De la fuerza de la locomotora al impulso de los pedales. El antiguo trazado del ferrocarril minero de La Orconera ha dado paso a los ciclistas y los peatones. El diputado general, José Luis Bilbao, visitó ayer el recién terminado bidegorri que une Ortuella y Trapagaran con un paseo asfaltado de 3.700 metros lineales en el entorno natural de Las Losinas, Escontrilla Alta, San Andrés, Zaballa y Durañona. El trazado puede enlazarse, además, con la senda ciclable de la vía verde, en las inmediaciones del Museo Minero ubicado en Abanto, para llegar hasta la localidad encartada de Galdames.
Al aprovechar el camino abierto por el tren no ha sido necesario acondicionar el terreno más allá del nuevo asfaltado. Sin embargo la obra ha supuesto una inversión de seis millones de euros y 18 meses de trabajo debido a los seis túneles que el paseo atraviesa en su recorrido, y que han sido puestos en condiciones de seguridad. «Ha sido necesario asegurar y adecuar los viejos túneles ferroviarios para evitar el peligro de desprendimientos y para suprimir las filtraciones del agua de lluvia», describió Bilbao.
En los casi cuatro kilómetros de recorrido se han habilitado otras tantas zonas de descanso, provistas de mobiliario, que además sirven como miradores sobre el valle y sus paisajes naturales. El propio firme del bidegorri se ha construido con la resistencia suficiente como para soportar el paso de automóviles pesados, de cara a su mantenimiento y a la entrada de vehículos de emergencia.
Dos colores
Para que peatones y ciclistas convivan sin problemas, el pavimento dispone de dos colores que distinguen ambos carriles. La parte de color negro, reservada a viandantes, tiene dos metros de anchura, mientras que la vía de color rojo, para las bicicletas, tiene tres. A ambos lados se han provisto sistemas de drenaje.
No sólo los vecinos de la zona minera podrán disfrutar del nuevo bidegorri. Entre sus instalaciones auxiliares se ha adecuado una zona de parking junto al vial de acceso al área de peaje de la Variante Sur Metropolitana, en el extremo de Trapagaran (desde la N-634). Al otro lado de la senda ciclable, en el barrio de La Orconera y a pocos metros de donde se ubica la planta de tratamiento de residuos voluminosos, Berziklatu, la vía continúa con un camino asfaltado que añade 700 metros al recorrido y que conduce hasta el Museo Minero, a través de un tramo con una fuerte pendiente, no apto para personas poco habituadas a la bicicleta.
El Correo
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