Hoy os presento la entrevista que he
realizado al arquitecto Carmel Gradolí por la restauración del Alto Horno de
Puerto de Sagunto. Como introducción os pongo los datos técnicos de la obra.
Autores
del proyecto y directores de obra:
Carmel Gradolí, Arturo Sanz, Luis Fco. Herrero
Arquitecto
técnico: Francesc
Vallet
Otros
colaboradores: Ingeniería
10 (enginyeria 1ª fase), VALNU (instal·lacions 2ª i 3º fases), VALTER
(estructura 3ª fase), Luis Giménez(arquitecte 2ª i 3ª fase), Aitor Varea (arquitecte,
3ª fase), Mariela Apollonio (fotògrafa, final obra)
Fecha
de proyecto: 1996
Inicio
y final de la obra:
1998-2011
Promotor: Conselleria de Cultura, Ajuntament
de Sagunt, Ministeri de Foment (1ª fase)
Empresa
constructora: UTE
Necso- Freyssinet (1ª fase) PAVASAL (2ª fase) COVOP (3ª fase)
Fotografía del Alto Horno recuperado, Diana Sánchez 2012 |
Agradecer desde aquí a Carmel
Gradolí que aceptara realizar la entrevista.
ENTREVISTA
1. ¿Cómo os encargaron un proyecto
tan singular, fue mediante concurso o encargo?
En
realidad, el encargo llegó por fases.
En
primer lugar, a principios de 1996, desde Cultura nos pidieron que, en dos
meses, redactásemos un anteproyecto. Fue un encargo directo, pues, por la
cuantía económica del mismo, no requería concurso. El anteproyecto debía
proponer las actuaciones generales para recuperar el horno desde el punto de
vista de su solidez, imagen (considerando los distintos entornos de percepción)
y uso, haciéndolo visitable con una finalidad didáctica. Con este trabajo,
Cultura quería resolver un problema: de Sagunto había llegado un proyecto de
intervención que no era aceptable desde el punto de vista de la conservación
del Patrimonio, por lo que se quería encauzar adecuadamente esa actuación.
Posteriormente,
se sacó a concurso la redacción del Proyecto según el anteproyecto redactado.
Participamos en la licitación, pero el encargo se lo dieron a una ingeniería
que ofreció un precio más bajo. Sin embargo, la propia ingeniería no se vio
capaz de desarrollar el proyecto según los parámetros planteados en el
anteproyecto y nos encargó los aspectos arquitectónicos del mismo.
Una
vez redactado el proyecto y adjudicada la obra, la dirección de obra la hicimos
como colaboradores de Ingeniería 10. A lo largo de la obra, esta ingeniería
desapareció, por lo que los arquitectos nos hicimos cargo de la obra.
2. Vuestra primera impresión al
recibir tal encargo.
Al
recibir el encargo, no conocíamos el horno, por lo que no sabíamos en qué nos
estábamos metiendo, así que, lógicamente, nos alegramos: hacía relativamente
poco que habíamos empezado a trabajar en la Conservación del Patrimonio y este
trabajo parecía interesante…
Diana Sánchez 2012 |
3. ¿Qué sentisteis al visitar por
primera vez el Alto Horno?
La
primera impresión ante el Alto Horno, una mole metálica completamente oxidada
de 64 m de altura (como un edificio de 20 plantas), fue, al menos por mi parte,
pensar: pero esto… ¿qué es? Y es que el horno era muy distinto a todo lo
que habíamos hecho hasta entonces y a lo que pensábamos que nos íbamos a
dedicar a hacer. Además, la prisa que corría el trabajo no dejaba mucho margen
para el conocimiento relajado del horno. Pero la abundante información
disponible nos permitió ir entendiendo el horno y su funcionamiento, así como
aprender los nombres de las partes del mismo, hasta tener un conocimiento
suficiente para acometer la propuesta.
4. Se trata de un Alto Horno de una
gran siderurgia, un elemento claramente industrial que no solía ser proyectado
por arquitectos. ¿tuvisteis que investigar y estudiar su construcción y el
sistema de producción que se realizaba en su interior?
Sí, evidentemente. Afortunadamente, pudimos contactar con personas
ligadas a la siderurgia que nos proporcionaron información de tipo general
sobre los altos hornos. Además, los archivos de Altos Hornos del Mediterráneo,
propiedad ahora de la Fundación de Patrimonio Industrial de Sagunto, contienen
abundante información gráfica sobre el Horno Alto nº 2 que nos permitió
elaborar una nueva planimetría y reconstruir virtualmente el entorno
desaparecido.
5. ¿Tuvisteis en cuenta la imagen
original del Alto Horno para su recuperación?
Completamente.
De hecho, al plantear la línea de actuación nos planteamos la posibilidad de
tratar de mantener la imagen de deterioro que encontramos, que era enormemente
sugestiva, pero esto planteaba dos problemas: el técnico de cómo conservar esa
imagen en condiciones de seguridad y la contradicción entre esta imagen y la
voluntad de recuperar el horno desde un punto de vista didáctico.
