Estoy realmente cansada de
encontrarme estas lamentables noticias sobre leyes y modificaciones de leyes
que en vez de proteger a nuestro patrimonio le pasa por encima, preocupándose
siempre más de otras "cosas", en este caso legalizar construcciones
realizadas en zonas protegidas, pero curiosamente a los molinos de marea y su
entorno no.... me quedo sin palabras (educadas palabras) que decir ante este
noticias de este calado, que le pueden pasar desapercibidas a mucha gente, pero
demuestran que nuestro patrimonio no está protegido en muchos casos por la ley
porque no interesa....muy lamentable, triste y lamentable.
Autora artículo: Beatriz Sotillo
El
Partido Popular ha impuesto en el Congreso y el Senado una nueva Ley de Costas
-que reforma la de 1988- que excluye del dominio público marítimo-terrestre
hasta doce núcleos de población, lo que equivale a legalizar más de diez mil
construcciones que invaden la zona protegida. Pero no ha accedido a hacer una
"excepción" similar con los molinos de marea que existen en Euskadi.
Aunque
los representantes del PP insisten en que la reforma de la Ley de Costas logra
el equilibrio entre la defensa del litoral, la propiedad privada y la actividad
económica, de momento son los únicos que confían en que este texto logre
solucionar las deficiencias de la ley vigente y ponga coto a los desmanes
urbanísticos cometidos en la costa. El proyecto, aprobado el pasado miércoles
en el Senado, ha concitado las críticas -y los votos en contra- de la oposición
y no gusta a los grupos ecologistas que interpretan las "excepciones"
como concesiones a grupos inmobiliarios y turísticos "con nombres y apellidos".
Los
previsibles efectos de esta nueva ley en la costa vasca no van a diferir mucho
de los que tendrá en el resto del Estado, con la salvedad de que los problemas
urbanísticos del litoral de Euskadi no son comparables a los de las zonas que
vivieron el boom del ladrillo. En este sentido hay quien piensa que
probablemente el mayor número de ciudadanos vascos que se puedan ver afectados
por la nueva Ley de Costas serán aquellos que tengan propiedades -segundas
residencias- en poblaciones costeras de Cantabria, Levante y Andalucía,
principalmente. Algunos de estos propietarios se beneficiarán de la ampliación
en 75 años del sistema de concesiones para viviendas levantadas en dominio
público -que con la ley de 1988 debían ser demolidas en el año 2018- y de la
reducción de la zona protegida a sólo 20 metros en algunos puntos concretos.
Imagen de la noticia |
Sin
embargo, en opinión del senador del PNV y ponente de la ley, José María
Cazalis, "la nueva regulación no soluciona el problema de fondo, que es el
de la propiedad". Tampoco una cuestión muy particular del País Vasco: el
futuro de los molinos de mareas. Unas construcciones históricas levantadas en
rías, estuarios y muy cerca del mar. La protección del patrimonio histórico y
el respeto de la propiedad privada, especialmente en el caso de construcciones
muy anteriores a la Ley de 1988, ha sido algunos de los puntos más peleados por
los diputados y senadores del PNV durante la tramitación del texto.
REBAJAS La
Ley de Costas cuenta con dos grandes bloques. Por un lado, realiza una
modificación profunda de la ley de 1988, sobre la que un informe del Parlamento
Europeo de 2009 ya pedía una revisión. Y por otro, establece un nuevo régimen
de prórroga extraordinaria de las concesiones otorgadas al amparo de la
legislación anterior, así como una amplia serie de medidas para la protección
del litoral. No obstante, los retoques introducidos por el PP en el texto
original han ido desvirtuando esta pretensión protectora a base de incluir
excepciones y rebajar los requisitos para indultar urbanizaciones y
construcciones a pie de playa. Frente a las denuncias ecologistas y
conservacionistas que ven en la nueva Ley una puerta abierta para reeditar el ladrillazo
de la costa del Estado español, el PP argumenta que con la prórroga de 75 años
a las concesiones se da seguridad a miles de propietarios y se protegen
empresas y puestos de trabajo.
las claves
Los puertos deportivos de la Comunidad Autónoma Vasca
dispondrán este verano de más de dos mil amarres para embarcaciones de recreo y
pesca deportiva de entre seis y dieciséis metros de eslora. Estos amarres se
distribuyen entre los puertos deportivos de Hondarribia y Orio y las dársenas
deportivas de Donostia, Getaria y Bermeo, que es el único emplazamiento
vizcaino, ya que el resto se ubica en Gipuzkoa. Según informó ayer la sociedad
pública EKP-Puertos Deportivos de Euskadi, cuando concluyan las obras de
remodelación del puerto guipuzcoano de Mutriku el número de amarres se
incrementará en doscientos. La oferta actual de los puertos deportivos vascos
satisface la demanda de los aficionados a la náutica que en esta temporada
conocerán mejoras en sus instalaciones y servicios como las nuevas luminarias
en Hondarribia, nuevos pantalanes en Getaria y Donostia, y nueva página web con
nuevos servicios. En la actualidad el nivel de ocupación de los puertos
gestionados por EKP roza el 100%, señaló esta sociedad dependiente del
Departamento de Medio Ambiente.
La zona protegida del litoral se reduce de 100 a 20
metros en algunos puntos y obliga a un nuevo deslinde
Deia
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