Cangas
ACE
denuncia el “expolio” de raíles de hierro del antiguo varadero de Massó.
os raíles de la antigua rampa de
varada próxima a la fábrica de Massó en Cangas están siendo objeto de
"expolio" por parte de personas que se dedican a sustraerlos con
previsibles fines comerciales. Es lo que denuncia Alternativa Canguesa de
Esquerdas (ACE), que exige al Concello y a la Autoridad Portuaria que
comuniquen los hechos a la Dirección Xeral de Patrimonio y al mismo tiempo
vigilen la zona y tomen medidas efectivas para que esta situación no siga
deteriorándose.
Según el portavoz municipal de ACE,
en los últimos días un grupo de personas se dedica a desmontar los raíles del
varadero situado en la dársena de O Salgueirón y a trasladarlos de lugar. Los
testigos dieron aviso a la Policía Local, que se desplazaron a la zona e
interrogaron a los responsables, pero obtuvieron por respuesta que "contan
con permiso para desmantelar esa instalación", según reproduce Pazos, que
exige conocer "de quen é ese permiso" y que el Concello lo reclame
por escrito para que quede constancia. Además, "e dado que se trata dun
ben patrimonial", pide la intervención de la Consellería de Cultura de la
Xunta y que paralice el "expolio" para evitar consecuencias
irreversibles para el entorno de lo que es un referente de la cultura marinera
e industrial de Cangas.
La retirada de dichos raíles también
fue detectada por otros vecinos de la zona, que aseguran haber visto a varias
personas en una furgoneta, de las que habitualmente se dedican a la retirada de
chatarra para su venta, en ese mismo lugar. Sospechan que la intención última
es sacar lucro económico al hierro en un momento en el que el metal alcanza
altos precios.
ACE aboga por la conservación in
situ de las instalaciones y materiales y reclama también un inventario con
todos los bienes patrimoniales del entorno. En su día, el grupo representado en
el Concello por Pazos, Mariano Abalo y Maruchi Álvarez solicitó la declaración
de Ben de Interese Cultural (BIC).
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Lucena
Una
ola de pillaje se ceba con las fábricas abandonadas.
Los constantes robos y el pillaje
están desmantelando en Lucena buena parte del patrimonio industrial abandonado
debido a la crisis. Un ejemplo de esta situación es que los ladrones
prácticamente han terminado por desmantelar las instalaciones de la empresa
Lacados del Sur. Esta firma cerró sus puertas hace varios años y desde entonces
la fábrica ha sido objeto de robos de manera continua. Así, en algunos lugares
de la factoría solo quedan las paredes, pues los ladrones están llevándose las
planchas que cubren los tejados, después de desaparecer los transformadores y
el cableado, e incluso la valla perimetral.
Las instalaciones de Lacados del
Sur, con más de 10.000 metros cuadrados, están situadas en la carretera de
Puente Genil, cerca del cruce que va hasta la aldea lucentina de Las Navas del
Selpillar.
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Otro ejemplo de saqueo constante es
la empresa Bilore, que quedó desmantelada en cuanto a sus instalaciones
eléctricas. En esta emblemática firma del sector de los detergentes los
ladrones se llevaron más de 10 toneladas de cobre y destruyeron la mayor parte
de los centros de transformación de que dispone la antigua factoría.
Cerradas hace casi una década, las
instalaciones --situadas junto al polígono industrial de La Viñuela-- se
mantienen en pie gracias a la buena voluntad de varios veteranos operarios que
desarrollaron prácticamente toda su trayectoria laboral en una empresa que fue
pionera del despegue industrial lucentino y que sigue siendo un claro referente
de desarrollo económico de la localidad en las últimas décadas.
ABANDONO El abandono sigue haciendo
mella en Bilore y prueba de ello es que paulatinamente continúan cayendo parte
de los muros y techos de las naves. Bilore tiene unas instalaciones de 29.000
metros cuadrados y ello hace difícil su vigilancia, dado que a ellas han
entrado bandas de ladrones --a veces integradas por más de una docena de
personas-- que se dedican a cortar y arrancar de cuajo el material de cobre,
las canalizaciones eléctricas, cuadros de las diez líneas de envasado,
etcétera.
