El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir en el Catálogo
General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de Zona Patrimonial,
la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva (Huelva), uno de los principales enclaves
históricos de la minería europea y de los inicios de la Revolución Industrial
en España.
El nuevo enclave protegido, con una
superficie total de 3.612 hectáreas, reúne bienes arqueológicos,
arquitectónicos, industriales, naturales y culturales que ponen de manifiesto
la huella dejada en el paisaje por la actividad extractiva a lo largo de la
historia y, especialmente, a partir de la presencia británica en el siglo XIX.
Entre ellos destacan la gran explotación a cielo abierto de Corta Atalaya, el
barrio inglés de Bellavista y el complejo fabril y ferroviario de
Zarandas-Naya.
Dado el carácter determinante de la
minería en la conformación de este legado, las normas de protección aprobadas
se dirigen también a favorecer e impulsar el desarrollo del sector sin
impedimentos, en convivencia con la preservación de los valores culturales.
La Cuenca Minera de Riotinto-Nerva
es, después del paraje jiennense de Otíñar, el segundo Bien de Interés Cultural
que se inscribe con la tipología de Zona Patrimonial. Esta figura de protección
recogida en la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía, tiene como fin
preservar aquellos territorios o enclaves que integran bienes diversos y de
diferentes épocas, además de ofrecer posibilidades de uso y disfrute para la
ciudadanía.
Explotada desde hace 5.000 años, la
zona ofrece uno de los panoramas más completos para conocer la evolución de las
técnicas extractivas y metalúrgicas en Europa. Los primeros vestigios se
remontan al periodo Calcolítico (dolmen de La Lancha) y a la Edad del Bronce
(yacimientos de Tres Águilas y La Parrita), aunque es en época romana cuando se
inicia la explotación masiva y Riotinto se convierte en uno de los distritos
mineros más importantes del mundo antiguo. Testimonios de ello son las galerías
que aún se conservan en Corta Dehesa, Corta Salomón o Peña de Hierro.
No obstante, el actual paisaje de la
Cuenca comenzó a configurarse en 1873, cuando la empresa británica 'Rio Tinto
Company Limited' (RTCL) adquirió las minas al Estado español e implantó
sofisticados sistemas de extracción a cielo abierto, a la vez que ejercía un
rígido control social sobre la comarca. El consiguiente cambio cultural incidió
en las relaciones laborales y sociales hasta el punto de determinar los
primeros hitos de la organización sindical de los obreros en Andalucía.
La zona protegida se reparte entre
los términos municipales de Minas de Riotinto, Nerva y El Campillo, y está
integrada por siete sectores: las explotaciones a cielo abierto de Corta
Atalaya y Cerro Colorado; el complejo de transformación del mineral de
Zarandas-Naya; los embalses y depósitos situados al noroeste de Cerro Colorado;
los trazados ferroviarios de la 'Rio Tinto Company Limited' y de Peña de
Hierro; la explotación de Peña de Hierro; los núcleos urbanos vinculados a la
actividad minera, y otros ámbitos diseminados de yacimientos arqueológicos de
épocas prehistórica y romana.
Además de estas áreas, el decreto de
la nueva Zona Patrimonial incluye también numerosos bienes muebles,
fundamentalmente material ferroviario, maquinaria minera, documentos y piezas
arqueológicas, industriales, etnológicas y geológicas. Como bien inmaterial
estrechamente vinculado a los valores simbólicos de los trabajadores mineros,
se incluye la fiesta denominada de la Esquila.
Paisaje
único
De los siete sectores de la Zona
Patrimonial, destaca por su espectacularidad el de Corta Atalaya y Cerro
Colorado (1.377 hectáreas), donde el desarrollo de la actividad minera originó
un paisaje único marcado por la belleza cromática de sus desoladas cortas
y escombreras, impregnadas de tonos rojos, ocres, amarillos, morados y
verdeazulados. Con 1.243 metros de diámetro y 335 metros de profundidad, Corta
Atalaya es la explotación a cielo abierto más grande de Europa y la tercera del
mundo tras Bringham Canyon (Utah, Estados Unidos) y Chuquicamata (Chile).
Además de las dos grandes
explotaciones, en este sector se ubican también enclaves singulares como el
cementerio de Minas de Riotinto (1917), la central eléctrica (1926), los
espectaculares vacies de estériles del Filón Norte y el Filón Sur, así como
numerosos yacimientos arqueológicos de época romana, como la necrópolis de la
Dehesa, las galerías mineras de la Dehesa y Salomón, el fortín de El
Castillejo, el asentamiento de Alto de la Mesa y los yacimientos de Corta del Lago
y Tres Cruces.
La segunda área más extensa la Zona
Patrimonial, con 992 hectáreas, es la de Zarandas-Naya, donde las labores de
transformación del mineral originaron un paisaje artificial de escoriales,
escombreras, chimeneas de fundición y vestigios de infraestructuras fabriles y
ferroviarias. A principios del siglo XX, este enclave concentró los trabajos de
trituración, cribado y preparación del mineral para su carga en tren hasta el
puerto de Huelva. Numerosos bienes muebles conservados 'in situ' dan testimonio
de esta actividad. Entre ellos destacan las locomotoras y las grúas de vapor,
además de gran cantidad de vagones de transporte y de máquinas relacionadas con
la actividad transformadora.
Tanto Corta Atalaya y Cerro Colorado
como Zarandas-Naya conservan el grueso de las instalaciones mineras y fabriles
de la Cuenca. Entre ellas destacan el edificio depósito de Bomba Cornish, el
Plano inclinado Tío Jaime, los Talleres Mina, la Fundición de Piritas, la
Chimenea de Piritas y los malacates de Pozo Alfredo, Masa Planes y Pozo
Rotillo.
