El
histórico taller de Valladolid continúa sin fecha concreta de cierre.
Artículo
de Juan Carlos Casas para Ferroguia
Varias naves ferroviarias que son
auténticas joyas del patrimonio industrial no sólo continúan en
pie en Valladolid, sino que tienen actividad, no dentro de ellas
mismas, pero sí a su alrededor, lo que aleja la siempre inquietante
incertidumbre sobre cómo será su futuro cuando lo que les rodee sea el
abandono. En los antiguos Talleres Generales de la Cía. del
Norte y después de Renfe en la capital pucelana, más tarde conocidos
como Taller Central de Reparaciones (TCR) y hoy en día
denominados Base de Mantenimiento Integral (BMI) de Renfe
Fabricación y Mantenimiento, continúa el trabajo porque no se han cumplido
los planes temporales para su cierre, los que programaban que en esos
terrenos fuera suprimida la labor ferroviaria varios años atrás. Con una
superficie que ronda los 190.000 metros cuadrados, en
su interior alberga vestigios ferroviarios del siglo XIX y
varias instalaciones de los primeros años del siglo XX, algunas de
las cuales están protegidas, por lo que su conservación para el disfrute
de las futuras generaciones no debiera correr peligro alguno.
Imagen de la noticia |
También hay naves más modernas,
construidas a mediados del pasado siglo por la necesidad de expansión de
los talleres, y el heterogéneo conjunto de
esta BMI resulta un paisaje idílico para los defensores
del patrimonio industrial y los amantes del patrimonio
ferroviario. Esta situación de actividad se mantiene porque aún no hay
fecha de apertura para los modernos talleres que en las afueras
de Valladolid, en el Páramo de San Isidro, van a coger el testigo en
las labores de mantenimiento. El nuevo complejo ferroviario, en cuya
construcción se ha invertido en los últimos años unos 200 millones de
euros, llegará a ser el más moderno y mejor equipado de Europa, aunque el
momento de su apertura aún es una incógnita que tiene involucradas, y casi
en disputa, a las instituciones públicas que configuran la
sociedad Valladolid Alta Velocidad, como el Ayuntamiento de
Valladolid, la Junta de Castilla y León o Adif Alta
Velocidad. Dicha sociedad debe a varias entidades bancarias,
principalmente al BBVA, los millones de euros que solicitó prestados,
más de 400, para financiar el que era hace más de una década el gran
proyecto ferroviario de la ciudad, con un amplio soterramiento de las vías
incluido.
Fuente
de la noticia http://ferroguia.es
Los
talleres ferroviarios de Valladolid: del siglo XIX al XXI.
Autor:
Jose Luis Lalana
Soto, Universidad de Valladolid
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