Expertos
de 14 países participan en las jornadas de patrimonio industrial.
Más de 200 expertos de 14 países
participarán en las XIV Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial, que
se celebrarán entre el miércoles y el domingo de la próxima semana en el Centro
de Cultura Antiguo Instituto y en Laboral Ciudad de la Cultura. Las jornadas
también se abren por primera vez a la participación desde otros países a través
de Internet.
En total habrá 115 intervenciones de expertos, incluyendo 15 ponencias. Las primeras de ellas correrán a cargo del periodista y crítico de arte José María Ballester, director del departamento de desarrollo rural de la Fundación Botín que disertará sobre el patrimonio del valle del Nansa; y de André Munhoz de Argollo Ferrão, profesor de recursos hídricos en la universidad de Campinas-São Paulo, que hablará sobre patrimonio y desarrollo regional sostenible.
Las jornadas fueron ayer presentadas en el Centro Municipal de La Arena por Miguel Ángel Álvarez Areces, presidente de la asociación Incuna, que las organiza; el profesor de ingeniería, Ángel Martín; el geógafo Faustino Suárez Antuña y la secretaría técnica de Incuna, Irene García.
Incuna
aboga por dar prioridad a financiación de los proyectos sostenibles.
El presidente de la Asociación de
Arqueología Industria Cultura y Naturaleza INCUNA, Miguel Ángel Álvarez Areces,
ha destacado hoy la necesidad de establecer prioridades en la financiación de
los proyectos de conservación del patrimonio industrial y cultural a causa de
la crisis económica.
"Se debe dar prioridad a los
proyectos que sean sostenibles", ha afirmado Álvarez Areces en
declaraciones a los periodistas momentos antes de la inauguración de las XIV
Jornadas Internacionales del Patrimonio Industrial que se desarrollarán en el
Centro de Cultura Antiguo Instituto Jovellanos de Gijón hasta el próximo
domingo.
Los proyectos de conservación del
patrimonio industrial, cultural y del medio ambiente "no han sido tan
duramente castigados" por la crisis económica como otros porque en su
mayoría son sostenibles, pero los recortes van a influir en su desarrollo, ha
indicado el presidente de la organización.
Álvarez Areces ha valorado el papel
del patrimonio industrial como factor de desarrollo económico en sectores que
"están actualmente en boga en gran parte del mundo" como el turismo
activo.
Unos doscientos especialistas de 13
países de Europa y América participarán en las jornadas, que tienen como tema
central el patrimonio industrial como parte del paisaje cultural.
En el marco de las conferencias, se
analizarán algunas experiencias como la recuperación de Iglesias en Polonia y
la utilización de los espacios en los pozos mineros que cerrados como
consecuencia de la reconversión.
"Asturias
tiene gran sensibilidad con su patrimonio industrial y hace bien las
cosas".
Funcionario internacional y experto
en políticas culturales, José María Ballester (Madrid, 1940) ha sido director
de Patrimonio Cultural y Natural del Consejo de Europa y dirige ahora el
programa de patrimonio y territorio de la Fundación Marcelino Botín. Ayer
pronunció la conferencia inaugural de las XIV Jornadas Internacionales de
Patrimonio Industrial, que Gijón acoge estos días.
-¿Los españoles han modificado su concepto de patrimonio industrial?
-Se ha extendido la percepción de lo que es patrimonio, referida antes a
monumentos históricos muy aislados. Y, además, se ha ampliado la noción de
patrimonio industrial. Hay algo fundamental: ha ganado importancia el concepto
de entorno. Es muy importante que este congreso gijonés fije su atención en los
paisajes culturales, generadores de riqueza.
-¿Cuál es la importancia de esa noción de paisaje cultural?
-Integra todo el entorno y nos ayuda a entender cómo la actividad industrial ha
condicionado, en muchos casos, el propio paisaje.
-¿Ese camino desde los años setenta y ochenta ha sido difícil?