Por su parte, la zona de embalses y
depósitos de estériles situada al oeste de Cerro Colorado (748 hectáreas),
presenta como principal valor su fácil identificación con la singularidad
cromática y paisajística de la Cuenca Minera, así como su interés para
comprender el proceso de transformación radical del medio. Este sector incluye
las presas del Cobre, Aguzadera y Gossan. La primera de ellas embalsaba el agua
residual, mientras que las otras dos se destinaron a almacenar estériles de
cobre y gossan, respectivamente.
La
huella británica
El cuarto sector, con una extensión
de 92 hectáreas, se conforma en torno a los trazados de dos ferrocarriles
mineros: la vía general de la RTLC hacia Huelva (uno de los principales hitos
de la Revolución Industrial en España) y el ramal del ferrocarril de Peña de
Hierro, hacia las minas del Castillo de las Guardas. En ambas se conservan
numerosos puentes, túneles y restos de talleres, cocheras y apeaderos. El área
protegida de vía de la RTLC, actualmente explotada como recurso turístico hasta
las proximidades de El Madroño, incluye también el tramo del río Tinto que
fluye en paralelo.
En el norte de la Zona Patrimonial,
el enclave de Peña de Hierro reúne en sus 329 hectáreas una representación a
menor escala de los principales atractivos de la Cuenca Minera. Sus elementos
más característicos son el nacimiento del río Tinto, la gran montera de gossan,
los restos de galerías de época romana y las numerosas huellas dejadas por la
compañía británica 'The Peña de Hierro Copper Mines Limited', que explotó el
enclave durante la segunda mitad del siglo XIX.
En cuanto a los núcleos de
población, la zona protegida por el Gobierno andaluz incluye el patrimonio
arquitectónico y urbanístico más directamente vinculado al desarrollo minero,
con una superficie total de 58 hectáreas. Dentro de este conjunto destacan por
su contraste los elementos que evidencian la huella inglesa en el pueblo de
Minas de Riotinto y en sus barrios y poblados mineros de El Valle, Alto de la
Mesa, La Dehesa y Bellavista. Este último, destinado a los directivos e
ingenieros de la RTLC y aislado de todos los demás, muestra un patrón
totalmente importado de Gran Bretaña y en las antípodas de la arquitectura
andaluza, con pistas de tenis, campo de golf, club y edificaciones típicamente
inglesas como la capilla anglicana o el cementerio protestante.
Otros inmuebles destacados en el
municipio de Minas de Riotinto son los del Museo Minero (antiguo hospital
inglés), el Archivo Histórico Minero, la Casa Dirección, el economato, el
colegio de Primaria, el mercado de abastos, la imprenta, la Iglesia de Santa
Bárbara y el campo de fútbol, además de la necrópolis romana de Bellavista.
En Nerva la existencia de suelo
privado dificultó la intervención de la RTCL y, por tanto, su expansión no
estuvo sometida a planificación externa. De su núcleo urbano se incluyen en la
zona patrimonial diversas edificaciones sin influencia inglesa, como el
cementerio, la plaza de toros, el Círculo Mercantil o el convento Virgen de la
Milagrosa.
Yacimientos
y bienes muebles
Desde el punto de vista territorial,
la Zona Patrimonial de la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva se completa con
diversos enclaves arqueológicos diseminados, que suman una superficie de 15
hectáreas. Entre ellos figuran el área arqueológica de La Chaparrita en Nerva y
los asentamientos romanos del Padre Caro (término municipal de Minas de
Riotinto) y El Fresnillo (El Campillo).
Respecto a los bienes muebles,
además de los localizados en Corta Atalaya, Cerro Colorado y Zarandas-Naya,
destacan los que actualmente se conservan en el Museo Minero, el Archivo
Histórico Minero y la Imprenta Chaparro.
El Museo Minero, abierto en 1992,
alberga una completa colección de piezas arqueológicas, industriales, documentales,
etnológicas y geológicas. Destacan por su singularidad una locomotora-grúa de
vapor y el conocido como Vagón del Maharajah, construido en 1892 para los
ferrocariles de la India.
Por su parte, en el Archivo
Histórico Minero se custodian más de 28.000 documentos generados por las
distintas compañías que han explotado las minas desde 1873 (la RTCL, la
Compañía Española de Minas de Río Tinto, la Unión Explosivos Riotinto, Riotinto
Patiño, Río Tinto Minera y Minas de Río Tinto, SAL), así como de otras empresas
como The Peña Copper Mines y Electrolisis del Cobre (Mina Concepción).
Finalmente, como bien inmaterial de
interés etnológico, el decreto de inscripción en el Catálogo General de
Patrimonio Histórico incluye el rito de La Esquila, protagonizada por grupo de
hombres que canta coplas alusivas a la Virgen del Rosario durante las nueve
noches anteriores a su festividad. Esta expresión cultural supone una
afirmación de formas de vida específicas de la sociedad andaluza autóctona
frente a las impuestas por las compañías mineras inglesas.
La protección aprobada para el
patrimonio cultural de la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva se suma a otras
iniciativas adoptadas por el Gobierno andaluz con el fin de salvaguardar los
valores ambientales de esta comarca. Así, en diciembre de 2004 la Junta declaró
Paisaje Protegido los tramos medio y alto del río Tinto y su entorno, una
franja de 57 kilómetros a lo largo de once municipios de las provincias de
Huelva y Sevilla.
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