Así las cosas, la crisis sigue
haciendo mella en el patrimonio industrial de Lucena, dado que poco a poco van
cerrando empresas y quedan abandonadas numerosas naves, que en muchos casos se
han convertido en un monumento a la desolación y un fruto apetecido para los
amigos de lo ajeno.
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Oviedo
Las
raíces mineras e industriales de Oviedo. La memoria del valle
El anillo calizo que cierra la
Cuenca apenas si es abierto por la estrecha puerta que, situada entre Frieres y
Tudela Veguín, impide el continuo urbano entre el Nalón langreano y el ovetense.
Sin embargo, Oviedo no es fluvial. El Nalón la bordea por el Sur, en las
parroquias de Box, Manzaneda, Agüeria y Olloniego, las que formaron el antiguo
concejo de Tudela, incorporado a Oviedo a mediados del siglo XIX, de cuya
importancia histórica dan fe las ruinas del castillo que entre columnas
metálicas vigila el valle.
En la peculiar organización urbana surgida de la industrialización, la capital regional cumplió la función de centro administrativo, comercial y terciario del sistema, con muy pocas funciones, como la universitaria, que irradiasen fuera de los límites provinciales. Entre las dificultades que la montaña ponía a las comunicaciones y la orientación productiva del sistema, que acumulaba mano de obra para actividades que la requerían en grandes volúmenes, el distrito industrial fue creciendo, supeditado a las necesidades nacionales básicas, dirigido desde fuera a través de Oviedo. Esta función rectora desplazó al exterior del escueto casco urbano a la industria, que se emplazó en núcleos segregados de la ciudad. Sólo algunos establecimientos de entidad, como la Fábrica de Armas, instalada en el antiguo solar del convento de la Vega se acercaban a él. Así, núcleos como San Claudio, Trubia, Olloniego, Tudela Veguín y otros de Llanera, Siero y Noreña crearon un cinturón industrial que se fortalecía a la vera de los ejes radiales de carreteras y ferrocarriles y de establecimientos señeros, como aquí son la fábrica de cementos de Tudela o las minas de carbón de Olloniego.
Cerca y lejos de Oviedo, con ferrocarril y tortuosas carreteras, estas dos pequeñas localidades tenían más en común con las formas urbanas de las cercanas ciudades mineras que con la propia capital, tan de espaldas a la industria básica y a sus inconvenientes. Su evolución, en las últimas décadas, se relaciona por ello más con el mundo minero e industrial que con los núcleos de difusión metropolitana de crecimiento reciente.
El caso contrario, en el propio concejo de Oviedo, lo ilustran San Claudio y Trubia, además de Lugones y otras localidades de los concejos vecinos que ganan población al amparo de los flujos de redistribución metropolitana y de la puesta en el mercado de nueva vivienda. Mientras tanto, Olloniego y Tudela pierden población, porque mantienen su apego estructural a un tiempo pasado, el caracterizado por la cercanía de la residencia de los trabajadores a la fábrica o al pozo minero y por un parque inmobiliario envejecido enmarcado en un paisaje urbano poco atractivo y embolsado. Una relación rota en el actual sistema metropolitano, en el que la función residencial huye de la cercanía de las áreas empresariales envejecidas o de impacto negativo sobre el paisaje, y busca lugares abiertos y nuevos, de funciones terciarias y equipamientos públicos de mayor calidad.
Las cosas no van bien para las localidades de antigua especialización en las actividades mineras e industriales. Olloniego ha ido perdiendo residentes al compás del declive del carbón. De 1.293 habitantes en la parroquia y 882 en la localidad, en el año 2001 ha pasado a 1.122 y 832. Como es característico de las comarcas mineras centrales, a las que pertenece Olloniego, en su parroquia la población se reparte en 23 pequeños núcleos, dispersos en un paisaje que a pesar de su cercanía a la ciudad sorprende por lo agreste.
