La antigua fábrica del distrito barcelonés de Sant Martí Ca l'Alier se convertirá en un centro de innovación vinculado a
las ciudades inteligentes -o smart cities- donde se instalarán
centros de desarrollo tecnológico de las multinacionales Cisco y Schneider Electric y oficinas de
la fundación municipal Barcelona Institute of Technology for the Habitat (Bith).
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El alcalde, Xavier Trias, ha
destacado en rueda de prensa ante la fábrica que el proyecto permitirá
desarrollar y atraer talento, transformar la ciudad y crear empleo, y ha
asegurado que avanzar hacia modelos de smart city representa
"una revolución tecnológica espectacular en la que Barcelona tiene
voluntad de liderazgo". Aunque Trías ya ofreció el espacio a Cisco elpasado mayo, durante un viaje de promoción económica a Estados Unidos, el
acuerdo no se ha cerrado por completo hasta ahora. Preguntado por la razón por
la que el espacio no se ha destinado a un equipamiento íntegramente público,
Trias ha resaltado que tiene "la obligación de generar actividad
económica, porque la actividad económica es bienestar".
El teniente de alcalde de Hábitat
Urbano, Antoni Vives, ha destacado que no sólo creará puestos de trabajo
directos -cifrados en 160-, sino que generará un ecosistema empresarial que
dinamizará otras empresas. El patrocinador ejecutivo de Cisco en Barcelona,
Jordi Botifoll, ha explicado que la multinacional estadounidense ha firmado un
convenio por 15 años y una inversión de 5,6 millones, y que contará con dos
espacios en el recinto: un laboratorio de innovación para diseñar soluciones a
ciudades inteligentes, y una zona de demostración de la aplicación práctica de
sus servicios.
El Vicepresidente Ejecutivo de
Operaciones de Schneider Electric, Julio Rodríguez, ha resaltado que el centro
será el primero de la multinacional francesa -que ha firmado un acuerdo por
nueve años y 726.000 euros- en el ámbito de las ciudades inteligentes, y ha
resaltado que estas tecnologías mejoran la vida de los ciudadanos.
Inversión
de seis millones
Las dos multinacionales asumirán los
seis millones de euros que comportará la rehabilitación del edificio -situado
en el cruce entre las calles Pere IV y Fluvià y datado de finales del siglo
XIX-, cuyas obras empezarán en enero de 2015 y previsiblemente terminarán en el
verano de 2016.
El edificio contará tanto con zonas
de acceso restringido como con áreas públicas y de libre acceso -incluirá un
huerto urbano-, y se rehabilitará bajo criterios sensibles y de eficiencia
energética. Trias ha destacado que el edificio "está en un estado
desastroso" pero que es importante conservar el patrimonio histórico y
combinarlo con la innovación para atraer a empresas, emprendedores y
multinacionales.
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La fábrica, catalogada como
patrimonio, sufrió un doloroso incendio en otoño de 2007 tras el que quedó muy
dañada. Permaneció en un estado de conservación muy precario hasta marzo 2013, cuando
se benefició del Plan de Microurbanizaciones impulsado por la concejalía
de Hàbitat Urbà para dignificar ocho de los espacios más degradados de la
ciudad. La actuación se centró en frenar el deterioro del inmueble mediante
derribos, limpieza y refuerzo de estructuras.
Núcleo con
potencial fabril y patrimonial sin aprovechar
Ca l'Alier no es la única industria en ruinas que alberga esta zona de Sant Martí. Ubicada dentro del Parc Central del Poblenou junto a otros grandes conjuntos industriales catalogados, como la Oliva Artés y la Escocesa, fue una pieza capital del Manchester catalán, el nombre con el que llegó a ser conocido el agitado Poblenou manufacturero del siglo XIX. Muy cerca se halla otro gran recinto fabril aletargado, Can Ricart, que tras el proyecto fallido de la Casa de les Llengües sufre en sus estructuras la dura espera hasta convertirse en el futuro en un campus universitario de la UB.
Ca l'Alier no es la única industria en ruinas que alberga esta zona de Sant Martí. Ubicada dentro del Parc Central del Poblenou junto a otros grandes conjuntos industriales catalogados, como la Oliva Artés y la Escocesa, fue una pieza capital del Manchester catalán, el nombre con el que llegó a ser conocido el agitado Poblenou manufacturero del siglo XIX. Muy cerca se halla otro gran recinto fabril aletargado, Can Ricart, que tras el proyecto fallido de la Casa de les Llengües sufre en sus estructuras la dura espera hasta convertirse en el futuro en un campus universitario de la UB.
La
antigua fábrica de Sant Martí Ca l'Alier será un centro de innovación vinculado
a smart cities.
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