Aunque estoy algo lejos de Almería,
en Valencia, sigo con gran interés todo lo que se está realizando para mantener
El Toblerone y evitar el derribo que queda. Estoy gratamente sorprendida y
encantada de comprobar que se puede unir mucha gente para proteger el
patrimonio industrial, el cual es de todo.
Desde aquí vuelvo a pediros a todos
que por favor ayudéis a proteger el Patrimonio Industrial y ahora en concreto
que difundáis las noticias sobre EL TOBLERONE.
Diana Sánchez Mustieles- Dr.
arquitecto
A continuación os transcribo nuevas
noticias sobre el mismo
Defensores
buscan apoyo en la Junta pero encuentran poco consuelo.
Miembros de la Plataforma Salvemos
el Toblerone acudieron a mediodía de ayer hasta la Delegación Provincial de la
Junta de Andalucía para mantener una reunión con la delegada del Gobierno,
Sonia Ferrer. Desde la administración andaluza se les confirmó, entre otras
cosas, que los resultados de la medición de la calidad del aire no estarán
disponibles hasta dentro de, aproximadamente, dos semanas. La Estación de Medio
Ambiente fue instalada el pasado lunes en las instalaciones del colegio
Mediterráneo. Mide, desde entonces, la cantidad de partículas de aire en suspensión,
así como las de sedimentación. Al ritmo al que se desarrollan las obras, los
resultados llegarán tarde, al menos para evitar el derribo.
Lo que sí podría dar resultados antes son las muestras de tragaluces recogidas por los miembros de la asociación que han sido entregados a distintos estudios de análisis, como a la Universidad de Almería, para que determinen la presencia de amianto, una sustancia de riesgo grave para el ser humano y que según creen, podría estar alojada en este material mediante tratamiento.
"Estos tragaluces están hechos de uralita plastificada y tratados con amianto, este es un material tóxico que debe ser tratado con precaución y con medidas de seguridad que no se están llevando a cabo, no debe ser amontonado con el resto de materiales, como está claro", explica el portavoz de la Plataforma Salvemos el Toblerone, Manuel Pérez Sola. Además, han adoptado la decisión de entregárselos al actual delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Manuel Ortiz Bono.
De la misma forma se encuentran a la espera de los resultados de la Inspección de Trabajo, aunque, en principio, no habrá repercusiones al respecto a pesar de que los miembros de la Plataforma insisten en que no se están cumpliendo las normas de seguridad.
Lo que sí está claro es que el avance de las obras se realiza a un ritmo superior durante las últimas hora y todo indica que las placas que dan representación al Toblerone estarán en el suelo cuando termine la actual semana, pues a pesar de los esfuerzos hechos por diferentes colectivos e iniciativas personales, el edificio terminará cayendo.
La primera de las iniciativas fue hacer que la Junta de Andalucía tratara de considerar como Bien de Interés Cultural este edificio, algo que finalmente no se ha terminado produciendo. La administración manifestó que no hubo ninguna petición.
Mientras tanto, los grupos de la oposición Izquierda Unida y PSOE han solicitado reiteradamente a al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital que informe sobre qué es lo que finalmente se va a construir en el citado lugar. Desde el Consistorio, el concejal de Urbanismo del Consistorio, Pablo Venzal, manifestó que sin este paso, el soterramiento es de cumplimiento imposible y que la nueva zona que surgirá del derrumbe generará beneficios en ocho meses.
"Salvemos
el Toblerone" detecta 40 irregularidades en el derribo.
La Plataforma Salvemos el Toblerone
que se ha movilizado a lo largo de estos días desde que comenzaran a hacerse
efectivas las labores de demolición del edificio, anunció ayer que ha detectado
más de 40 irregularidades en dicho proceso y que
las hará efectivas a través de sendas denuncias que volverán a intentar elevar
a la Policía Local de la capital almeriense (hace unos días se la rechazaron) y
en la Fiscalía de Almería. A esa batalla judicial se unió ayer la asociación Ecologistas en Acción que anunció su intención de denunciar a
los responsables de las obras por altos niveles de contaminación atmosférica y
acústica.
La de ayer fue una reunión, de las que se llevan a cabo todos los días en la playa de San Miguel en El Zapillo, destinada a "elevar los ánimos" ya que todos dan por hecho que el edificio "no sobrevivirá esta semana". De hecho, los trabajos se han acelerado de tal modo que ayer estaba derribadas la mitad de las chapas que constituyen su estructura. A lo más tardar el viernes, sólo quedará en pie la estructura de hormigón que la sustentan.
Según señaló el portavoz de la Plataforma, Manuel Pérez Sola, "las irregularidades que hemos detectado después de estudiar por encima el proyecto de derribo del Toblerone, suman más de 40, en todos los campos". El más llamativo lo constituye el hecho de que "algunos de los requisitos y documentos que se le solicitaban a las empresas participantes en la misma, estaban entregados incluso antes de que se hicieran efectiva dicha petición". Estas incluyen también la falta de un tratamiento de los residuos, especialmente los metálicos que se ha n indo "acumulando sin ton ni son" conforme se iban viniendo abajo, además de la seguridad de los trabajadores, capítulo este en el que no se cumple "ninguno de los requisitos que ellos mismos recogieron en el plan que presentaron ante el ayuntamiento".
Estas medidas son calificadas como un "auténtico atropello en el que están implicadas todas las administraciones, desde las que tienen una responsabilidad directa, hasta aquellos que debieron actuar de oficio y no lo hicieron". Por ello, consideran importante la ratificación que durante el día de hoy harán de las respectivas denuncias, ya que "luego no podrán decir que no sabían nada de lo que estamos diciendo desde hace días respecto a todos estos aspectos".
Imagen de la noticia |
Esas denuncias tuvieron ayer un respaldo
inesperado con la confirmación (que será anunciada a lo largo del día de hoy)
de la denuncia presentada por la organización Ecologistas en Acción sobre los
altos niveles de contaminación acústica y atmosférica que los vecinos están
sufriendo (hay dos casos confirmados de problemas de salud agravados durante
los últimos días) desde que comenzaran las labores de demolición.
En el tema judicial, según confirmaron ayer a Diario de Almería fuentes cercanas a los hechos, es que los denunciados en el primer día por coacciones al subirse a la estructura del edificio y que lograron paralizar las obras durante unas horas, se podrían enfrentar a una pena de dos años de prisión (que no prosperará) y a una multa que rondaría los 300 euros por sus actos.
En cualquiera de los casos, lo que todo el mundo tiene más que asumido es que el Toblerone no sobrevivirá esta semana. La estrategia de derribo por parte de la empresa consiste en emplear las mañana para eliminar cualquier impedimento que tengan las placas metálicas que forman el envoltorio del edificio, para a primera hora de la tarde proceder a su derribo con cortes intermitentes en el tráfico de la carretera de Sierra Alhamilla. A un ritmo de dos bloques diarios, ayer quedaban en pie apenas 5, la mitad de los que lo formaban en su integridad. Quedará entonces la base de hormigón, un proceso aún más lento dada la solidez de dicha estructura. Al mismo ritmo, el viernes apenas quedaría el último de los bloques por venirse abajo, el más cercano al parque de Las Almadrabillas que no llegará, de ninguna manera al próximo fin de semana.
RECOGIDA
DE FIRMAS
A
la Junta de Andalucía y demás Administraciones Públicas competentes.
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