En
esta situación, optamos por recuperar la imagen optimista de un horno recién
reconstruido y listo para entrar en funcionamiento. Teníamos la información y
los medios necesarios para hacerlo, pues hay que tener en cuenta que los altos
hornos son máquinas que se ponen en marcha y funcionan ininterrumpidamente
durante unos cinco años para, al final, pararse y reconstruirse. Estas
reconstrucciones nos sirvieron de inspiración para definir la imagen que
queríamos recuperar.
Alto Horno con nuevo volumen, Diana Sánchez 2012 |
6. ¿Fue un proyecto muy difícil de
realizar, frente otro tipo de proyectos de rehabilitación?
El
proyecto no fue especialmente difícil, porque encontramos la forma de hacerlo
fácil: no había más remedio por la prisa y por la escasa dotación económica del
encargo. Además, al estar inicialmente subcontratados por una ingeniería, nos
liberamos de los trabajos para nosotros más tediosos, centrándonos en los
trabajos más arquitectónicos, que eran los que la ingeniería no podía realizar.
La
ejecución, en cambio, sí ha sido dificultosa: por los presupuestos
insuficientes que han obligado a ejecutarlo por fases, en muchos años y con
largas interrupciones. Quizá lo más difícil ha sido mantener la idea inicial
sin dejar de incorporar las nuevas aportaciones que se produjeron y que
consideramos positivas. Y hacerlo a pesar de la dificultad que han supuesto los
cambios en los agentes (promotores, técnicos y empresas) que se han ido
produciendo a lo largo de los casi 16 años que ha durado la obra. Y, en
ocasiones, los intentos de injerencia en el desarrollo de la obra con los que
hemos tenido que enfrentarnos.
7. ¿Cómo ha influido el entorno en
el proyecto de recuperación?
El
proyecto ha tenido siempre en cuenta el entorno del horno, tan distinto al
entorno industrial original, asumiendo su nuevo papel conmemorativo y como hito
representativo.
Pero
la influencia ha sido recíproca. Hay que tener en cuenta que, cuando lo
encontramos, el horno estaba en una rotonda minúscula que apenas podía albergar
su base y en la que la calzada pasaba por encima de su cimentación. Parte de
nuestro trabajo ha sido ampliar el espacio en la base del horno para crear una
plaza de acceso, construir un pabellón de recepción y reconstruir parte del
entorno del horno que considerábamos el mínimo necesario para su recuperación.
En este proceso, fue necesario modificar la parcelación del polígono. También
se modificó la calle, eliminando la rotonda original para, conectándola con la
mediana de la vía, facilitar la accesibilidad al horno.
En el Alto Horno, Diana Sánchez 2012 |
8. Habéis realizado un volumen nuevo
para centro de visitantes ¿qué filosofía seguisteis para su diseño? ¿Que
quedara como una arquitectura muda frente al horno, que rompiera con el
conjunto o que se considerara de la misma importancia que el Alto Horno?
El
pabellón de recepción complementa al horno funcional y formalmente. En su nueva
etapa como elemento patrimonial recuperado y puesto en valor, el horno y el
pabellón forman un conjunto arquitectónico en el que el segundo sirve y
complementa al primero.
Funcionalmente,
sirve de control de accesos, organiza las circulaciones y complementa su
función con la sala de audiovisuales en la que se ofrece al visitante
información necesaria para la comprensión del horno y la siderurgia.
Formalmente,
la horizontalidad del pabellón trata de contraponerse a la verticalidad del
horno para formar un nuevo conjunto que consideramos interesante desde el punto
de vista plástico y compositivo. Los dos volúmenes del pabellón aparecen como
piezas sueltas que parecen estar aleatoriamente dispuestas, pero cuyas
distintas inclinaciones obedecen a las necesidades funcionales que deben
satisfacer. Sus materiales y tecnologías son claramente distintos a los del
horno, pero no por ello dejan de evidenciar su esencia industrial.
Desde lo alto del Horno, Diana Sanchez 2012 |
9. El Alto Horno es un hito
industrial para el Puerto de Sagunto ¿Creéis que su recuperación ha servido
para llamar más la atención de turistas a Puerto de Sagunto y su patrimonio?
Evidentemente.
A pesar de las dificultades del momento actual, la Fundación de Patrimonio
Industrial de Sagunto lo mantiene abierto al público y éste está respondiendo
muy positivamente: todas las semanas hay visitas. Y no sólo de turistas, sino
de personas y colegios de la zona. Yo mismo, de vez en cuando hago de guía para
grupos más o menos especializados que me solicitan una visita al horno…
10. Este proyecto ha sido
merecedor de Premio Europa Nostra 2012 y el Grand Prix, es para estar
orgullosos. ¿Este premio puede haber ayudado a conocer más el Patrimonio
Industrial valenciano?
Pienso
que sí. Y resulta evidente en el caso de Sagunto, una población con una
patrimonio histórico importante que nos habla de su pasado romano o medieval
que ahora, con la conservación de los restos de la siderurgia y, especialmente,
con el reconocimiento obtenido por la restauración del Horno Alto nº 2, ha
recuperado y puesto en valor su pasado industrial.
Entrevista realizada por Diana
Sánchez Mustieles
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