Del pasado no se vive. Pero de la
historia sí se puede vivir. Esa es la pretensión del Instituto Superior de
Ciencias Empresariales y de Turismo de Portugal, que persigue que el Consejo de
Europa dé luz verde a una Ruta Europea del Wólfram. La propuesta lusa para
poner en valor al menos las viejas minas de ese país y también las gallegas que
abastecieron del citado mineral a las fábricas alemanas de armamento en la
Segunda Guerra Mundial ya ha despertado el interés del Instituto Europeo de
Turismo (European Institute of Cultural Routes) que en tres años estudiará la
posibilidad de poner en marcha dicho itinerario como atractivo turístico
vinculado al patrimonio industrial y la recuperación de la memoria histórica
para futuras generaciones.
Aunque los redactores del proyecto,
entre los que se incluyen varios gallegos, siguen localizando puntos de
referencia, por ahora en él no aparece ninguno de Castilla y León. A pesar de
que en el Bierzo, en el entorno de la Peña do Seo (Corullón), se conservan a
duras penas los vestigios de la singular aventura industrial que emprendió la
Compañía Minera Montañas del Sur para extraer el wólfram de esas montañas entre
1952 y 1958, eso sí con destino al mercado norteamericano. El Gobierno de
Estado Unidos, de hecho, llegó a adelantar a los socios de la firma un crédito
de 230.000 dólares a cambio de un contrato en exclusiva por cinco años.
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Entre Vega de Valcarce, Barjas,
Oencia y Corullón, casi en la raya con Galicia, siguen llamando la atención
tanto las bocas de las galerías como los esqueletos de los lavaderos y también
de un poblado minero nada menos que de cuarenta viviendas para que los
trabajadores de la explotación pudieran residir en ellas con sus familias.
El Instituto Europeo de Turismo, que
depende del Consejo de Europa, ha recibido un proyecto en el que figuran como
hitos los pozos portugueses de Río de Frades en Aveiro y otras diez zonas
lusas. Pero también las gallegas de Monte Neme en Carballo y la Ciudad de los
Alemanes en la vecina Valdeorras. Además aparecen enclaves vinculados al
wólfram en Francia y hasta en la República Checa.
Entre la decena de socios que avalan
el proyecto, todos ellos portugueses, figura ya uno gallego. Se trata del
Instituto Orensano de Desarrollo Económico (Inorde). Aunque por el momento el
hilo común de la ruta es la Segunda Guerra Mundial y la mina berciana de Peña
do Seo se inscribe en el periodo de esa poscontienda bélica, la posible
inclusión en la iniciativa se plantea a todas luces como un reto para
promocionar esos parajes bercianos que tanta vida tuvieron durante la época de
explotación del mineral.
La idea de los promotores
originales, que desvelaron la iniciativa en un reciente congreso sobre «turismo
vivencial» celebrado en Galicia, es que los itinerarios se gestionen a través
de clusters turísticos y que estos dinamicen la oferta para viajeros y
potencien la economía de las zonas rurales.
Estudian
las minas de wolframio de Galicia y Portugal para convertirlas en una ruta
turística.
Las minas portuguesas y gallegas que
abastecieron de wolframio a las fábricas alemanas de armamento en la Segunda
Guerra Mundial han despertado el interés del Instituto Europeo de Turismo que,
en tres años, analizará la posibilidad de instaurar una Ruta Europea del
Wolframio como atractivo turístico vinculado al patrimonio industrial y a la
recuperación de la memoria histórica para las próximas generaciones, encargadas
de mantener una "Europa de la Paz".
Así lo ha explicado a Europa Press
Luis Ferreira, uno de los autores del estudio inicial del wolframio portugués,
que fue presentado en Europa por el Instituto Superior de Ciencias
Empresariales y de Turismo de Portugal (ISCET), con sede en Porto.
Las minas de wolframio desarrollaron
historias comunes a ambos lados de la frontera luso-española y también se
abrieron en Francia, República Checa y otros países donde Ferreira y su equipo
han comenzado a buscar información y socios.