-Hay una evolución desde los años setenta. Empezamos con castillos, palacios,
monumentos aislados. Después se extendió a las ciudades históricas y a su
entorno. Eso fue generando la noción de paisaje tal y como la entendemos hoy en
día. Todo eso era más fácil de comprender que si una fábrica en desuso o una
mina eran parte del patrimonio, pese a la gran importancia antropológica de
esos testimonios. Hay ahí un aspecto de memoria que es muy importante mantener.
-¿Los españoles han sido más insensibles que otros europeos en la valoración de su patrimonio industrial?
-Una vez que se ha consolidado el concepto, no. Fue un problema de educación,
pero también de sensibilización. La arqueología industrial nace en el Reino
Unido; en Alemania han mantenido fábricas maravillosas sólo para alumnos en
prácticas. Son países que abrieron camino, aunque España ha recuperado espacio.
-¿Qué falta aún?
-¿Qué nos falta? Nos falta encajar, integrar todos los elementos de patrimonio
industrial en el espacio y en el tiempo.
-Asturias tiene fama de haber sido pionera en la recuperación de su patrimonio industrial. ¿Cómo ve usted ahora su situación respecto a otras comunidades?
-Como toda región industrial, tiene tal cantidad de vestigios que es natural
que haya sido pionera. Me admira mucho que en estas regiones con tanto
patrimonio se estén haciendo tantas cosas. Es más difícil hacerlo aquí que en
una zona donde hay tan sólo una mina o unos restos fabriles.
-¿Pero la política seguida es la correcta?
-Se sistematiza. Yo pienso que en Asturias, si se analiza globalmente, se están
haciendo bien las cosas. Cuando uno baja al detalle, siempre cabe el matiz.
Aquí en Asturias hay una sensibilidad grande hacia ese patrimonio industrial.
-Hay quien dice que son ociosos tantos esfuerzos económicos para conservar cosas ya sin utilidad inmediata.
-Es un planteamiento simplista. Es un patrimonio pedagógico, clave para conocer
la evolución técnica de nuestros pueblos. Y, también, porque representa
espacios de memoria que debemos mantener. No podemos borrar nuestra historia;
muchos de estos conjuntos industriales son verdaderos lugares de memoria.
"Cuidar
un paisaje no es poner vallas y convertirlo en reliquia"
Linarejos Cruz Pérez, coordinadora
de los planes nacionales de patrimonio industrial y paisaje cultural, ofreció
ayer, en el Paraninfo de la Laboral y con motivo de las IX Jornadas
internacionales de patrimonio industrial, una conferencia sobre la salvaguarda
del paisaje.
-¿Qué es lo principal del plan nacional de paisaje cultural?
-El último fin es la salvaguarda. Porque es un concepto que engloba la
protección, conservación, gestión, promoción...
-¿Cuál es el protocolo de actuación?
-Lo primero es tomar conciencia de la existencia y presencia de ese paisaje.
Tratar de identificarlo, porque se suele asociar paisaje a belleza y paisaje es
todo. Estudiarlo y establecer cuáles son sus valores; en función de eso, el
propio paisaje nos da elementos de juicio para poder programar qué se puede
hacer.
-Tras este proceso, ¿cómo se salvaguarda el paisaje?
-Favorecer su desarrollo correcto y su evolución. No se trata de poner vallas
al paisaje y dejarlo como una reliquia, porque los ciudadanos son parte
integrante de ese paisaje.
-¿Qué responsabilidad debe tener un ciudadano?
-Tanto quienes habitan en un paisaje como quienes lo visitan son importantes.
Sobre todo quienes permanecen allí, es algo suyo, no es ajeno a ellos. En ese
sentido, puedo poner un ejemplo. El Consejo de Europa convoca el Premio Europeo
del Paisaje y tiene unas bases que son muy claras. Una de ellas, para optar a
ser candidato, es la participación ciudadana, nunca se aceptará una candidatura
sin esa participación.
-¿Prima el patrimonio paisajístico sobre el industrial?
-No prima ninguno, de hecho el patrimonio industrial, si exceptuamos todas las
cuestiones relacionadas con archivos, tecnología, que son elementos materiales,
todo lo demás, instalaciones y lo que conlleva, tiene una incidencia muy grande
en el territorio y eso genera un paisaje cultural. Es una implicación perfecta.
-Asturias es una zona de mucho paisaje verde y con industria.
