El Molino de viento El Zurdo está
separado de otros seis molinos que forman el “Balcón de la Mancha”, y se
encuentra al otro lado de la carretera vieja de Belmonte, cerca del punto
geodésico marcado por el Instituto Geográfico Nacional, a 250 metros al este
del casco urbano de Mota del Cuervo
Resolución
de 06/06/2016 de la Viceconsejería de Cultura. Diario Oficial de Castilla- La
Mancha, 27/06/2016
Fuente
documento http://docm.castillalamancha.es/
DESCRIPCIÓN
MOLINO
A 1603 se remonta la primera mención
de la existencia de molinos en Mota del Cuervo. Se debe a una visita realizada
por la Orden de Santiago y se afirma que a la Mesa Maestral le pertenecen dos
fanegas de trigo de cada molino de viento, siempre y cuando el molino muela
durante sesenta días al año. En el Catastro de Ensenada (1752) se da cuenta de
los nombres de los dueños de los “quince molinos de viento harineros sitos en
la loma y rivera de esta villa, los que muelen con una piedra”, entre los que
se encuentran un presbítero, una vecina de El Bonillo, un fraile del hábito de
San Juan, el Convento de Religiosos Calzados de la Santísima Trinidad de la
villa de Santa María del Campo, y un vecino de Madrid. La Maestral seguía
percibiendo un impuesto denominado “mencal” que consistía en dos fanegas de
trigo de los dueños de los molinos de viento sitos en la Loma y Ribera término
de la villa, que suman treinta fanegas de trigo valoradas en 540 reales de
vellón. A mediados del siglo XIX, según Pascual Madoz, había 150 molinos en la
Mancha, de los cuales 18 estaban en Mota del Cuervo, cantidad que otros autores
elevan a 23 teniendo en cuenta las cimentaciones que se conservan. En el Libro
de Cédulas de vecindad se llegan a registrar en 1857 hasta 26 molineros, la
mayoría de la familia Zarco-Bacas, aunque no se precisa su correspondencia con
los molinos. Según el Nomenclator de la Provincia de Cuenca del año 1860, había
11 molinos de viento a 1.5 kms de la villa que se seguían manteniendo a finales
de siglo. A principios del siglo XX
comienzan a abandonarse estas instalaciones, obsoletas por la llegada de la
energía eléctrica. En la actualidad hay siete molinos en pie, seis de ellos
levantados sobre las cimentaciones de los viejos en los años 60 y 70 del siglo
XX.
El Zurdo es el único molino original
que se conserva en pie. La primera cita del molino se remonta al Catastro del Marqués
de la Ensenada (1752), donde figura situado encima del pozo de nieve y a la
derecha del camino de Belmonte. Su propietario era Juan Sánchez Alcolado. Este
molino sufrió un arresto judicial durante varios años por haber matado a su
dueño entre sus engranajes. Ya en el siglo XIX, su propietario fue Doroteo
Zarco Lillo, llamado “El Barbas”, dueño también de los molinos del Rebollo y El
Viejo. Allí se crió su hijo y último molinero, Benedicto Zarco El Barbas, que
realizó su última molienda en el año 1929. Posteriormente se lo cedió a su
hermano Espiridión, siendo su hijo el que se lo vendió a Ramón Serrano Súñer,
ministro de Asuntos Exteriores en los años cuarenta del siglo XX, el 27 de
febrero de 1941, que lo adquirió para restaurarlo. El nombre de “El Zurdo” se
debe a que es un molino que, en contra de lo habitual, muele a izquierdas. Para
explicar esta rareza se han barajado varias hipótesis que pasan por la teórica
equivocación del constructor al montarlo o que molía a izquierdas debido a que
el rayado de sus piedras estaba al revés. Se dice que enviaron las piedras así
desde Barcelona y los molineros tuvieron que adaptar el velaje para que
funcionase. Fue el único molino que, tras el cese de la actividad molinera, se
mantuvo en pie durante la Guerra Civil. Por ello sirvió de modelo para la
reconstrucción de los seis molinos que se levantan en la actualidad en sus
proximidades, en el paraje de La Sierra. Junto al molino El Pintón, eran los
únicos que tenían cernedor (máquina para cerner la harina y elaborar varios
tipos) en el piso superior, por ser más anchos que el resto.
Su interior conserva parte de la
maquinaria de molienda. Sobre la puerta se conserva la fecha de 1841,
probablemente perteneciente a alguna restauración. La última reparación se
llevó a cabo en el año 1994. Se trata de una alta construcción cilíndrica de
mampostería, blanqueada con cal y con una cubierta cilíndrica móvil de madera.
La torre mide unos ocho metros de altura y veinte metros de perímetro exterior.
Los muros se estrechan en un buzamiento vertical. La puerta se encuentra
incrustada en la pared. En la parte superior se encuentran las ventanas que
tienen como fin servir al molinero para identificar el viento dominante. Según
las agujas del reloj, los vientos son el Cierzo, Barrenero, Matacabras, Solano
Alto, Solano Fijo, Solano Hondo, Mediodía, Ábrego Hondo, Ábrego Fijo, Ábrego
Alto, Toledano y Moriscote. Para orientar las aspas al viento se utilizan los
hitos, situados frente a las ventanas del molino, el borriquillo y el palo de
gobierno. Los molinos en su interior se dividen en tres plantas. El silo, en la
planta baja, donde se almacenaban los costales de trigo, que también servía de
cuadra o de cocina, y a donde llegaba la harina procedente del tercer piso por
medio de un canalón. La segunda planta es la camareta, donde estaba la
instalación del limpiado del grano, la limpia y el cedazo. También hay una
alacena para guardar todos los aparejos y herramientas del molino. Suele
existir una ventana hacia el sur, y en el techo están insertos los marranos,
dos grandes vigas que sirven de base a la piedra de moler. La tercera planta es
el moledero o habitación de las piedras. Es la más importante y en ella está la
maquinaria base. A su altura, en el exterior, están el palo de gobierno y las
aspas. Se encuentra horadada por varias ventanas. En esta planta se encuentra
la rueda catalina, engranaje soportado por cuatro vigas de madera llamadas
madres y situado en el eje del aspa, en vertical, que transmite el movimiento
giratorio a la linterna o eje vertical que a su vez lo pasa a la piedra
volandera, haciéndola girar sobre la piedra solera y moliendo el grano por
fricción.
El molino al exterior presenta las
aspas, formadas por varias piezas como los cabríos (el armazón de palos),
denominados los horizontales teleras y los transversales listones. Los cabríos
se apoyan en un palo llamado vela, que refuerza la estructura. La madera más
utilizada para la vela es la encina o el roble. Las aspas van colocadas una
sobre la otra, entrecruzadas.
Noticias
sobre la declaración
El
Molino de Viento El Zurdo, en Mota del Cuervo, será declarado Bien de Interés
Cultural
Imagen de la noticia |
Fuente
de la noticia http://eldeporteconquense.com/
Inician
los expedientes para declarar BIC nueve elementos cervantinos de Castilla-La
Mancha
Fuente
de la noticia http://www.lanzadigital.com/
Nueve
lugares relacionados con Cervantes serán protegidos.
Fuente
de la noticia http://www.abc.es/
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