"Empezamos el proyecto hace un
año y nos quedan dos para seguir localizando puntos de referencia, pero ya
contamos con las minas portuguesas de Río de Frades en Aveiro y otras 10 lusas,
las gallegas de Monte Neme en Carballo y la Ciudad de los Alemanes en
Carballeda de Valdeorras y otras dos en Francia, además de diez asociaciones y
comunidades locales que estarán en la elaboración del proyecto y su posterior
puesta en marcha", ha explicado.
La investigadora Lidia Aguiar forma
parte el equipo de Ferreira y al comenzar su tesis doctoral sobre el
contrabando descubrió que el wolframio también aparecía como uno de los
productos que cruzaban la frontera desde Portugal a España, dado que los compradores
pagaban más cuando lo adquirían en Galicia o Extremadura.
"El estraperlo fue fruto de la
necesidad en el pasado y puede volver a ser una oportunidad en el futuro",
ha indicado, pues las rutas utilizadas por los contrabandistas son lugares de
gran atractivo paisajístico y en su entorno se desarrolla una gastronomía y
artesanía locales que el turismo busca, pues quiere "conocimientos y
vivencias culturales y de un patrimonio que en realidad no tiene
fronteras", ha indicado Lidia Aguiar.
RECUPERACIÓN
Entre las dificultades que plantea
esa posible Ruta Europea del Wolframio está el abandono total de muchas minas,
pues sólo algunas mantuvieron cierta actividad hasta los años 80 y sólo la de
Carballo está musealizada.
"Los turistas tendrán ansia por
bajar a ellas y habrá que determinar la seguridad en cada una y la posibilidad
de poner en marcha las infraestructuras necesarias", ha agregado, al
tiempo que ha precisado que el mayor interés de las minas no está sólo en que
son patrimonio industrial recuperable, sino la memoria histórica de una época
en la que el wolframio supuso la apertura de minas que dieron una actividad
insusitada a su entorno, y en la que el metal se extraía con el trabajo, en
muchos casos, de republicanos con penas de prisión y trabajos forzados.
El profesor de Investigación de
Mercados en la Universidad Carlos III de Madrid, Julio Cerviño, ha explicado a
Europa Press que el desarrollo del turismo en Galicia y en el resto de España
pasa por una cooperación total entre el sector industrial y el científico, pues
"el cliente turístico evoluciona en sus gustos y búsquedas y la
investigación desde las universidades detecta esos cambios y elabora contenidos
para productos nuevos que satisfagan todas las demandas".
En ese sentido, Cerviño ha señalado
que cada vez más el turista quiere historias "y hay que crearlas para él,
pero en Galicia no hay que crear historias, sino hacer que los productos
incluyan todas las vivencias e historias que existen".
En este sentido, ha puesto como
ejemplo los productos turísticos para la Costa da Morte que incluyan vistas
nocturnas al Cementerio de los Ingleses y explicaciones teatralizadas de
naufragios, igual que la Semana Romana de Lugo incluye todo tipo de vivencias
de aquella época.
Estos productos permitirían además
romper la estacionalidad turística relacionada con el clima y posibilitarían
atraer a visitantes también fuera del verano.
Cerviño ha aludido también al papel
de las Administraciones Públicas y ha señalado que la actual crisis es un buen
momento para "romper dinámicas como las de creación de observatorios y
comisiones" y "pasar directamente a reuniones provechosas" de
Administración y universidades gallegas cada tres o cuatro meses.
TURISMO VIVENCIAL
Galicia es pionera en elementos
turísticos como la implantación de los códigos QR en monumentos y rutas, que se
pueden leer con una aplicación específica para la telefonía móvil, y comienza a
caminar en otros como la oferta de turismo vivencial y de "vuelta a lo
tradicional y auténtico", sobre todo en la viticultura y el turismo de
vendimia, la pesca y el turismo marinero y la historia con la piedra como
protagonista, según recordó Cerviño.
Julio Cerviño, el equipo de Luis
Ferreira y docenas de ponentes más, protagonizaron 87 intervenciones sobre
turismo y ciencia en la edición número 17 del Congreso Internacional de Turismo
de la asociación española de ciencia y turismo que se celebró durante varios
días en O Carballiño (Ourense), para plantear retos, necesidades y novedades
del sector.
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