-Hablar de Asturias y de patrimonio industrial es todo uno. Hay referentes muy
claros, como es la sección industrial del patrimonio minero. Creo que ocupa un
lugar privilegiado por esa combinación.
-¿Es difícil paliar los perjuicios ambientales en un paisaje?
-Las industrias hicieron un impacto determinado en su momento y ahora ya es
irreversible. Una vez que ha cesado la actividad industrial correspondiente,
hay que analizar qué tratamiento se le da, cómo adecuarlo a su entorno y cómo va
a convivir con la población. También saber qué función social y cultural
cumple. Un paisaje son muchas cosas.
-¿Cree que el paisaje nacional está bien cuidado?
-Hay mucha labor por hacer todavía. El paisaje se puede abordar desde varios
puntos de vista. En cuanto a naturaleza, el Ministerio de Medio Ambiente sí ha
hecho una buena labor con el tema de parques naturales. Nosotros arrancamos
hace unos años en el ámbito de los paisajes de interés cultural. Aquellos que
sus elementos constitutivos culturales tienen mayor peso específico que los
naturales.
-¿Cuáles son los proyectos futuros?
-Están por definir. Aún debemos hacer balance de este ejercicio. A finales de
año nos reuniremos tanto la Comisión de Patrimonio Industrial como la de
Paisaje para programar el año que viene.
El
espejo del carbón.
Carbonia es una localidad situada al
sur de Cerdeña. Fundada por Mussolini en 1938, tuvo relevancia industrial al
tratarse de una región minera que generó una gran polución perjudicial para el
medio ambiente. Con el paso de los años ha conseguido, en 2012, la declaración
de paisaje cultural europeo.
Esta localidad italiana nació como un lugar de trabajo en la mina. Los mineros construyeron la parte habitable de Carbonia para mejorar las condiciones de vida de sus familias. Sus casas se edificaron en torno a la mina, donde bajaban a diario a grandes profundidades.
Ahora las fábricas van cerrando y la forma de vida de muchos de sus ciudadanos se ha visto afectada por el declive del carbón. Unas similitudes con Asturias que no pasan desapercibidas.
«La industria del carbón está terminada, no se puede utilizar más y vamos a ver qué pasa con la producción. En Cerdeña es un problema grave porque la gente está sin trabajo, y van cerrando fábricas», aseguró Alessandra Fassio, responsable del servicio italiano de Arquitectura y Arte Contemporáneo del Ministerio de Bienes Culturales, ayer durante su intervención explicativa de los cambios producidos en la localidad minera de Carbonia.
«Los temas de protesta son los mismos en Asturias que en Italia en tema de minería. El problema de mi país es que no hay un plan energético nacional», afirma.
La reorientación y proyectos de mejora y cuidados que se han llevado a cabo han mejorado el aspecto de esta región. «En Carbonia han cambiado en la cultura. Han hecho un Museo del Carbón y en él trabajan los hijos de los trabajadores de la mina», apunta Fassio.
Con precaución hacia el tema del turismo masivo, arroja una posible solución: «Se puede hacer una industria de cultura que produzca la exportación de los productos y no sólo la importación de la gente».
Outro
Vigo é Posible lleva a Gijón un video sobre cómo recobrar el patrimonio industrial
vigués.
La asociación viguesa Outro Vigo é
Posible presenta un vídeo sobre recuperación del patrimonio industrial en
desuso durante las XIV Jornadas internacionales INCUNA 2012 -Patrimonio
Industrial y Paisajes Culturales. Memorias del Desarrollo- que se celebran
estos días en Gijón.
Imagen de la noticia |
El vídeo, que lleva el título
"Upcycling", muestra diversas posibilidades de reutilización de
cuatro edificios industriales: la Panificadora, la fábrica de Massó, la nave de
"La Artística" y la abandonada fábrica de Álvarez en la carretera de
Baiona.
El documento es fruto de cuatro
meses de trabajo y ha sido elaborado en colaboración con el equipo Nonconmmon y
editado por José Jamardo. La asociación anuncia que en próximas fechas
organizarán una proyección en Vigo con coloquio
Faro de Vigo
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