Autores: Jose Ángel Etxaniz Ortuñez y Gorka
Pérez de la Peña Oleaga
Precio: 18,72 euros
Editorial: Autor-editor
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Nota
de prensa de presentación del libro
La Fundación 2012 Fundazioa,
constituida por el Gobierno Vasco para gestionar el desarrollo de ‘2012
Euskadi, Año de las Culturas por la Paz y la Libertad’, ha presentado hoy en
rueda de prensa el libro ‘Talleres de Guernica-Astra: de fábrica de armas a
fábrica de creación cultural’.
Coincidiendo con el momento
histórico en que ETA ha anunciado que no va a volver a matar y con motivo de la
conmemoración del 75 aniversario del bombardeo de Gernika y otras localidades
vascas durante la Guerra Civil española, 2012 Euskadi ha tenido la iniciativa
de publicar, en colaboración con Gernikazarra Historia Taldea, esta obra
literaria que sirve como metáfora de un cambio histórico: la transformación de
la antigua fábrica de armas Astra en una fábrica de creación cultural.
La presentación del acto fue a cargo
del director de Promoción de la Cultura del Gobierno Vasco y secretario de la
Fundación 2012 Fundazioa, Mikel Toral y de los historiadores y autores del
libro José Ángel Etxániz y Gorka Pérez de la Peña. Además, ha asistido como
invitado Juan Zubillaga Esperanza, físico autor del prólogo y nieto de Juan
Esperanza, co-fundador de la antigua fábrica de armas Astra.
El libro está basado en la historia
del pabellón de la empresa “Talleres de Guernica S. A.”, construido por un
arquitecto de mucho prestigio como fue Ricardo de Bastida. Sus fundadores
fueron la familia Gandarias, Rufino Unceta, Juan Esperanza y Guillermo
Pradera, entre otros.
La empresa, fundada en 1916, fabricó
maquinaria (agrícola, prensas, tornos, fresadoras, maquinaria para fabricas de
conservas y calzado, herramienta, material de guerra, maquinaria agrícola,
etc.), pero sobre todo supo diversificar su producción en los momentos de
crisis.
En 1968 “Talleres de Guernica S. A.”
vendió el pabellón a su fraterna y vecina "Astra, Unceta y cía. S. A.
", fabricante de la afamada pistola Astra. Esta empresa apenas utilizó el
pabellón, salvo su segunda planta, donde ubicó sus oficinas. En 1998 cerró, por
lo que el pabellón quedó abandonado hasta que los jóvenes guerniqueses la
ocuparon.
El director de Promoción de la
Cultura del Gobierno Vasco y secretario de la Fundación 2012 Fundazioa, Mikel
Toral, ha explicado como 2012 Euskadi continúa completando su extenso programa
de acciones culturales programadas durante todo este ‘Año de las Culturas por la Paz y la Libertad ’. Según sus
palabras “la experiencia de 2012 Euskadi nos demuestra que invertir en cultura
es invertir en ciudadanía y que a través de la cultura se generan
espacios y emociones que permiten crear nuevos escenarios de convivencia y
crecimiento”.
José Ángel Etxániz, miembro del grupo de historia Gernikazarra de Gernika-Lumo y co-autor del libro, ha especificado que “un dato desconocido es la fabricación de material de guerra (desde 1921 hasta 1946) como diversos modelos de bombas de aviación, incluidas químicas. Durante la guerra de Marruecos (1921-1925) fabricó bombas de gas (cloro e iperita). Durante la guerra civil española sus materiales fueron utilizados por los dos bandos. Asimismo, también se fabricaron bombas antisubmarinas y lanzagranadas”.
Gorka Pérez de la Peña, por su
parte, ha señalado que “la empresa Talleres de Guernica, proyectada por el arquitecto
Ricardo de Bastida entre 1916 y 1917, constituye un brillante ejercicio de
secesionismo vienés. Una decidida apuesta de modernidad por su lectura
preracionalista, al lograr una síntesis entre la racionalidad requerida por el
uso fabril y el logro de una estética industrial monumental. Es uno de los
ejemplos más excepcionales de preracionalismo en la arquitectura española, y,
como tal, hay que encuadrarlo entre los mejores de Europa”.
El invitado en el acto, Juan
Zubillaga Esperanza, físico autor del prólogo y nieto de Juan Esperanza,
co-fundador de la antigua fábrica de armas Astra, ha precisado que “mi abuelo,
Juan Esperanza, fue un inmigrante venido como muchos otros de otras partes de
España y al que apodaron Castellanua a pesar de hablar euskera. Esa es otra
clave de nuestra historia reciente: no se puede entender el despegue industrial
del País Vasco sin la presencia de los inmigrantes”.
Además, ha querido concluir que “en
tiempos de prima de riesgo, cuando todo lo que suena a cultura es objeto
apetecido de recortes y aumentos de IVA, resulta reconfortante que se inauguren
equipamientos culturales. Mucho más si el edificio que lo contiene tuvo entre
otras actividades la de ser fábrica de armas”.
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