclamaciones de los vecinos de Vega, así como la conservación del patrimonio industrial. Los vecinos han exigido al Ayuntamiento que bloquee el plan del administrador concursal para iniciar el derribo de edificios. Reclaman que antes se elabore el plan especial previsto por la normativa urbanística para la zona.
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Málaga
Un incendio afecta a la antigua fábrica de Vitelcom en el PTA
Un incendio ha afectado este domingo a la antigua fábrica de la empresa de telefonía móvil Vitelcom, situada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en la barriada malagueña de Campanillas.

La nave, situada en la calle Juan López Peñalver, se encuentra abandonada desde hace años, aunque tenía restos de materiales, que, por causas que no han sido precisadas, se han incendiado, según ha señalado a Europa Press un portavoz del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.

El fuego se ha iniciado sobre las 13.30 horas y hasta el lugar se han desplazado una veintena de efectivos de Real Cuerpo de Bomberos, que han estado trabajado en el lugar hasta prácticamente las 15.00 horas.

La dificultad para sofocar el fuego radicaba en localizar el foco, dadas las grandes dimensiones de la nave y el intenso humo generado, tal y como han precisado las fuentes citadas.
El Mundo
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Zaragoza (Aragón)

El valor de los bienes industriales

En un escenario único, como es la antigua nave embotelladora de La Zaragozana, la exposición itinerante 100 Elementos del Patrimonio Industrial en España recorre hasta el 3 de julio --mediante paneles informativos-- la riqueza arquitectónica y el valor antropológico, histórico y cultural de unos edificios que forman parte de la historia más reciente. Y Aragón sorprende al visitante por su rico pasado, rompiendo el mito de que solo comunidades como Cataluña, País Vasco o Asturias abanderaron la industrialización del país.

"Aragón es, con ocho edificios, una de las autonomías con más bienes representados. De hecho, es de las pocas que tiene un Inventario del Patrimonio Industrial y la Obra Pública, elaborado por el Gobierno de Aragón entre el 2004 y 2008. Aunque todavía nos queda la fase de la protección, para frenar derribos o limitar intervenciones", contesta Pilar Biel, quien junto a Gerardo Cueto ha coordinado esta exposición, organizada por el Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (Ticcih).

Aunque no estén todos los buenos ejemplos que Aragón tiene de este tipo de arquitectura, sí que están representados todos los sectores estratégicos de su industrialización. El agroalimentario (con Harinas Polo y la fábrica de cervezas La Zaragozana), el metalúrgico (Fundiciones Averly), eléctrico (Central hidroeléctrica de Seira y EMESA) y minero (paisaje de Val de Ariño). A los que se sumaron la construcción (Cementos Morata) o la fabricación de productos eléctricos (GIESA).

"Todas ellas, excepto Schindler y las minas de Val de Ariño, continúan funcionando. Y muchas intentan compatibilizar su rico pasado histórico con la renovación tecnológica", añade.

Harinas Polo (1920) es "ejemplo de que el avance tecnológico y la belleza arquitectónica pueden ir unidos como imagen diferenciadora de empresa". La fábrica de cervezas La Zaragozana (1900), del empeño privado por poner en valor su historia. "Esta misma botellería evidencia esa conservación, que junto a la antigua maltería o la sala de fermentación puede ahora visitarse".

Averly (1880), la fundición más sobresaliente de Aragón, cubrió las necesidades de las harineras y agroalimentarias y las completó con otras de tipo artístico y constructivo. Ahora fabrica turbinas. De su conjunto destaca el modelo villa-fábrica del XIX.

Empresas como Catalana de Gas y Electricidad explotaron los ríos pirenaicos, entre ellos el Ésera desde la central de Seira (1914), transformando el territorio rural. Y la Electro Metalúrgica del Ebro construyó la central en Sástago (1907) aprovechando los meandros del Ebro.

Giesa (1946), hoy desaparecida pero viva en la memoria de la ciudad es modelo de la industria de los años cuarenta. La aparición de cementeras como la de Morata de Jalón (1930) llegó con el fomento de las obras públicas a través de la CHE, y el impulso de la vivienda. Y, en paralelo, la minería se concentraba en Teruel, siendo la cuenca de Val de Ariño (1920) uno de los más variados y ricos conjuntos.
El Peridico de Aragón

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