Sete
Muíños, un emblema de Guitiriz de difícil aprovechamiento público
Artículo
de Xosé María Palacios para La Voz de Galicia
Operación rescate en Sete
Muíños. Uno de los parajes más conocidos y apreciados del municipio de Guitiriz
tiene el inconveniente de que casi todas las construcciones que le dan nombre a
la zona están en manos privadas, lo que supone un problema para restaurarlas y
ponerlas en valor. El Concello acordó, en el pasado pleno, crear una comisión
para negociar con los dueños una cesión de las construcciones, cuya mejora
resultaría complicada también para los propietarios por estar los edificios en
zona de protección.
La iniciativa surgió de una
propuesta del concejal del BNG, Xosé Lois González Souto, que propuso en
pleno la rehabilitación del espacio público de la zona, frecuentada sobre todo
en verano. La medida fue aprobada, pero se incorporó una enmienda del grupo
socialista según la cual se creaba una comisión para negociar la cesión de los
molinos. El edil del BNG forma parte de la comisión con la alcaldesa, Regina
Polín, con la concejala del PP Marita Carballeira y con el no adscrito, Jordi
Blengua.
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Dos de los cinco molinos son de una
misma familia, mientras que los otros cinco tienen una propiedad muy repartida.
De acuerdo con las informaciones que posee el Concello, se trata de molinos
de parceiros, en los que el derecho de uso está dividido entre los
propietarios. Una parte de uno de los molinos con la propiedad repartida fue ya
entregada al Concello hace años: el Ayuntamiento la consiguió cuando se hizo
con la Casa da Botica, pues correspondía a uno de los propietarios de ese
conocido inmueble y la cedió
Fondos comunitarios
El objetivo que persigue el Concello
guitiricense es lograr su cesión por 25 años, lo que permitiría plantear su
recuperación con fondos del programa Leader, que en la comarca gestiona
el Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR). Hay un precedente en ese
propósito, pues en Parga ya se llevó a cabo una operación similar: por ejemplo,
el molino cercano al campo de la feria se restauró hace años, dentro de las
actividades que llevó a cabo un obradoiro de empleo, y se organizan periódicas
visitas en las que las instalaciones vuelven a funcionar.
En Sete Muíños hay
visitas, ya que la zona, por tener gran riqueza natural y por estar a poco más
de un kilómetro del centro urbano, atrae a vecinos y a forasteros. Sin embargo,
no todos parecen estar interesados en disfrutar de las instalaciones y del
entorno, ya que en ese espacio se han dado varias veces casos de vandalismo y
se ha dañado el mobiliario.
Fuente
de la noticia http://www.lavozdegalicia.es
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