El Molí Vell o Molí del Pla Vell
está prácticamente restaurado y recuperado para el disfrute de todos los
ciudadanos de la Valldigna. Se trata de un antiguo molino que está situado en
el término de Tavernes y en pocas semanas estará completamente recuperado tras
un largo proceso para frenar su ruina.
El Molí Vell data de finales del
siglo XVII y era uno de los cuatro molinos que administraba directamente el
Monasterio de Santa María de Valldigna. Recientemente han acabado los trabajos
de recuperación y restauración de este edificio que posee un gran valor
etnológico al ser una muestra viva de la cultura del aprovechamiento del agua
de río Vaca en la Valldigna, así como una huella de los usos cotidianos que
tenían nuestros antepasados antes de la época industrial.
Desgraciadamente la maquinaria del
Molí Vell ha desaparecido. Sólo se conserva el edificio de planta rectangular
en el que vemos dos alturas de 154 metros cuadrados cada una de ellas. Lo que
más llama la atención es el habitáculo que existe en el subsuelo del molino y
que era precisamente por donde pasaba el agua para aprovechar su fuerza y mover
los elementos que molían el arroz, el trigo o el maíz para elaborar harina.
Este molino pasó a manos privadas
tras la desamortización de Mendizábal y a principios del pasado siglo cayó en
desuso y padeció un proceso de abandono. Entidades y asociaciones locales
pidieron su recuperación, iniciándose un largo proceso para lograr que el Molí
Vell escapara de las garras de la ruina.
En 2008 se iniciaron una serie de
estudios para conocer la situación integral de este molino, que desde 2004
tenía la consideración de un bien protegido. En 2009 la corporación municipal
acordó incluir la recuperación del Molí del Pla Vell en el Pla Especial de
Sosteniment a la Inversió Productiva que promocionaba la Generalitat. Así, se
destinaron 200.000 euros para adquirir este inmueble y rehabilitarlo. En 2011
se iniciaban las obras de restauración a cargo de una empresa local.
Ahora, con el edificio ya en manos
públicas y consolidado, se deberá decidir su uso futuro. Nada hay aún decidido
pero entre las posibles propuestas destacan la de crear un aula de
interpretación de la cultura del agua o una escuela taller que forme en
trabajos artesanales para revestir el molino.
El edificio llegó a estar en peligro
de ruina. Se desplomó parte de su cubierta y las filtraciones de agua había
ocasionado importantes grietas que hacían peligrar la integridad del inmueble
que ahora ha sido recuperado.
Cultura del agua
El Molí Vell es un ejemplo de la
utilización de los recursos naturales. El molino se nutría de las aguas del río
Vaca. Mediante una antigua acequia, se desviaba agua del río para que pasase
por el molino. Mediante muros de contención, se lograba crear pequeñas
cataratas que daban más fuerza al agua, por lo que aún se lograba una mayor
potencia para mover las ruedas que trituraban los cereales hasta hacerlos
harina.
Después el agua seguía por los
canales hasta llegar a otros molinos y retornar al río.
El Molí Vell tenía la maquinaria en
la planta baja y en la primera planta había tres habitaciones para almacenar
herramientas, materia prima y dar un cobijo al molinero. También había unas
caballerizas y un espacio para la cría de animales.
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