Agüeria ha pasado, en la década última, de 905 residentes a 744. Sus localidades más importantes también menguan. Tudela Agüeria de 130 a 101 y Anieves de 708 a 591 habitantes. Se deja ver, aquí también, el fin de las barriadas del hábitat minero como modelo capaz de dar respuesta a las demandas residenciales actuales de la población, en particular de la más joven. La parroquia de Box ve descender su población desde los 1.173 residentes de 2001 a los 871 de 2011, repartidos en 14 localidades. La principal, Tudela Veguín, ha pasado de 919 a 703, evidenciando la dificultad de las localidades fabriles para mantener su dimensión. La Manzaneda también ve cómo descienden sus efectivos, de 215 a 205.
Las parroquias ovetenses del valle del Nalón, en el sureste del concejo, han quedado engarzadas por las nuevas áreas empresariales, financiadas por los fondos de reestructuración minera, que han venido a ocupar casi todo el suelo de vega entre Tudela Veguín y Olloniego. Nexo de unión empresarial que aún ha de asentarse en la realidad de la economía productiva y dejar atrás un modelo de especulación con el suelo urbano y empresarial. Estas nuevas infraestructuras deberían permitir un impulso del empleo que permita el cambio urbano y de especialización funcional. Una necesaria transformación de localidades de antigua función minera industrial en pequeños centros ligados a pautas metropolitanas de nuevas actividades y atracción residencial.
Oviedo
La
Vega, fin a dos siglos de historia.
El próximo 15 de septiembre la
Fábrica de Armas de Oviedo cumplirá 218 años, lo que la convierte en el
conjunto fabril más antiguo de Asturias. Será su último cumpleaños ya que Santa
Bárbara Sistemas, filial de la multinacional norteamericana General Dynamics,
prevé haber completado el traslado de las líneas de producción y de sus 272
trabajadores el 1 de noviembre. El convencimiento de la empresa de la necesidad
de llevar adelante la fusión y la falta de un compromiso firme por parte de las
fuerzas políticas de la región para parar la operación, tal como denuncian los
sindicatos, han sido algunas de las causas que llevaron anteayer a los
trabajadores a anunciar su abandono de las protestas y asumir que la vida
industrial en la Vega se termina.
Este anuncio es el penúltimo
episodio de una historia que comenzó con la guerra contra la Convención
francesa (1794-1795) y la caída en manos galas de las principales fábricas de
armas del país, concentradas casi todas ellas en áreas cercanas a la frontera
(Gerona, Navarra y Guipúzcoa). Fue entonces cuando se optó por levantar en
Asturias dos nuevas fábricas: una en Oviedo y otra en Trubia. La ovetense se
dedicaría a la construcción de fusiles; la trubieca, a la de cañones.
En 1857 -hace ya más de siglo y
medio- la construcción de armas ovetense se modernizó con la edificación de una
factoría en el antiguo monasterio benedictino de Santa María de la Vega. Era el
comienzo de la Revolución Industrial para Asturias. Desde entonces, la fábrica
no se ha movido de su emplazamiento actual a pesar de los distintos avatares
que ha padecido la ciudad (revoluciones, guerras...). Pero lo que no ha podido
resistir es al empuje imparable de la crisis y la decisión de la empresa de
abaratar costes con la fusión.
Aunque la cuestión del traslado no
ha surgido al calor de la crisis. El primer intento en tiempos modernos se
produjo a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, aprovechando
los problemas económicos de la época y la mala situación que atravesaba la
compañía, por aquel entonces propiedad del Estado. Las intenciones de
deshacerse de la Vega quedaron aparcadas hasta 1996. La llegada del PP a la
Moncloa reavivó las pretensiones de acabar con la fábrica. Tanto es así que,
durante una cena en la sede LA NUEVA ESPAÑA en Oviedo, el por entonces
vicepresidente primero y ministro de la Presidencia, Francisco Álvarez-Cascos,
protagonizó una agria discusión con el fallecido presidente del Principado
Sergio Marqués (PP). Álvarez-Cascos aseguró: «El cierre de la Fábrica de Armas
va a ir a misa, salvo que alguien venga con una solución milagrosa». Marqués
trataba de aportar sus argumentos en favor de la continuidad y de los valores
de la fábrica carbayona, pero Álvarez-Cascos lo tenía muy claro.
