El Instituto del Patrimonio Cultural
de España (IPCE) ultima en estos días la restauración de cuatro bodegas de
edificios públicos tras más de un año de trabajos en el subsuelo. Se trata de
las dependencias subterráneas existentes en el Palacio de los Condes de Requena
(actual sede de la Denominación de Origen de Toro), el Palacio de Valparaíso,
el edificio de la antigua Cámara Agraria y el antiguo hospital general,
actualmente reconvertido en la Residencia Virgen del Canto. Con estas cuatro
consolidaciones se completa el ciclo que hace cuatro años se inició con la
recuperación de la bodega situada bajo la casa consistorial de la ciudad y el
objetivo es que en próximas fechas las cinco edificaciones puedan estar al
servicio de los visitantes para contemplar el mundo subterráneo de la ciudad.
Según han explicado desde el IPCE -dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte- a través de su página en Facebook, los trabajos de restauración en las cuatro bodegas tradicionales se encuentran en fase de finalización. «Ubicadas en el subsuelo del casco urbano de la ciudad, las bodegas fueron construidas excavando sus naves en mina, directamente en la roca, para revestirlas posteriormente en ladrillo y reforzarlas con bóvedas y arcos de piedra», explican. «Los principales daños detectados, tales como manchas, presencia de vegetación e incluso ligeros desprendimientos, estaban causados por la humedad, consecuencia de las filtraciones producidas por el sistema de saneamiento y la proximidad de espacios exteriores con malas escorrentías; problemas agravados por la falta de uso y la escasa ventilación», apuntan a la hora de explicar la problemática que presentaban las bodegas.
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Una vez localizados los problemas, el equipo de restauradores se puso manos a
la obra para conseguir dotar de una nueva imagen a los cuatro espacios. «Tras
detectarse y repararse el origen de las fugas de agua, se ha llevado a cabo la
consolidación, restauración y sustitución de muros, bóvedas zarceras y solados,
empleando técnicas y materiales tradicionales», detallan. «Al mismo tiempo se
han creado nuevos accesos y mejorado los ya existentes y se han implantado
nuevas instalaciones de luz, seguridad y emergencia, además de un nuevo sistema
de recogida y evacuación de aguas», apuntan desde el Instituto del Patrimonio
Cultural.
Las obras, que verán la luz en próximas fechas y en las que se han destinado más de 820.000 euros, suponen la recuperación de una parte importante de la historia de la ciudad. «Se trata de un conjunto de gran valor etnográfico, histórico y patrimonial que en breve podrá ser visitado por el público, tal como ha sucedido con la antigua bodega del Ayuntamiento de Toro después de que fuera restaurada por el IPCE en el año 2010», concluyen los responsables de la intervención.
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