El anunciado derribo del antiguo
Teatro Bellas Artes de Donostia ha desencadenado en las últimas semanas una
oleada de firmas en Internet en contra de la demolición de este histórico
edificio, que ascienden ya a unas 10.000. Sin embargo, este emblemático
inmueble, de propiedad privada, no es el único en peligro de extinción,
según incidieron ayer desde la Asociación en Defensa del Patrimonio Cultural de
Donostia, cuyo presidente, Rafael García-Velilla, afirmó que hay "cerca de
300 edificios" en la ciudad "fuera de toda protección".
En su comparecencia en el
Consistorio donostiarra, García-Velilla fue incluso más allá y tachó de
"ilegal" el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico
Construido (PEPPUC), aprobado de manera inicial el pasado mes de abril. A su
entender, dicho plan "incumple la legislación" y "da carta de
naturaleza a la intervención urbanística y arquitectónica especulativa".
En este sentido, explicó que
"casualmente" se da la circunstancia de que muchos permisos de obras
concedidos por el Ayuntamiento "coinciden" con "muchos de esos
300 edificios" históricos ahora "desprotegidos" con el nuevo
PEPPUC. Concretamente, mencionó el inmueble de la calle Bergara, 15, los
edificios gemelos de la plaza Easo y la Estación del Norte, además del antiguo
Teatro Bellas Artes.
García-Velilla lamentó que el citado
Plan de Protección no prevalezca, como debiera ser, sobre el Plan Urbanístico
de la ciudad y "sus calificaciones dependan de intereses urbanísticos e
inmobiliarios ajenos a los criterios que deben regir su elaboración".
Por todo ello, este asociación exige
una revisión "seria" del PEPPUC con "personas independientes y
capacitadas para ello", ya que, según dijo, actualmente, "no hay ni
un solo historiador, experto en arte o documentalista que avale las
consideraciones de este plan".
En apenas tres semanas se cumple el
plazo para la presentación de alegaciones al Plan Especial de Protección y el
presidente de la Asociación de Defensa del Patrimonio Cultural de Donostia
reiteró ayer su intención de presentar alegaciones. Con ellas, reclamarán al
Ayuntamiento de Donostia que dé marcha atrás y no permita el derribo del
antiguo Teatro Bellas Artes. Según se ha anunciado, tras la demolición se
construirá previsiblemente una réplica del histórico edificio para albergar un
hotel de lujo, dirigido por sus propietarios.
APOYO SOCIAL Esta asociación se
mostró optimista y destacó el apoyo social que están recibiendo las distintas
iniciativas puestas en marcha para evitar el derribo del Bellas Artes. "La
esperanza es lo último que se pierde. A nosotros nos parece tal disparate este
derribo que no nos lo acabamos de creer. Desde luego, si no se aceptan las
alegaciones y si el Gobierno Vasco no incoa la declaración de bien cultural,
nos tememos que a partir del 5 de junio pueda pasar cualquier cosa",
subrayó García-Velilla.
Hasta el momento, según explicó, el
alcalde de Bildu no ha recibido a los representantes de esta asociación y en el
consejo asesor de planeamiento, al que asistieron, García-Velilla dijo que
"ni siquiera los redactores del PEPPUC supieron darnos una razón válida de
los motivos por los que se ha rebajado el nivel de protección del emblemático
edificio".
las claves
El presidente de la Asociación en
Defensa de Patrimonio Cultural de Donostia, Rafael García-Velilla, aprovechó
ayer para lanzar una crítica a los responsables políticos de la ciudad por el
"cambio" -dijo- en su posicionamiento respecto al derribo del
edificio del antiguo teatro Bellas Artes. "Es curioso que hace unos años
todos estos grupos (políticos) que ahora apoyan la desprotección, me atrevería
a decir ilegal, y el derribo del Bellas Artes, antes se oponían. No entendemos
qué ha cambiado, porque no es un edificio que esté en ruina como se pretende
hacer creer", subrayó García-Velilla. Preguntado por los grupos políticos
a los que se refería en sus críticas, señaló a "todos" e insistió en
que esperan que la "presión popular" haga reconsiderar la posición de
la corporación municipal, "como ha ocurrido en otras ciudades". A
continuación, admitió que ha habido intervenciones "impensables" en
la ciudad, como en el mercado de San Martín o la fábrica de gas, por lo que
dedujo que los representantes políticos "no parece que cambien de
opinión". En cualquier caso, aseguró que su asociación hará lo que esté en
sus manos para que se revise el PEPPUC.
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