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Tanto es así que el brazo derecho de
Aznar aseguró que Santa Bárbara era «incapaz no sólo de ganar un concurso del
Ministerio de Defensa, sino ni siquiera de presentarse a los mismos». La
discusión fue el principio del enfrentamiento entre Álvarez-Cascos y Marqués
que desencadenó la crisis de la derecha asturiana. Tras su vuelta a la política,
esta vez como líder de Foro, el ex ministro defendió la continuidad de la Vega.
Las augurios de Álvarez-Cascos no se cumplieron y la Vega respiró tranquila hasta comienzos de la segunda legislatura de Aznar, cuando los populares privatizaron las principales empresas que todavía dependían del Estado. El grupo Santa Bárbara, del que dependían la Vega y Trubia, fue privatizado en julio de 2001 y vendido a la multinacional norteamericana General Dynamics, el segundo principal contratista del Ejército de los Estados Unidos. Al Gobierno le convenció del «socio americano» su promesa de dar carga de trabajo a Santa Bárbara con su participación en la construcción de tanques M1 Abrams, el vehículo blindado Bradley y motores o misiles Hellfire. De estos contratos no hubo noticias.
En 2005 surgieron nuevos rumores sobre que la nueva propiedad de la Vega quería crear un único centro en Asturias. Pero no fue hasta octubre de 2007 cuando la empresa y los sindicatos trataron el plan de liberar los terrenos de la Vega. Eran tiempos de bonanza y la expansión inmobiliaria estaba en su máximo apogeo. Justo dos años después, octubre de 2009, General Dynamics anunció que renunciaba a la fusión de la Vega y Trubia. Los trabajadores aseguraron que parte del éxito se debió a que convencieron al consejero delegado de General Dynamics, Nicholas Chabraja, durante una visita a Asturias, de que la Vega y Trubia eran dos fábricas totalmente diferentes. Tres años después todo ha cambiado.
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Sevilla
Zoido
plantea usos comerciales en la Fábrica de Artillería.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio
Zoido (PP), ha aludido a la colaboración público-privada como sistema de
financiación para dotar de contenido y propiciar la rehabilitación de la
Fábrica de Artillería, referente del patrimonio histórico militar e industrial
en la capital hispalense y ubicada en la avenida Eduardo Dato. En los planes
municipales para este edificio se encuentra la posibilidad de compatibilizar
las delegaciones municipales de Urbanismo y Cultura, un espacio cultural con
carácter museístico yusos comerciales.
En una entrevista concedida a Europa
Press, Zoido ha señalado respecto a esta última posibilidad que ya hay
empresarios que están pidiendo información y analizando las distintas opciones,
atendiendo a las características del propio inmueble, que habría que
rehabilitar en su mayor parte, dado su nivel de protección, "ajustando
determinados usos para que sea comercialmente rentable y puedan convivir usos
administrativos, culturales y expositivos".
En este sentido, el primer edil
hispalense ha aludido al valor "importantísimo" que para el
Consistorio tiene este complejo, por lo que supone un edificio histórico
"de esa magnitud" que tuvo su origen en una fábrica de bronce de
1565, pasando posteriormente en el siglo XVIII a ser la Fábrica de Artillería
bajo el reinado de Carlos III, dentro de un conjunto que responde a un modelo
barroco tardío con incorporaciones neoclásicas.
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20.000 metros cuadrados en zona
céntrica
Son 20.000 metros cuadrados
en una zona céntrica de la ciudad que "tenemos que mantener,
conservar, rehabilitar y poner en valor", ha expuesto Zoido. Para ello,
"lo tenemos que hacer con un proyecto que sea viable y donde entre la
colaboración público-privada como sistema de financiación", ha explicado,
para añadir que se pretende dar "vida" a esa "magnífica"
obra con objeto permitir una dinamización del barrio de San Bernardo, con una
salida natural hacia Eduardo Dato.
Al respecto, el alcalde ha
indicado que se están gestionando fondos europeos con los que poder rehabilitar
el inmueble, con la meta de "recuperar parte de nuestra historia pero,
al mismo tiempo, prestar buenos servicios públicos y crear empleo con
actividades comerciales y expositivas". "Por eso la iniciativa
privada nos tiene que ayudar", ha abundado.
