Los únicos lavaderos de lana en
Aragón, construidos en el siglo XVII en la Comarca del Jiloca, que reflejan el
esplendor de una industria textil que floreció en la época, están
"abandonados" y hasta "en ruina".
Cerca del puente romano de
Calamocha, declarado Bien de Interés Cultural, se encuentran los restos de lo
que fue una gran instalación manufacturera para depurar lana.
De este patrimonio industrial apenas
se conserva el patio de lavado, con cinco pilas de piedra, los muros que
servían de soporte a una noria que abastecía de agua a la caldera, y las ruinas
de las viviendas que cobijaban a los mercaderes.
Estos lavaderos de lana, junto a
otros ubicados en el Poyo del Cid construidos en 1666, convirtieron al Valle
del Jiloca en uno de los centros del comercio lanero más importantes de la
zona, desde donde se abastecía a la industria textil de otros países de Europa.
En estas instalaciones, los
operarios limpiaban de impurezas la lana recién esquilada, por medio de un
método de escaldado para el que se utilizaban grandes pozas de sillería.
Posteriormente se aclaraba en un
canal de lavado y se dejaba escurrir y secar al calor del sol, un proceso que
permitía reducir el volumen de la lana para poder luego transportarla a puntos
lejanos.
"Era importante porque reducía
el peso de la lana hasta un tercio y eso facilitaba el transporte a otras
ciudades europeas. Había mucha actividad", explica a Efe Fran Martín,
técnico de Patrimonio del Centro de Estudios del Jiloca.
Martín ha explicado que,
coincidiendo con la celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza, la
Administración intervino para adecuar estas instalaciones, al igual que se hizo
en otras infraestructuras hidráulicas de Aragón, y se ubicaron unos paneles
informativos.
Sin embargo, a día de hoy, la
situación de estos lavaderos es de "desidia" y "abandono",
especialmente los de Calamocha, mientras el Ayuntamiento, propietario del
lavadero, continúa sin actuar para conservarlo, ha apuntado.
"Lo que es el patio de lavado
está totalmente dejado. Lo que reivindicamos es que se gestione, porque con un
mínimo mantenimiento sería suficiente, es decir mantener lo que se conserva,
pero el Ayuntamiento no está haciendo nada", ha resaltado.
Belén Boloqui, miembro de Acción
Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa), coincide en que los
restos de los antiguos lavaderos de lana están "abandonados" y hasta
"en ruina".
Boloqui lamenta que este patrimonio
industrial no se mantenga en un buen estado, ya que podría ser un foco de
atracción turística que contribuyera a articular el terreno.
"Tenemos muchas cosas para que,
al igual que se va a ver el castillo de Peracense, la gente se pare también a
ver esto otro. Pero claro, todo requiere un mínimo de información y de
presencia actualizada, de ver que no está abandonado", apunta.
También en Calamocha se encuentra un
antiguo martinete construido en 1689 para fundir cobre y, a escasos kilómetros,
un molino harinero, pero ambas instalaciones también se encuentran en mal
estado, ha lamentado Boloqui.
El Norte de Castilla
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