Uso
original: Fábrica
de muebles
Año
construcción: 1917
Situación:
C/ Vicente
Goicoechea, Vitoria
Uso
actual: Garajes
La antigua fábrica de muebles
Bonilla, situada en plena calle Vicente Goicoechea y que en el pasado albergó
los famosos talleres de ebanistería, se utiliza ya para un fin bien diferente.
Los tiempos cambian. Y el edificio, que data de 1917 -todavía la fachada luce
un anagrama que así lo acredita-, alberga ahora 98 garajes de «última
generación» con la tecnología más avanzada. «Videovigilancia para la seguridad,
hilo musical y la preinstalación de un tubo de enchufe pensado exclusivamente
para cargar coches eléctricos», afirma el promotor del proyecto, Gonzalo Antón.
Cada plaza cuenta con 16,5 metros cuadrados y un trastero privado. Además,
todas están pintadas con llamativos y distintos colores, lo que hace de este
aparcamiento «uno de los más bonitos de la ciudad, en mi opinión», destaca el
mismo Antón, también responsable del restaurante Zaldiaran.
De las 98 plazas de aparcamiento
repartidas en dos pisos, el 40% ya se ha vendido, mientras que un 25% estará
orientada al alquiler. «Hay muchos vecinos de la zona interesados en tener un
lugar seguro donde dejar el coche que nos han hecho ver su interés en ocupar el
parking», asegura el conocido empresario alavés. El 35% restante, por el
momento, espera comprador.
De lo que, desde luego, el 'nuevo'
garaje sí puede presumir es de contar con un emplazamiento privilegiado. Porque
el edificio Bonilla ha sido recuperado para la ocasión. Eso sí, varios
elementos originales sí que se han mantenido, como la bella fachada de estilo
modernista -que no se ha podido tocar porque el inmueble está protegido-, la
puerta de acceso al interior, la entrada con su espectacular cristalera y la
barandilla de las escaleras que dan acceso a las dos plantas superiores, en las
que hay tres viviendas en venta -una de las cuales ya tiene dueño-.
La lonja,
a la espera
La estrella de la antigua fábrica,
sin embargo, es una enorme lonja de más de 1.500 metros cuadrados. Pero si
antes se utilizaba para construir los muebles Bonilla, ahora busca nuevo uso.
Aunque no parece fácil dárselo. Se descartaron las opciones que sobrevolaron el
proyecto durante algún tiempo -el primer objetivo era crear en él un
restaurante de alta cocina para convertirlo en referente gastronómico de
Vitoria, y también se barajó convertirlo en casino- «porque la situación
económica es la que es», y ahora su promotor trata de darle salida.
Antón asegura haber «mantenido
contactos y negociaciones» con «varias empresas» de «diferentes» sectores. «La
verdad es que es un local comercial espectacular. Es un espacio diáfano con un
perímetro acristalado y un lucenario, muy bonito, soleado, su estructura lo
pone en contacto con la calle», avanza. Y «la intención es la de alquilarlo»,
explica.
La
vieja fábrica de muebles Bonilla acoge 98 garajes de última generación.
Reportaje fotográfico
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