Situación: Localidad del valle del Corneja de Villafranca de la Sierra.
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La Diputación se hace con el Molino del Tío Alberto
Los propietarios del Molino del Tío Alberto, un ejemplo de la arquitectura del siglo XIX, han cedido a la Diputación Provincial este inmueble durante los próximos 25 años.
Así lo explicó el presidente de la institución provincial, Agustín González, tras el acuerdo alcanzado recientemente con los herederos de Alberto Jiménez Montenegro, cuyo usufructo correspondía a su viuda.
Para ello, y después de tres años de negociaciones, "se ha resuelto una cesión de la propiedad por 25 años", que a juicio de González supone un "regalo", ya que la Diputación abulense deberá abonar "dos millones de las antiguas pesetas".
El presidente de la Diputación Provincial destacó la "generosidad" de la mujer del propietario, con la que "se ha llegado a un acuerdo de cesión de ese usufructo, de manera que el molino ha quedado expedito y libre de toda carga".
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Al respecto, se felicitó de que con este paso el molino no pueda pasar a manos de un "extraño", ya que se trata de "una pieza única", que será restaurada conforme determine el proyecto encargado a los técnicos de la institución provincial.
Agustín González indicó que se intervendrá en la cubierta, así como en la "consolidación de parte del molino que está rajada y desplomada".
Posteriormente, la institución provincial estudiará si el inmueble se dedica a centro de turismo rural, casa rural o "algo que pueda traer consigo como complemento a esa valorización del molino".
Este molino harinero, situado en un paraje natural situado en la vertiente norte de la Sierra de Gredos, fue muy bien conservado por Alberto Jiménez Montenegro hasta su fallecimiento a finales del pasado siglo.
En esta zona se contabilizaban veinte molinos y dos batanes plenamente operativos, según el censo realizado a mediados del siglo XVIII, en tiempos del Marqués de la Ensenada.
Sin embargo, la riada que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1999, afectó a buena parte del patrimonio etnográfico de la comarca, entre el que figuran este tipo de molinos.
Noticias sobre la apertura del museo.
La Diputación de Ávila recupera un molino del siglo XVII como museo del agua
La Diputación de Ávila ha abierto las puertas, tras tres años de rehabilitación y 115.000 euros de inversión, de un antiguo molino de finales del siglo XVII, el Molino del Tío Alberto, como museo del agua en el Valle del Corneja, en el oeste de la provincia abulense.
Este edificio, único vestigio del patrimonio industrial de la zona que todavía queda en pie de los más de 20 molinos que había a lo largo del río Corneja, ha sufrido una rehabilitación integral, impulsada por la institución provincial, que comenzó con la consolidación de su cimentación e incluyó la reparación de la cubierta, en enlucido interior y la pavimentación de su acceso.
Según ha explicado hoy el presidente de la Diputación de Ávila, Agustín González, durante una visita al antiguo molino, "se ha querido dar muchos años de vida más a un molino que comenzó a funcionar a finales del siglo XVII y que había dejado de funcionar el siglo pasado".
"Cuando el tío Alberto falleció, sus sobrinos trasladaron a la Diputación su preocupación por no poder mantenerlo y desde esta institución entendimos que era interesante su rehabilitación como un atractivo turístico más para la zona del Corneja y conseguimos su cesión por más de 25 años", ha señalado González.
El edificio, situado dentro del término municipal de Villafranca de la Sierra (Ávila), dispone de todo el mecanismo original del molino, en perfecto uso, así como varias estancias, como la cocina, la habitación y la sala comedor que utilizaban los molineros, también con sus utensilios y mobiliario originales.
Respecto a su gestión, Agustín González ha indicado que tras las elecciones se procederá a su inauguración oficial y a partir de entonces permanecerá abierto, fundamentalmente los fines de semana, "para responder a la demanda turística existente en la zona".
"La voluntad familiar era que el molino permaneciera, y la de la Diputación que se pudiera ofrecer a las generaciones futuras la oportunidad de conocer cómo se trabajaba en los molinos en la fabricación de harinas y piensos animales", ha señalado González.
La recuperación de este molino de agua como espacio museístico en Villafranca de la Sierra ha costado 115.000 euros, de los cuales la Junta de Castilla y León ha aportado 22.000 euros a través del Fondo de Cooperación Local
La Diputación de Ávila recupera un molino del siglo XVII como museo del agua
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El último molino del Corneja
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