Fechas del 1 de diciembre de 2011 al 15 de enero de 2012.
Lugar: Antiguo Convento de Nuestra Señora de los Reyes
Artículo de opinión sobre la exposición en Sabero
Los castilletes de Sabero están tristes
Artículo de Leoncio García Rodríguez
A través de Internet recibí del Museo de Siderurgia y Minería de Sabero la invitación a la inauguración de la exposición 100 Elementos del Patrimonio Industrial en España.
Ya en su día, yo había visto esta misma exposición en La Real Fábrica de Tapices de Madrid, la cual indudablemente me resultó interesante. Pero a lo largo del recorrido ante la misma, a cada paso, mi pensamiento añorante volaba imparable hacia nuestro valle de Sabero, otrora pleno de una importantísima actividad minera. Veía a los erguidos castilletes que, en su época gloriosa, introducían su largo brazo mecánico en la profundidad de la tierra, para extraer su riqueza. A pesar del tiempo trascurrido, a mis oídos llegaba el eco misterioso de los sonoros soplidos de las máquinas de vapor, de sus pitidos, del topeteo de los vagones metálicos; todo aquel conjunto de sonidos industriales que sonorizaba el valle. Por un momento, en mi ilusionada imaginación, apareció reinstalada la vía de la calle de atrás y, sobre ella, una pequeña típica máquina de vapor que, con unos vagones especiales dispuestos de asientos, esperaba a los visitantes del museo para trasladarlos a Sucesiva, donde penetrarían en el pozo, restaurado hasta el primer piso, y en éste tomarían contacto vivo con la auténtica minería subterránea.
En mi ilusionante imaginación también vi a los castilletes, pulcros e iluminados en la noche, para enaltecimiento del valle y atractivo del viajero nocturno; el de Sotillos en su atalaya, el de la Herrera con su muestrario de puntos eiffelianos, junto a la casa de máquinas, joya arquitectónica de la arqueología minera.
Ante el panel de La Ferrería de San Blas —Sabero, León—, sentí una incompleta satisfacción; pensé en la encomiable gestión del director del museo y del buen hacer de su equipo humano, pero también en el interesantísimo camino que aún falta por recorrer.
El día 31 de octubre, día de su inauguración en Sabero, volví a visitar esta exposición de 100 Elementos del Patrimonio Industrial; la seguí encontrando interesante y, en este caso además, realzada por el lugar de su ubicación; sin duda, debe ser visitada.
Luego, de regreso a casa, una serie de turbulencias golpearon mi estado de ánimo. Vi a Sucesiva sumida en el más absoluto abandono; la casa de máquinas de La Herrera víctima de una vergonzante desconsideración; expoliación y dilapidación por doquier; la emblemática entrada al Socavón, ayer con tintes de aristocracia minera, y hoy ennegrecida por la acción de la humedad, la polución y los años.
En medio de mi conturbación sentí que los castilletes, desde su tristeza me decían: «Fíjate, a nosotros ni siquiera nos han invitado a la fiesta».
A las instancias superiores: Los valores arqueológico-mineros de este valle de Sabero son inmensos, la obligación de legarlos a las futuras generaciones es incontrovertible. Y el binomio turismo-cultura engendra riqueza.
Diario de León
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