Vecinos del barrio y la Asociación
en Defensa de las Chimeneas y del Patrimonio Industrial de Málaga alertan del
estado de deterioro y abandono de la histórica fábrica de corcho del Tarajal,
con protección arquitectónica de primer grado en el PGOU. Llaman la atención
sobre su posible derribo si prosigue esta situación y reclaman que sea
rehabilitada y se le busque un uso
El último PGOU, que otorga la
protección arquitectónica de primer grado a la fábrica del Tarajal, destaca,
cuando habla de su valor patrimonial, que «constituye el ejemplo más relevante
y monumental de la arquitectura industrial en el municipio». También informa de
que «se encuentra en aceptable estado de conservación y admite una fácil
reutilización».
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Lo de que se encuentre en un estado
aceptable de conservación es algo que, en los últimos tiempos, ponen en duda
las personas que visitan esta histórica fábrica, que abrió sus puertas en 1931
en la Vega del Guadalhorce como azucarera de Nuestra Señora de la Victoria para
reconvertirse en corchera (Corchera Ibérica) en 1946. Su preciosa chimenea,
fabricada en Frankfurt, mide casi 86 metros y está hecha de hormigón
refractario.
La fábrica de corcho cerró a
mediados de los 70 para convertirse en depósito de trigo, amoniaco y cemento.
En una visita de La Opinión en 2007 con el último trabajador de la fábrica que
todavía hoy vive en El Tarajal, Martín Bernal, el panorama ya era de abandono
total, con el interior desvalijado y los valiosos azulejos de la entrada
arrancados. La gran nave industrial era usada entonces como refugio para el
ganado y en igual estado de abandono estaban las dos viviendas de tipo
regionalista para el director gerente y uno de los jefes.
El panorama es parecido en la
actualidad. «Sigue igual o peor», señala Paqui Moreno, antigua dirigente
vecinal del Tarajal, que añade: «Cuando vemos que se están inaugurando tantas
cosas y vemos una arquitectura como ésa, que se está dejando caer…».
Paqui, que llegó a trabajar dos
meses en la corchera antes de marcharse a Intelhorce, cree que «podía servir
para un museo o para muchísimas cosas, porque además el terreno que tiene es
para parar un tren».
La situación de abandono de la
fábrica protegida es también motivo de preocupación para la Asociación en
Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga. Su presidente,
José Antonio Ruiz, cuenta que la última vez que visitó la fábrica, hace un año,
«hasta había un novillo dentro».
Con respecto al estado de la antigua
azucarera y corchera, manifestó que «aquello está prácticamente derruido y
cualquier día cuando se caiga, se cayó».
José Antonio Ruiz destacó las buenas
palabras que siempre recibe una fábrica como El Tarajal, por su valor
patrimonial y sus posibilidades, «pero a la hora de la verdad…», planteó.
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Precisamente el pasado 15 de
diciembre, cuando la asociación recibió en Sevilla el premio a la iniciativa
más relevante de activación del Patrimonio Industrial de Andalucía por parte de
la Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía, su presidente aprovechó para
mencionar la situación de abandono y el riesgo que padece la corchera, a pesar
de estar protegida en el PGOU.
José Antonio Ruiz explicó que
incluso se ha barajado como sede del Museo de la Industria de Málaga, aunque en
realidad concluye que lo urgente «es que se destine a lo que sea y se mantenga
el edificio porque es que hasta la estampa es bonita».
El presidente de la asociación
malagueña también informó de que, aunque una parte de los terrenos han sido
expropiados por la vía del AVE, «queda terreno todavía», al tiempo que destacó
la supervivencia de un enorme depósito de agua.
Por falta de espacio, Línea Directa
recabará en otra entrega el testimonio de profesores de la Universidad, así
como de responsables del Ayuntamiento para ver si se pueden tomar medidas para
reforzar su protección, estudiar futuros usos y por supuesto, si hay
posibilidades económicas para ello.
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