Respecto a los usos culturales,
Zoido ha recalcado que éstos pueden ir desde la habilitación de un contenedor
de exposiciones temporales hasta un espacio museístico con "algún tipo de
exposición de carácter permanente que recuerde lo que ha sido la historia del
edificio a lo largo de cinco siglos".
Un parque de bomberos provisional
El primer edil hispalense ha
concluido asegurando que la iniciativa se compartirá con la oposición, dado que
"será un proyecto de ciudad en el que tenemos que alcanzar un gran
consenso, con el que poner en valor no sólo el edificio, sino toda la zona, al
mismo tiempo que sirva de atractivo turístico".
Por ahora, la Junta de Gobierno
Local ya aprobó utilizar temporalmente la Fábrica de Artillería por parte del
Parque Central de Bomberos para hacer acopio de material y vehículos
mientras se rehabilitan sus instalaciones en la calle Demetrio de los Ríos.
La
inversión público-privada vital para la Fábrica de Artillería.
uan Ignacio Zoido aboga por recurrir
a la colaboración público-privada como sistema de financiación para la
rehabilitación de la Fábrica de Artillería, referente del patrimonio histórico
militar e industrial en la capital. En los planes municipales para este
edificio se encuentra la posibilidad de compatibilizar las delegaciones
municipales de Urbanismo y Cultura, un espacio cultural con carácter museístico
y usos comerciales.
El alcalde asegura que ya hay empresarios pidiendo información. El inmueble de Eduardo Dato habría que rehabilitarlo en su mayor parte, dado su nivel de protección, «ajustando determinados usos para que sea rentable y convivan usos administrativos, culturales y expositivos». Son 20.000 metros cuadrados en una zona céntrica de la ciudad que «tenemos que poner en valor». Para ello, «tenemos que hacer un proyecto que sea viable y donde entre la colaboración público-privada como sistema de financiación», explica el alcalde, para añadir que se pretende dar «vida» a la obra.
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Por ahora se están gestionando
fondos europeos con los que rehabilitar el inmueble, pero «la iniciativa
privada nos tiene que ayudar». La Junta de Gobierno ya aprobó utilizar
temporalmente la Fábrica de Artillería por parte del Parque Central de Bomberos
para hacer acopio de material. Por su parte, la Asociación de Defensa del
Patrimonio (Adepa) da su aprobación a la iniciativa de Zoido.
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INTERNACIONAL
Argentina
Vecinos
se movilizan por el patrimonio de barrio Alberdi.
Vecinos de Alberdi se
movilizaron esta tarde en reclamo de una "inmediata declaración de la
emergencia patrimonial", en el marco de la construcción de un
emprendimiento inmobiliario privado en la Ex Cervecería Córdoba.
La movilización arrancó
en Tablada y Arturo Orgaz, y siguió hasta el ex Cine Teatro Colón.
Los vecinos quieren proteger el
patrimonio cultural de Alberdi "en peligro": la Ex Cervecería, el
Cine Moderno, el complejo de las casas de los estudiantes de la Reforma del 18
en Pasaje Verna y la recuperación de la Casa del "Chango" Rodríguez.
Además, reclaman por la recuperación
patrimonial del Registro Civil, el Hospital de Clínicas y "todos los
lugares que reflejan la identidad alberdiana".
No a las demoliciones. El Foro
en Defensa del Patrimonio Cultural, que convocó a la movilización desde la Ex
Cervecería, pide el "control real y suspensión de las demoliciones",
entre otros puntos.
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En tanto, la
nueva chimenea está a punto de ser finalizada, después de que la
histórica fuera demolida en abril de 2010.
Todavía "no está planificada
una inauguración de la chimenea. Al momento, se concluyó la estructura de la
chimenea evocativa, pero restan los detalles finales de la misma", dijeron
ayer a La Voz desde la empresa constructora, Euromayor.
Los vecinos declaran que la nueva
construcción es "insuficiente". "La original era de ladrillo y
los materiales no se respetaron", aseguraron desde el Foro. Además,
indicaron que "la localización de la chimenea y las construcciones
agregadas modifican el paisaje; se retiraron aberturas originarias del edificio
y la señalética de la chimenea no está hecha".
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