El blog está a punto de cumplir 3 meses, y ya ha sobrepasado las 5.000 visitas, y quiero agradeceroslo a todos los que estais visitando mi blog, lo leeis y a los que haceis comentarios, os recuerdo que siempre son bienvenidos todos los comentarios que querais realizar.
Para celebrar estas visitas os quiero poner imágenes del edificio por el que nació mi pasión por el Patrimonio Industrial, en otra entrada os comenté la noticia que habia sufrido un incendio...Se trata del Molino de Forés de Silla (Valencia), la primera vez que lo visité fue en 2005 y me impactó la belleza y solidez de su construcción.
Se trataba de un conjunto formado por un molino de finales del siglo XVIII y varias naves que se fueron construyendo en periodos posteriores. Se trataba de un molino movido por energía hidráulica, tenía un salto de agua. Dentro del conjunto también hay una magnífica chimenea de ladrillo.
El edificio ha pasado por varios usos hasta el estado de abandono en el que se encuentra hoy en día. Originalmente era un molino, paso a ser fábrica de sacos, después de hilados y tejidos; y finalmente fábrica de tableros.
Originales Diana Sanchez Mustieles, 2011 |
Hoy he ido a hacerle fotos, pues al enterarme de la noticia de su incendio queria saber el estado en el que se encontraba (pues le tengo especial cariño), hemos podido colarnos dentro de la parcela para verlo. El edificio original del molino estaba intacto, pero unas de las naves adosadas se ha dañado totalmente.
Estado de la zona afectada por el incendio, originales Diana Sanchez Mustieles, 2011 |
Canalización del agua al interior del molino, original Diana Sanchez Mustieles, 2011 |
Puede pareceros una edificación de gran sencillez, pero eso es precisamente lo que me llamó la atención y por lo que me pareció un conjunto tan bello, y es gracias a él que ahora estoy aquí haciendo un blog de un tema que me apasiona, como es el Patrimonio Industrial.
El hecho de verlo en este estado, totalmente destruido y desaprovechado me da mucha pena...
Gracias a todos los que visitas el blog.
Diana Sánchez Mustieles
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