Si en Mallorca hay un municipio
plenamente agrícola éste es sa Pobla y son numerosos los testimonios
patrimoniales que dan fe de ello. Uno de los más importantes y que supuso el
auge de la agricultura en el municipio fue el molino de viento, que proporcionó
a los payeses la posibilidad de regar y por tanto, poder cultivar tierras
antaño secas y llenas de piedras. Su aparición fue toda una revolución pero a
día de hoy sólo queda parte de las estructuras que nos recuerdan su labor en el
pasado.
En la actualidad, algunos de los
molinos de viento que permanecen aún en las ´marjals´ pobleras están siendo
rehabilitados. Entre ellos destaca el de Son Cladera, un molino que data de
finales del siglo XIX y que se derrumbó parcialmente hace más de un año a causa
de intensas lluvias. Los restos de la infraestructura que se derrumbaron
invadieron parte del vial de servicios que está situado en paralelo a la
autopista que conecta Inca con sa Pobla. La infraestructura agrícola es de
dominio público porque forma parte de un terreno que fue expropiado durante la
construcción de la autopista y ha sido el departamento de Carreteras del
Consell de Mallorca el organismo encargado de la mejora, aunque Patrimonio ha
colaborado trazando las directrices del proyecto.
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Las obras de mejora empezaron a
principios del mes de octubre y aunque en un principio se estipuló que la
intervención se prologaría durante unos seis meses, desde el Consell aseguran
que podría estar lista en menos de dos. La recuperación del molino de Son
Cladera cuenta con una inversión de 85.000 euros que es sufragada mediante el
uno por ciento cultural del departamento de Carreteras.
La intervención se basa principalmente
en la recuperación de la estructura del molino, que estaba muy deteriorada, y
en el refuerzo del interior donde se prestará especial atención a las bóvedas.
Asimismo, desde el Consell explican que se realizará la impermeabilización de
la torre para evitar que se filtre de nuevo agua e impedir que vuelva a haber
derrumbes y se limpiará la estructura. A pesar de ser un molino muy antiguo no
disponía de la maquinaria original ya que ésta fue sustituida en el siglo XX
por un sistema hidráulico más moderno.
Al ser un molino que dispone de
protección especial, el departamento insular de Carreteras cerró al tráfico el
vial de servicios a la espera de que se iniciara la intervención. Este hecho
motivó la queja de algunos vecinos de la zona que no podían acceder a sus
viviendas con normalidad y el ayuntamiento de sa Pobla, con el concejal de
Agricultura y Mantenimiento, Pep Llabrés, al frente, pidió al Consell una
intervención urgente. Con la mejora del molino, se garantizará la seguridad de
la carretera y también se recuperará un bien patrimonial.
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