El Ayuntamiento de Guía de Isora ha
restaurado el horno de cal, de 1950 y uno de los símbolos de la zona de playa
de San Juan por la importancia que tuvo la producción de cal como material de
construcción.
Así lo ha recordado hoy el edil de
Urbanismo y Desarrollo Turístico de Guía de Isora, José Miguel Mesa, quien
comenta que la restauración ha consistido en la recolocación de las piedras que
han sido desplazadas por el efecto de las mareas y la aplicación final de un
barniz protector del agua marina.
"El objetivo es que este
importante símbolo e icono para los playeros se mantenga en buenas condiciones
el mayor número de años posible", ha explicado José Miguel Mesa.
Las obras han durado alrededor de
dos meses y ha sido la construcción del actual paseo marítimo de Playa San Juan
en el año 2000, "las que permitieron recuperarlo hace ahora 15 años",
señala el edil.
El horno de la cal, actualmente en
desuso, se encuentra debajo de un pequeño acantilado al final del paseo
marítimo junto a la zona de baño principal de Playa San Juan, también conocida
por la Playa Grande.
Imagen de la noticia |
En la década de los años 30 del
siglo pasado se inicia la industria de la fabricación de cal, que tuvo como
precedente dos hornos anteriores.
Sólo se recuerda la ubicación de uno
de ellos, que se encontraba situado en el barranco de San Juan o de Guaria, a
la altura de Lomo El Balo, que fue derruido.
Según ha relatado un familiar del
antiguo propietario del Horno de la Cal que aún se conserva en Playa San Juan,
Carlota Cobo Hernández, fue en 1950 cuando se acomete la construcción del
actual horno, propiedad de Antonio Hernández Santana.
Al parecer la obra, que tardó un año
en construirse bajo la supervisión de un técnico especializado en hornos, fue
ejecutada por obreros jóvenes del pueblo.
En 1951 el horno ya producía cal que
se obtenía de piedra que provenía de Fuerteventura en barcos.
Por el gran calado del barco que
transportaba la piedra caliza, fondeaba en la costa e iban descargando la
mercancía paulatinamente mediante una lancha que la acercaba a la orilla de la
playa.
La altura del horno, uno de los
mayores que se conocen, permitía una gran producción de cal que se distribuía
en camiones a distintas zonas de la Isla.
La cal era utilizada también como
desinfectante de viviendas por enfermedades contagiosas, para prevenir la
putrefacción de aguas estancadas e infecciones en los enterramientos.
Fuente
de la noticia http://www.laopinion.es/
La
última cal que albeó Tenerife
Fuente
de la noticia http://www.canarias7.es
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